Victoria Herrero
Educación financiera
¿Puedo poner a la venta un piso que tenga una hipoteca?
Para hacer esta operación se puede cancelar la deuda o solicitar una subrogación de la misma
Para aquellos que se pregunten si esta operación es posible, la respuesta es afirmativa, tal y como recuerdan desde el portal inmobiliario Housell (@HousellCom). Y es que no supone una condición indispensable que una casa esté libre de toda carga económica para poder ponerla a la venta. Eso sí, en este caso se debe estar atento a las vías que el mercado inmobiliario ofrece para poder dejar de ser propietario, con total garantía, de una casa con esta circunstancia especial. Una operación que, pese a la creencia popular, no reviste mayor complejidad ni lleva añadida una burocracia mucho más farragosa que la que se puedr solicitar de manera habitual para vender un piso.
Cancelar la hipoteca con el dinero de la venta
Una de las primeras soluciones que existen es cancelar la carga financiera que pesa sobre el inmueble. Para llevarlo a cabo, una buena idea es hacer un cálculo previo de cuánto queda por pagar para que la actual hipoteca desaparezca y con qué precio se pondrá a la venta la casa. Así pues y si el precio de venta es superior al dinero que se le debe al banco, entonces resultará muy positivo optar por esta vía, como confirman desde el portal inmobiliario Idealista (@idealista). Eso sí, se debe tener en cuenta si dicho préstamo hipotecario tiene una comisión en caso de cancelación. Si es así, esos costes añadidos, como es lógico, también se deben asumir.
Resuelto lo anterior, el siguiente paso es pedir a la entidad financiera donde se tiene contraída la deuda hipotecaria que firme un documento donde se estipule el dinero y la cancelación del mismo. Un certificado que se presenta, por parte del vendedor del piso, ante el notario el día que se vaya a hacer la transacción. Además de todo esto, el propietario de la vivienda debe rellenar también otro impreso, el de Actos Jurídicos Bancarios.
Una vez hecho, la persona que va a comprar el piso hace el pago mediante un cheque bancario. Un dinero del cual el vendedor sacará la parte correspondiente para cancelar la hipoteca que actualmente tiene la vivienda, que ya ha pasado a manos de otro titular. El último paso parte del nuevo propietario, que deberá acudir al registro correspondiente para presentar el justificante oportuno que indique que la deuda sobre el bien ya ha sido saldada previamente.
No obstante, se puede dar un escenario totalmente contrario: que el precio necesario para cancelar la hipoteca sea mayor que el dinero que se reciba por la venta de la vivienda. En este caso, también se debe pedir a la entidad financiera el certificado de la deuda pendiente y abonarla. El dinero que quede por pagar pasará entonces a ser una especie de nuevo préstamo hipotecario que se firmará con unas condiciones diferentes en cada caso. Y, como no, en esta ocasión también se deben pagar los gastos derivados de la comisión de cancelación de la primera hipoteca, así como los de constitución del nuevo fondo que se ha solicitado prestado.
Por lo tanto, existen dos opciones, que el propietario se arriesgue a vender la casa en esta situación, por mucho menos dinero, o bien espera un poco hasta que el mercado actual revalorice el valor de la vivienda y pueda ofrecerla a un mayor precio.
Subrogación de la actual deuda hipotecaria
Otra fórmula legal y que se hace de manera habitual es solicitar una subrogación de la hipoteca que aún queda por pagar. De esta manera, la deuda ahora la tiene el comprador del piso. Eso sí, para ejecutarla se debe contar primero con el visto bueno del banco, ya que este será el encargado de analizar la situación financiera del futuro comprador.
Una forma de conocer si cuenta con la solvencia económica necesaria para seguir haciendo frente al pago de la hipoteca mensualmente. Es lo que se conoce como el estudio de riesgo sobre el comprador para evitar impagos futuros. Dicho de otro modo, es la misma operación que se hace cuando cualquier persona pide una hipoteca y cuyo pago deberá afrontar ahora el vendedor de la casa, además de todo lo relacionado con la tramitación y la subrogación de la deuda inmobiliaria.
Una última solución intermedia: la hipoteca puente
¿En qué consiste esta herramienta? Puede darse el caso de que la persona que vende el piso deba trasladarse con urgencia a un nuevo hogar y, por tanto, necesite comprar una nueva casa con la misma premura. En esta ocasión, lo que se puede hacer es pedir una hipoteca puente. Un producto financiero para aquellas personas que no pueden vender su casa en un corto espacio de tiempo y están en condiciones de tener una cuota más alta por su hipoteca inicial. Es, por así decirlo, como unificar dos hipotecas en una, de esta manera se paga algo menos que lo que supondría abonar las dos por separado.
Una vez que se pueda vender la casa, uno debe comprometerse con el banco a que se hará en poco tiempo, se podrá cancelar la primera deuda y ya solo asumir las de la nueva casa, como recuerdan los expertos mencionados anteriormente.