La mochila austriaca: ¿quién la financia y quién la administra?
La mochila austriaca complementa la pensión, pero abarata el despido
La mochila austriaca es un mecanismo que impera en Austria desde el año 2003 y que a menudo se cita como modelo a exportar a España, como un instrumento que podría servir para corregir algunas de las ineficiencias que caracterizan nuestro mercado laboral. Numerosos economistas, expertos en finanzas públicas y partidos políticos como Ciudadanos (@CiudadanosCs) o el PP (@populares) defienden que la implementación de la mochila austriaca podría mejorar la sostenibilidad del sistema público de pensiones, aunque con matices y de forma progresiva.
Sin embargo, los sindicatos mayoritarios, UGT y Comisiones Obreras, rechazan de plano el sistema austriaco. En una reciente entrevista con 65YMás, el secretario general de UGT (@UGT_Comunica), Pepe Álvarez, aseguraba que "la mochila austriaca es el despido libre. Significa que tú tienes en tu mochila individual un dinero; si te vas de la empresa te lo llevas, pero si el empresario te despide, te pagan con ese dinero". Por su parte, Unai Sordo (@UnaiSordo), secretario general de CCOO (@CCOO), en otra entrevista con este diario, aseguraba que "si la mochila austríaca conlleva una reducción de la indemnización por despido, ya adelanto que nos opondremos".
Tampoco las empresas se decantan abiertamente por importar la mochila austriaca, al menos hasta que se aclare un aspecto clave: quién la financiaría, ya que en Austria se nutre de fondos aportados por las empresas.
¿Qué es exactamente la mochila austriaca?
Sergio del Campo (Ciudadanos), Roberto Pereira (EAL), Álvaro Granado (KPMG) y Sandalio Gómez (IESE), en un reciente debate sobre mochila austriaca del Consejo de Economistas.
Se trata de un modelo que sustituye la indemnización en caso de despido por una cuenta de ahorro individual, una especie de hucha (o mochila), que se va llenando con las aportaciones mensuales que realiza el empresario. La hucha acompaña a cada trabajador a lo largo de toda su vida laboral, por lo que esas cuotas funcionan como una indemnización diferida para todos los asalariados. El Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero se planteó introducir la mochila austriaca en el año 2010, y Ciudadanos y el Partido Popular (PP) la defienden en sus programas electorales. También, a principios de este mismo año, el Gobierno (entonces no en funciones) de Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) apuntó la posibilidad de estudiar la adopción del modelo.
"Existe margen técnico para implantar el sistema de la mochila austriaca en España, pero falta voluntad política para hacerlo", aseguraba recientemente Sergio del Campo (@sdelcampocs), representante de Ciudadanos en la Comisión de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social en el Congreso de los Diputados. Durante su intervención en el último Panel de expertos reunidos por el Consejo General de Economistas (@EconomistasOrg) para debatir sobre este sistema, Del Campo citó como ventajas “su portabilidad, el fomento de la movilidad o la posibilidad de acumular sus activos a la pensión de jubilación”.
El fondo de la cuestión es quién y cómo se financiaría esa mochila: con aportaciones de la empresa en su totalidad, o de los trabajadores, o con una parte de cotizaciones empresariales que ahora van a las arcas de la Seguridad Social, o una mezcla de dichas fuentes. Tal y como apunta el economista Javier Santacruz (@santacruz_s_a), “lo fundamental para que un mecanismo de este tipo tenga éxito es que exista mayor esfuerzo de ahorro por todas las partes concernidas y que todos estén de verdad convencidos de que es necesario implantarlo. En este caso, al igual que ocurre en los debates sobre los planes de ahorro complementario, lo decisivo es convencer a los sindicatos”, sentencia.
Cinco ventajas de la mochila
Favorece la movilidad laboral
El trabajador puede marcharse de la empresa libremente, llevándose con él la virtual indemnización que haya acumulado a lo largo de los años, pasando de una compañía a otra, sin perder sus derechos. En Austria, cuando un empleado pierde su trabajo, puede cobrar el dinero que exista en su fondo personal de capitalización. Pero también, si una persona decide marcharse voluntariamente de su empresa, puede trasladar esa especie de mochila a otra compañía, sin perder ningún derecho. Roberto Pereira Costa, presidente de Economistas Asesores Laborales (EAL), está convencido de que “fomentaría la creación de un modelo único de contrato, eliminando la dualidad actual, y generaría confianza en el sistema para la movilidad laboral, además de eliminar los agravios comparativos existentes en nuestro modelo de relaciones laborales, con el cobro de las indemnizaciones por despido”.
Puede complementar la pensión
En la eventualidad de que al trabajador no lo despidan nunca, “las cantidades que permanezcan en la mochila al final se transforman en una pata adicional del sistema de jubilación”, según deeclaró a 65Ymás recientemente Raymond Torres (@RaymondTorres_), director de Coyuntura y Economía Internacional de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas @FUNCASES).
El impulso a las pensiones es también un aliciente citado por Álvaro Granado, responsable del Área de Pensiones de KPMG Abogados. “Puede suponer un gran paso en el crecimiento definitivo, y necesario, del segundo pilar de la previsión social complementaria: el ahorro empresarial para la jubilación de los empleados”. Durante su exposición en el IV Encuentro sobre Economía Laboral del Consejo de Economistas, Granado advirtió, eso sí, que además de ser un sistema pensado para el ahorro para la jubilación, es un esquema indemnizatorio por desempleo”.
Reduciría el miedo a contratar
Para Javier Santacruz, la principal ventaja es que "ayudaría a reducir la percepción del empresario de que hacer un contrato sale caro y que el hipotético despido entraña mucha burocracia. En la actualidad, bastantes pequeñas y medianas empresas desisten de contratar por temor a enfrentarse a los procesos en los Juzgados de lo Social por despidos improcedentes”.
Disminuiría la temporalidad
Si la empresa no teme tanto al abultado coste de las indemnizaciones por despido, “podría ser más propicia a realizar contratos estables y se empezaría a disminuir las elevadísimas tasas de temporalidad de la economía española”, en opinión de Raymond Torres.
Ayudaría financieramente a las pymes
Al realizarse las aportaciones de forma continua y eliminarse la indemnización a desembolsar en el momento del despido, "se mejora la situación financiera de las empresas y su capacidad de absorción de perturbaciones", al decir de José Ignacio Conde-Ruiz (@conderuiz), subdirector del think tank Fedea (@socialfedea), autor del informe El fondo de capitalización a la austriaca, junto a Florentino Felgueroso y J. Ignacio García-Pérez. "Esto se debe a que, habitualmente, las recesiones suelen coincidir con condiciones crediticias mucho más estrictas (ya que la percepción del riesgo que tienen las entidades financieras aumenta), con lo que la concentración de indemnizaciones en ese momento puede poner en dificultades a las empresas que tienen más problemas para acceder a la financiación", sostiene Conde-Ruiz.