El nombre de Gabriel Escarrer Juliá es historia viva del sector turístico mundial. Nacido en el interior de la isla de Mallorca (Porreres, 1935), aunque criado en la ciudad de Palma, lleva más de 60 años al frente de lo que hoy es el grupo Meliá Hotels International (@MeliaHotelsInt), que fundó a los 21 años y que aún preside, aportando la experiencia y el know how adquiridos durante toda una vida y, según sus palabras, “conservando intacta la ilusión por el poder transformador del turismo en la sociedad”.
En 2020, y a sus 85 años de edad, sigue disfrutando del florecimiento de su imperio empresarial, con más de 350 hoteles y resorts en 35 países. Junto con su familia (está casado con Ana María Jaume y tiene seis hijos: cuatro mujeres y dos varones), posee cerca del 52% del grupo Meliá, una de las compañías miembros del IBEX-35. Tiene una fortuna estimada en 1.100 millones de dólares, según el ranking de millonarios de Forbes (@Forbes) de 2019. Y es el sexto empresario más rico del sector turístico en España, de acuerdo al informe Los 200 más ricos de España en 2019, que elabora el diario El Mundo.
Gabriel Escarrer Juliá, fundador y presidente de Meliá Hotels International.
Una de las frases que más se le atribuye es ésta: “El turismo hermana países, supera fronteras, y propicia el desarrollo y el bienestar de los pueblos". Aunque en diciembre de 2016, Escarrer Juliá transfirió las labores ejecutivas de la empresa a su hijo menor, Gabriel Escarrer Jaume (@GabrielEscarrer) (hoy vicepresidente y consejero delegado), él continúa presidiendo el consejo de administración y la junta general de accionistas del grupo hotelero, y muy atento al día a día.
Fuente: Meliá web corporativa
Le inculcó el afán por el trabajo y la vigilancia estrecha del negocio a su benjamín, quien ha referido en alguna ocasión que los lunes, cuando estaba en el colegio, mientras sus compañeros contaban que habían ido de excursión con sus familias, él les contaba los hoteles que había visitado con su padre. Precisamente, a finales de enero de 2020, Escarrer padre entregaba a Escarrer hijo un premio a la Personalidad Turística de 2019 de Hosteltur.
El presidente de Meliá Hoteles continúa muy en la brecha. Hace solo unos meses, en septiembre de 2019, acudía a Cuba a inaugurar, junto al presidente de la isla, Miguel Díaz-Canel, un nuevo hotel cinco estrellas de la cadena, afirmando: "Nunca, ni un solo día, nos hemos arrepentido de apostar con firmeza por este país”. Con Cuba mantiene una relación especial, y de hecho, asistió al funeral de Fidel Castro, con quien le unía un lazo de años, puesto que Meliá fue la primera cadena hotelera internacional que firmó un contrato para gestionar un hotel en la isla, en 1990.
De un hotel de 60 habitaciones a un gigante mundial
Gabriel Escarrer Juliá tenía 21 años cuando en 1956 puso en marcha Meliá. Convenció al propietario del hotel Altair, un establecimiento de 60 plazas en la barriada de Son Armadams, de que se lo alquilara. Su mujer, Ana María Jaume, trabajaba junto a él para sacarlo adelante, y ambos hacían de todo: relaciones públicas, comercial, compradores, directores…
Empezó así una carrera que cambiaría el turismo de Mallorca, abriéndose al mundo a través del ocio de sol y playa. Escarrer estrujó como pocos el ansia de sol de los visitantes europeos y puso unos cuantos granos de arena para modernizar el sector. Continuó con su estrategia de alquilar y comprar hoteles, hasta que a mediados de los años 80 adquirió 32 establecimientos a la cadena Hotasa, con lo cual se convirtió en el propietario de la mayor empresa del ramo en España.
Gabriel Escarrer padre, junto a Gabriel Escarrer, hijo. El fundador sigue siendo presidente de Meliá (no ejecutivo) mientras el hijo es CEO y vicepresidente.
Escarrer procede de una familia humilde de cuatro hijos. Cuando era niño, sus amigos le apodaban el "extranjero" porque era rubio y estudiaba inglés y francés en Palma, lo que entonces era una rareza. Durante las seis décadas que lleva al frente de su emporio, primero se consolidó en España, después dio el salto al Caribe y luego se lanzó a por el Sureste asiático, donde la compañía sigue creciendo en la actualidad. Siempre ojo avizor, desde los años 90, además, amplió su estrategia hacia los hoteles urbanos en España, Europa, Asia y América.
Un emporio dirigido desde Palma, donde nació y vive
En 1996, la compañía comenzó a cotizar en bolsa, lo que dio el pistoletazo de salida a una nueva etapa de crecimiento, que se fue fortaleciendo con la paulatina incorporación de la segunda generación familiar en la gestión del negocio. En 2000, abanderó la operación de compra de Tryp Hoteles, lo que puso a su grupo entre las mayores cadenas mundiales por número de habitaciones, con más de 80.000.
Fuente: Meliá web corporativa
Una de las características de este empresario de enorme olfato es su vinculación a sus raíces, ya que desde siempre ha dirigido su compañía desde Palma, donde vive desde la infancia. Este compromiso con el territorio le ha valido numerosos premios y reconocimientos a lo largo de su vida. Uno de los más emotivos fue la concesión del título Doctor Honoris Causa por la Universidad de las Illes Balears (UIB) en diciembre de 1988.
En 1998 recibió el premio Personalidad turística del siglo, concedido por amplia mayoría en una encuesta realizada a 300 directivos y profesionales del sector. Un año después le llegaron otros tres prestigiosos reconocimientos a su trayectoria, entregados por organizaciones como el Foro Internacional de Inversión Hotelera, la Organización Mundial del Turismo, o los European Hospitality Awards.
Desde 2001 es miembro del exclusivo Salón de la Fama, otorgado por la British Travel Industry. Su candidatura fue avalada por algunos de los más importantes referentes del turismo internacional. En 2006, cuando su empresa cumplía 50 años, recibió la Medalla de Oro de las Islas Baleares.
¿Y el futuro?
Meliá pudo capear la gran crisis financiera que sacudió a toda España entre los años 2008 y 2013, y en diciembre de 2016 llegó el comienzo del traspaso de las labores ejecutivas, que pasaron de manos del patriarca, a las de su vástago Gabriel Escarrer Jaume. Pero eso no significa que el fundador se haya retirado. Cuando se apartó de la primera línea de negocio, aseguró que pensaba seguir yendo a la oficina diariamente.
Sigue muy atento a los movimientos internacionales de la cadena hotelera (en enero de 2020 ha abierto su primer hotel en Tailandia), está al tanto de los proyectos inmediatos (al menos dos hoteles más en importantes destinos asiáticos), asesora en momentos de sustos con consecuencias, como la reciente quiebra del touroperador Thomas Cook, sin perder de vista la actualidad, como el impacto de la crisis del coronavirus en China, donde la compañía opera cinco hoteles: dos establecimientos en Shanghai, uno en Xian, otro en Jinan y otro en Zhengzhou.