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Las asociaciones de consumidores avisan: el seguro de decesos no siempre sale a cuenta

Pepa Montero

Viernes 1 de noviembre de 2019

10 minutos

Ojo al periodo de carencia y recuerda que algunos no pagan muertes por catástrofes o disturbios

El seguro de decesos no siempre sale a cuenta, según asociaciones de consumidores
Pepa Montero

Viernes 1 de noviembre de 2019

10 minutos

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En España, el seguro de decesos es el segundo producto asegurador con mayor penetración en los hogares, tras el de automóviles, y eso que el de automóviles es obligatorio, mientras que el de decesos es opcional. Su gran aceptación se debe a que se encarga de resolver las gestiones producidas por el fallecimiento de una persona, en uno de los momentos más críticos para cualquier familia.

Además de las prestaciones básicas (gastos del servicio funerario, gestión y tramitación de documentos), comprende otras opcionales, como asistencia en viaje, tratamientos médicos, protección de los menores de edad, accidentes, asistencia sénior, medicina privada, tratamientos dentales... y hasta asesor nutricional. Su pujanza es tal, que 21,76 millones de personas de los 46,73 millones de residentes en el país están protegidos por una de estas pólizas, según el Servicio de Estudios del sector asegurador, ICEA (@icea_es). Esto significa que el 46,6% de la población está cubierta. El año pasado, se hizo cargo del entierro de 275.160 personas (el 61% de los fallecidos), de acuerdo con los últimos datos de Unespa (@UNESPA).

Seguros de decesos por tramos de edad

 

Sin embargo, asociaciones de consumidores como la OCU (@consumidores) o Adicae (@ADICAE) afirman que, en muchas ocasiones, hablando en términos económicos, no compensa contratar un seguro de decesos y que, en todo caso, puede ser preferible suscribir un seguro de vida, antes que uno de decesos.

La OCU confirma a 65Ymás que mantiene las conclusiones extraídas en su informe de 2018. “No recomendamos este tipo de seguros porque se paga a largo plazo un importe muy superior a lo que cuesta el servicio, que ronda los 3.500 euros de media. Si se opta por la incineración, el precio se reduce de media en 400 euros”. Según especifican, “la esperanza de vida supera los 83 años, por lo que si se contrata un seguro de este tipo y se consigue llegar a esa edad, quizá se compruebe que se paga más del doble o el triple de lo que cuesta el servicio”. Esta asociación de consumidores constata que “evitarse los trámites ligados a la defunción es uno de los motivos por los que la gente lo contrata, pero de esos mismos trámites se encargan las empresas funerarias directamente, sin necesidad de tener un seguro de decesos”.

3.500 euros, coste medio de un funeral

El coste medio de un entierro en España es de 3.500 euros, según las estadísticas que maneja la OCU, que facilita los siguientes precios aproximados de servicios en 2018: el precio regular de un féretro es de unos 1.200 euros, aunque puede llegar hasta los 2.600 euros, según calidades. En cuanto al coste de la corona de flores, vale de media unos 100 euros. A estos desembolsos se suma el precio del tanatorio, que ronda los 500 euros/24 horas, así como el del servicio de inhumación y del nicho, que puede oscilar entre los 100 y los 1.800 euros, en función de la ciudad. Asimismo, hay que incluir el precio de la lápida (desde los 250 euros) que, por lo general, se ha de pagar aparte.

“Una persona que invierta lo mismo que gasta cada año en su seguro de decesos, puede pagar su entierro y dejar unos miles de euros de ahorro a sus herederos”, explican los expertos de la OCU.

Asimismo, ADICAE (@ADICAE) afirma que, en muchas compañías, la misma cuantía de las primas, abonadas en concepto de pago de, por ejemplo, un seguro de vida temporal renovable, produciría una contraprestación en el momento del fallecimiento, mucho mayor que la ofrecida por el seguro de decesos. Por este motivo, la asociación de usuarios de bancos, cajas y seguro, estima que se trata de una opción a considerar. 

Con póliza de prima nivelada, se suele pagar de más

A la hora de sopesar si compensa o no firmar un seguro de decesos, hay que considerar el tipo de prima que se abona. Por una parte, existe lo que se denomina prima nivelada, que es la que tradicionalmente tenían nuestros abuelos y nuestros padres, que contrataban la póliza desde muy jóvenes. En estos casos, "mientras eres joven estás pagando de más, pero cuando te haces mayor, pagas de menos, es decir, la prima se va nivelando a lo largo de la vida; se supone que te mantienen de alguna manera la antigüedad", explica Patricia Suárez (@WonderWomanPSR), presidenta de ASUFIN (@asufin_).

Sin embargo, el mercado ha evolucionado hacia la prima natural, lo que significa que "cada año pagas por el riesgo real de fallecer que tienes por tu edad, así que te da lo mismo empezar a pagar el seguro pronto o tarde, porque vas a pagar por tu riesgo real, y la prima con 15 años va a ser pequeñísima y con 60 años va a ser muy alta", detalla la presidenta de ASUFIN.

En conclusión, "si se contrata una póliza con prima nivelada, se acaba pagando más de lo que cuesta el funeral. Pero si los números estuvieran bien hechos, debería compensarte porque cuando eres joven pagas más de lo que te tocaría por edad, pero cuando eres mayor, pagas menos", afirma Patricia Suárez.

 

PRECIO MEDIO ANUAL EN PRIMA NATURAL PARA SERVICIO ESTÁNDAR

AÑOS PRECIO (EUROS)
40 30
50 50
60 100
70 200
Fuente: ASUFIN (SERVICIO ESTÁNDAR, 3.500 EUROS)

Con prima nivelada, "un asegurado de 40 años pagaría 100 euros anuales y no le subiría la prima por edad. Pero hoy por hoy, en el mercado no se venden niveladas, porque el cliente no quiere pagar ahora por el riesgo futuro", detalla Suárez, para quien en el tema de los precios también influye el que las aseguradoras cada vez venden productos más completos. "Se pueden ocupar (y esto sí puede ser un incentivo para contratarlo) de la gestión que viene tras el funeral, es decir, la gestoría, y cada vez más incluyen el servicio del derecho al olvido, tramitar la muerte digital, el borrado de Google y redes sociales".

Ojo con los tipos de primas y la carencia

El economista Javier Santacruz (@santacruz_s_a) asegura que “España tiene una fuerte tradición en seguros de decesos. Durante muchos años ha funcionado muy bien (y lo sigue haciendo), pero el problema está en una falta de planificación tanto del momento en que se contrata como de las coberturas que se suscriben”. Para este experto, “la contratación de un seguro de decesos debe encuadrarse dentro del ciclo de vida de la persona, es decir, después de una planificación financiera correcta”.

Relación entre coste de los percances y prima asegurada

Otro de los aspectos a tener en cuenta es que las pólizas de decesos suelen tener un periodo de carencia durante el cual el fallecimiento no está cubierto. El periodo de carencia es el tiempo establecido entre la fecha de efecto de la póliza y el día en el que se activan plenamente todas las coberturas, de forma que si el siniestro ocurre durante dicho periodo, no tendrá cobertura. Este periodo afecta a parte o todas las prestaciones del contrato, por eso es imprescindible conocer el tiempo establecido por la aseguradora. 

Además, no suelen hacerse cargo de las defunciones producidas con motivo de catástrofes naturales, energía nuclear, acciones bélicas, actos terroristas o disturbios. Respecto a los hechos causados de manera voluntaria por el asegurado, algunas compañías los excluyen, mientras que otras se decantan por aplicar una carencia superior al año.

¿Compensa cancelar la póliza?

En su informe Servicios funerarios, ¿cuál es su calidad y precio?, la OCU precisa que, si la póliza se contrató siendo joven, se ha estado pagando una prima nivelada, y la persona tiene más de 65 años, merece la pena mantener el seguro de decesos, ya que a esas alturas se ha pagado un porcentaje muy alto del total de la prima.

En cambio, si la prima contratada es natural (pólizas renovables anualmente cuyo precio depende de la edad y el importe se va elevando conforme el asegurado cumple años) o seminatural/mixta (la cuantía se incrementa de modo porporcional con los años hasta que se cumple una determinada edad (aproximadamente los 70 años) y a partir de entonces la prima se hace constante), conviene cancelarla a cualquier edad, porque al principio se paga muy poco, pero luego las primas se disparan.

¿Y si no se tiene un seguro?

Un problema que ASUFIN está detectando en el mercado no tiene que ver tanto con las aseguradoras como con las funerarias, los tanatorios, porque "las aseguradoras tienen pactados unos precios estándar del funeral, que oscilan entre los 3.500-4.000 euros. Pero si una persona no tiene seguro de decesos, dependiendo del lugar donde se produzca la muerte, según la demanda, el mismo servicio puede costarle mucho más caro ya que se aprovechan del hecho de que no tenga seguro", denuncia Patricia Suárez, presidenta de la asociación de usuarios financieros ASUFIN. 

Por su parte, el comparador financiero Help My Cash (@InfoHelpMyCash) advierte de que, sin un seguro, hacernos cargo de un funeral no siempre es fácil. “Se trata de un acontecimiento que exige, aun en su forma más básica, un gran desembolso que no siempre podremos tener y para el que muchas veces tampoco hemos ahorrado. No obstante, no existe financiación específica para estos casos, por lo que nos veremos obligados a recurrir a tarjetas de crédito o créditos al consumo si necesitamos pagar en cuotas mensuales”, advierten en su web. 

En caso de que no haya un seguro, por ley son los herederos los que deben hacerse cargo del funeral y el entierro del fallecido. Si la familia no tiene recursos, es posible solicitar un entierro benéfico al Estado que cubra los gastos del mismo. Si no se puede recurrir a ninguna de estas dos opciones, siempre es posible intentar hablar con la funeraria para que permita realizar el pago aplazado.

Sobre el autor:

Pepa Montero

Pepa Montero

Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).

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