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Educación financiera
Tres estrategias para ahorrar en el largo plazo para tu jubilación
Nunca es pronto para empezar a prepararnos para la jubilación
Una jubilación sin sobresaltos requiere complementar la pensión pública con nuestro ahorro y la inversión personal, de modo que nunca es demasiado pronto para empezar a pensar en nuestra jubilación.
Y es que cuando llegue ese momento probablemente nuestros ingresos sufran una disminución con respecto a lo que estábamos cobrando mientras estábamos en activo. Así que para poder mantener nuestra calidad de vida necesitaremos compensar la pensión con algunos ahorros. Además, el aumento de la esperanza de vida hace imprescindible ahorrar, ya que podríamos tener por delante todavía décadas de vida con salud.
Puede que todavía quede mucho tiempo para que esto suceda, pero es importante tenerlo presente, para estar preparados para cuando llegue el momento. Para poder cumplir con este objetivo, el Banco de España (@BancoDeEspana) propone estas tres estrategias para ayudarte a acertar en tus decisiones de ahorro a largo plazo:
- Establece un porcentaje fijo de tus ingresos mensuales para destinarlos al ahorro para tu jubilación. Por ejemplo, si fijas una transferencia automática para apartar de tu nómina una pequeña cantidad todos los meses, podrás ir constituyendo poco a poco un fondo para tu jubilación, casi sin darte cuenta.
- Utiliza este simulador de la CNMV y el Banco de España para calcular la renta de la que podrás disfrutar en tu etapa de jubilación si comienzas a ahorrar hoy mismo.
- Proyéctate en el futuro y visualízate a ti mismo con unos cuantos años más (¡actualmente es fácil encontrar aplicaciones para ello!). Seguramente ver tu propia imagen envejecida, te ayudará a superar el sesgo por el presente.
Como hemos dicho, la pensión pública puede no ser suficiente para cubrir todas tus necesidades económicas. Así que ten en cuenta que, una vez que tengas una idea orientativa sobre cuántos ingresos mensuales necesitarás durante la jubilación y el importe de la pensión pública con la que podrás contar, la diferencia será la cantidad que tendrás que financiar tu mismo cada mes.
Si has empezado tarde a cotizar, deberías aumentar la cantidad que ahorras a medida que te acerques a la edad de jubilación, contratar un seguro de renta vitalicia o quizás pensar en jubilarte más tarde.
Recuerda que también existen en el mercado financiero productos específicos para ayudarte a ahorrar en el largo plazo: Plan individual de pensiones (aportaciones que se van acumulando y quedan invertidas en activos financieros), Planes de previsión asegurados (seguros de vida destinados a constituir un capital que se percibe en el momento de producirse la jubilación), Planes Individuales de Ahorro Sistemático (cuya finalidad es ir pagando primas para constituir una renta vitalicia asegurada que podrá percibirse a partir de una edad señalada en el contrato) y Seguro de jubilación (seguros de vida que tienen como fin constituir un capital asegurado a largo plazo mediante el pago de primas).