Carlos Losada
Educación financiera
Qué supone comprar o vender un piso en nuda propiedad
Con esta modalidad, el vendedor sigue teniendo el usufructo de la vivienda hasta su fallecimiento
Cualquiera que se halle en un proceso de compra de una vivienda se habrá encontrado con anuncios de venta en los que el precio es sensiblemente menor a lo que establece el mercado, pero en los que se encuentra con que son de nuda propiedad. Pero ¿qué significa? ¿Y qué supone hacerse con una propiedad así? Y en lo que se refiere a los propietarios que deciden vender de este modo, ¿cómo les afecta en su día a día?
¿Qué es la nuda propiedad?
Cuando una persona compra una vivienda de nuda propiedad, ese comprador se convierte en el dueño de la misma; sin embargo, el usufructo sigue siendo de la persona que la ha vendido y que continúa habitando en la misma. Es decir, el derecho real de vivir en esa casa será del antiguo propietario y no pasará al comprador hasta que este fallezca o hasta que se cumpla un contrato que se haya firmado.
¿Quiénes utilizan esta modalidad?
En general son las personas mayores las que optan por este modo de vender sus viviendas. Muchas están solas o no tienen herederos y deciden poner a la venta su casa mediante la posibilidad de la nuda propiedad para conseguir una importante suma de dinero con la que vivir en mejores condiciones económicas a cambio de vender su propiedad por un precio bastante menor a lo que marca el mercado.
El comprador cuenta con derechos muy limitados, pero sabe que cuando la persona fallezca, dispondrá de una propiedad adquirida de un modo más barato. Por lo tanto, estamos hablando de viviendas muy enfocadas a personas o entidades inversoras que quieren obtener beneficios a medio y largo plazo. Por ejemplo, si alguien compra una propiedad valorada en 200.000 euros a un precio de 130.000 en nuda propiedad, y el vendedor tiene 75 años, no dispondrá de la misma hasta el fallecimiento de este, pero cuando ocurra, el precio pagado habrá sido menor y la posibilidad de hacer negocio resultará mayor.
Ventajas y desventajas de comprar en nuda propiedad
Cuando alguien decide adquirir una vivienda bajo este régimen ha de tener muy claro que no se va a hacer con el usufructo de la misma, es decir, será de su propiedad pero no podrá utilizarla hasta que sus vendedores fallezcan. A partir de esta premisa, hay ventajas y desventajas dependiendo de las necesidades y objetivos del comprador.
Entre las ventajas principales se encuentra por encima de todas un precio muy competitivo teniendo en cuenta cómo está el mercado de la vivienda -se situará entre el 50% y el 80% de lo que costaría, dependiendo de las diversas circunstancias que rodean a la venta-. Es más, si se cuenta con la suma total de la misma y no hay que pedir ningún préstamo puede convertirse en una gran inversión a largo plazo.
Como desventajas se halla el hecho de que no se puede utilizar la vivienda en el momento en que se compra y que se pagarán gastos relacionados con la misma. En todo este proceso importará mucho el estado de salud del antiguo propietario, así como la edad. No es lo mismo alguien con 80 años que una persona con 70 (sin entrar a valorar si existe alguna enfermedad). De ello y de las posibilidades del inmueble dependerá el precio final y la capacidad de negociar de uno y otro.
Ventajas y desventajas de vender en nuda propiedad
Si nos referimos al vendedor, como hemos apuntado, suele ser una persona mayor que necesita una fuente de ingresos importante para vivir los últimos años de su vida de un modo más holgado y sin depender del aumento o no de las pensiones. De hecho, hay muchos vendedores a los que les cuesta llegar a fin de mes y que por ello toman esta decisión.
Por lo tanto, entre las principales ventajas se encuentra el alivio económico que tienen tras la venta de la nuda propiedad, ya que no solo contará con el montante de la operación, sino que además dejará de pagar gastos como la comunidad. Asimismo, puede ser una manera fácil y rápida de resolver una herencia cuando hay problemas con la misma.
Obviamente como desventajas se encuentra el hecho de que se pierde la propiedad de la vivienda (no así el usufructo de la misma) y que habrá que pagar la plusvalía municipal derivada de la venta. Claro que en los casos en los que no haya nadie que pueda heredar la propiedad, se tratará de una posibilidad buena para quienes le quieran sacar partido económico pero no deseen cambiar de vivienda.
Otras consideraciones
Por otra parte, cabe señalar que si el usufructuario tiene herederos, estos no tendrán derecho a la propiedad una vez que fallezca. Lo mismo ocurre si alguien más vive en la propiedad: en el momento del fallecimiento, deberá abandonar la misma.
Por su parte, el nudo propietario podrá a su vez vender la vivienda a otro nudo propietario sin que afecte a quien la tiene en usufructo. Es decir, el dueño cambia, pero la persona que vive en ella podrá permanecer hasta el fin de sus días.