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El impacto de la crisis sanitaria actual ha puesto de relieve la importancia de que nuestros mayores se encuentren en manos expertas y capaces de dar una respuesta ética y profesional en cualquier circunstancia. En este sentido, el grupo Ballesol es un ejemplo de buena praxis y acertada gestión.
Las medidas de anticipación implementadas, los protocolos de prevención y seguridad, y la coordinación con las autoridades sanitarias han hecho que la incidencia del virus en sus centros fuera la menor posible, convirtiéndolos en auténticos espacios de seguridad para las personas mayores. De hecho, entre los motivos por los que los residentes y las familias eligen Ballesol están “la seguridad de estar atendido las 24 horas por parte de médicos, enfermeros, psicólogos, y la garantía de recibir un cuidado integral y personalizado que apuesta por un envejecimiento activo y saludable”, enumeran como valores a destacar desde la compañía.
Nuevos ingresos con seguridad
Gestión y buenas prácticas que se trasladan también a los nuevos ingresos, los cuales se están realizando con total normalidad, pero también de acuerdo a unos criterios comunes fijados para todos los centros, y que pasan por el respeto y la observación de unas estrictas medidas de seguridad.
“En definitiva, prácticas que hacen que los centros de Ballesol continúen siendo el lugar más seguro para nuestros mayores ya que, adicionalmente a las medidas de prevención (controles periódicos, EPIs, mascarillas, refuerzo de la limpieza, sectorización de espacios, etc.), la persona mayor se encuentra menos expuesta y siempre dentro de unos grupos de convivencia estables”, afirma Fermín García Gollarte, Director Médico de Ballesol.
Pero además de garantizar la seguridad, es preciso dar respuesta a las necesidades físicas, funcionales y también emocionales, afectivas y sociales de las personas. Y eso es, precisamente, algo que no ha cambiado en los centros Ballesol donde los mayores continúan con sus rutinas y las diferentes terapias adaptadas. Y es que desde el trabajo individualizado que se hace con cada residente en el entrenamiento de las actividades de la vida diaria (AVD), hasta la importancia de las dinámicas grupales, todo está enfocado a un objetivo muy concreto: potenciar al máximo su nivel de autonomía y funcionalidad sin olvidar la importancia de las relaciones sociales y el sentimiento de saberse capaces, independientes y parte importante de la sociedad.
Protocolos de seguridad y cuidados dignos
Una gestión, por lo tanto, que combina los protocolos de seguridad con unos cuidados dignos donde priman el respeto, la autonomía de la persona, los nuevos aprendizajes y el cultivo de aficiones. Todo lo cual ha situado a Ballesol en una posición destacada con respecto a otras residencias y grupos residenciales, como queda reflejado en una reciente encuesta elaborada por la empresa independiente Stiga y que pone de manifiesto la tranquilidad de las familias.
“Está siendo un año particularmente complicado para todos, pero más si cabe para una empresa como Ballesol, dedicada al cuidado y bienestar de la población de mayor riesgo frente al virus. Por eso, el hecho de que la satisfacción global de los familiares y residentes se haya elevado en 0,25 puntos y el NPS (índice de recomendación) haya crecido en 15.1 puntos, es para nosotros la mejor noticia y, sobre todo, un revulsivo de cara a continuar en la misma línea lo que resta de esta excepcional situación”, concluye García Gollarte.