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La cara B de las pequeñas comercializadoras: Holaluz y Audax, en el foco de las sanciones
Han arrebatado clientes a las grandes eléctricas, pero ¿qué sabemos de ellas?
No es oro todo lo que reluce. Aunque la irrupción de nuevas comercializadoras eléctricas tras la liberalización del mercado dibujaban un nuevo horizonte verde y de compañías de confianza en un sector tradicionalmente opaco y oligopólico, algunos de los nuevos proyectos empiezan ya a mostrar su cara oculta. Pese a que hay que aclarar que en la vorágine liberalizadora han surgido más de 500 empresas de los más variopinto – desde startups, antiguas asociaciones eléctricas o cooperativas– algunas de ellas ya cuentan con una estructura considerable y tras el éxito cosechado han empezado a despertar sospechas entre las comisiones reguladoras.
Entre ellas destacan dos casos de emprendimiento como el de Holaluz- Clidom Energy (@HolaLuzcom), con una carrera meteórica desde su fundación en 2010 y quizás la pequeña comercializadora más conocida por el gran público por ir avalada por OCU en su nacimiento y las tareas de márketing de una de sus fundadoras, Carlota Pi; y por otro lado el Grupo Audax (@AudaxEnergia), que ha pasado de ser una pequeña comercializadora a generar también energía y estar presente en más de 8 países (España, Portugal, Italia, Alemania, Polonia y Holanda). Las acciones de esta compañía dirigida por José Elías fueron además uno de los valores que más rentabilidad ofrecieron en 2019 considerándose la "joya energética del mercado continuo". Ambas empresas están, sin embargo, bajo la lupa de la Comisión Nacional de la Competencia (CNMC) por prácticas de dudosa legalidad entre sus clientes.
Audax, bajo la lupa de Competencia
Audax que "comercializa y genera energía 100% renovable", defiende entre sus objetivos desmarcarse del "trato estándar que ofrecen las grandes compañías eléctricas", basándose "en los valores de cercanía y servicio". Sin embargo, la estructura de esta empresa creada en el año 2000 en Barcelona ha crecido mucho en los últimos años hasta formar parte del Grupo Audax (que integra Audax Renovables– y su matriz Audax Energía) con beneficios que se han triplicado en los últimos años, así como sus clientes. Según publica el diario lainformación.com, la CNMC estaría preparando un expediente sancionador contra el Grupo por prácticas abusivas durante el año 2018, que incluyen la polémica táctica de la venta puerta a puerta, que ha sido recientemente prohibida por considerar que propicia la presión a los consumidores para que firmen nuevos contratos confusos, especialmente entre los mayores.
Algo que la compañía atribuye a las dificultades de controlar la "moralidad y ética de algunos agentes comerciales". Así, aseguran que están colaborando con la CNMC para resolver el expediente sancionador en curso y defienden que tras el control interno realizado han expulsado al agente en cuestión, responsable de prácticas dudosas en más de 10 contratos que no llegaron a materializarse, según explica la compañía a 65Ymás. Lo cierto es que según publica el diario lainformación.com, el Grupo Audax acumula una largo historial de denuncias, especialmente en Barcelona, a medida que ha crecido en clientes (305.000) y ha ido escalando hasta ser la octava comercializadora por cuota de mercado en España, con gran peso en el segmento pyme.
Holaluz, también acumula sospechas y una sanción
Pero Audax no es la única nueva comercializadora bajo sospecha. En enero de 2020, la CNMC sancionaba a Holaluz-Clidom, S.A. con 30.000 euros por no recabar el consentimiento de un consumidor en la realización de un contrato. El consumidor era cliente de otra comercializadora, y al reclamar que había dejado de recibir las facturas de su compañía habitual, tuvo conocimiento de que su punto de suministro estaba siendo comercializado por Holaluz-Clidom, lo que vulnera la Ley del Sector Eléctrico.
Fuentes de la empresa creada por la emprendedora Carlota Pi junto a Oriol Vila y Ferran Nogué, admitieron que cometieron errores en la gestión y aseguraron que tomaron medidas para evitar este tipo de errores. Pero ahí no queda la cosa, la asociación de consumidores Facua (@facua) también denunció ante la CNMC que Clidom Energy usaba el bono social para una oferta engañosa que podía provocar la pérdida del bono social y reveló un vacío que dejó al descubierto los datos de miles de clientes en su web.
La sombra de la morosidad también ha sobrevolado a la compañía. El Ministerio para la Transición Ecológica ya advirtió a esta comercializadora a través de un procedimiento iniciado en julio de 2019 para inhabilitar y traspasar todos sus clientes, unos 205.000, a otra compañía debido al presunto impago a proveedores, concretamente a las distribuidoras de energía. Se le amenazó con que de no satisfacer sus obligaciones, los clientes pasaría forzosamente a un comercializador de referencia. Pero Holaluz rectificó a tiempo y en septiembre el caso fue archivado, según publica el Periódico de la Energía.
Quién hay detrás: José Elías, el CEO de Oro
Pero, ¿quién hay detrás de estas comercializadoras? El accionariado del Grupo Audax tiene una participación mayoritaria de Excelsior Times, una sociedad limitada a nombre de Francisco José Barrios Navarro, que se dedica a "actividades de las agencias de cobros y de información comercial", según su registro legal. El otro 11,52% corresponde a accionistas desconocidos. Aún así en el año 2018 el grupo decidió crear un holding en Luxemburgo para transferir el control de las acciones de sus algo más de 50 filiales generadoras de energía eléctrica. Una decisión que la empresa justificaba como "meramente jurídica, es decir, no obedece a una optimización fiscal como a simple vista pudiera parecer", defendía entonces su director corporativo Eduard Romeu.
Pero lo cierto es que su cabeza visible, el CEO José Elías Navarro, se han convertido en una estrella en el ámbito de los negocios. Así, ha pasado de emprendedor y fundador de la comercializadora Orus Energía tras la liberalización del mercado eléctrico en España, a ser un CEO de oro tras hacerse con Audax Energía aprovechando el boom de las renovables. En 2019, empezó a competir con nombres como Ana Botín, Carlos Torres, Ignacio Galán o Antonio Brufau, al ingresar más de 18,3 millones en sus cuentas, según publica el diario Merca2. Lo ha hecho gracias a la venta de acciones y transmisiones, ejecutando órdenes de 50.400 títulos cada día, tal como publica el medio especializado. La compañía de energía cerró el año 2019 con una cifra de negocio de 414 millones de euros.
Un fondo de pensiones, en el accionariado de Holaluz
El fondo de pensiones vasco Geroa Pentsioak ha sido el último en entrar en el capital de la comercializadora eléctrica Holaluz tras firmar en noviembre de 2019 un acuerdo que incluye la entrada de su directora, Virginia Oregui, en el consejo de administración de la compañía catalana. Así la entidad de previsión social voluntaria (EPSV) supervisada por el Gobierno Vasco, que ofrecen planes de pensiones privados complementarios a las jubilaciones de la Seguridad Social, tiene actualmente el 10% de las acciones de la comercializadora junto a sus fundadores Carlota Pi, Oriol Vila y Ferran Nogué, que siguen manteniendo la mayoría del capital de la empresa.
También el fondo Axon Partners Group (@AxonPG) con sede en Madrid mantiene el 27% de su participación en el accionariado y puesto en el Consejo, pese a la salida de la compañía al Mercado Alternativo Bursátil el pasado noviembre. Este fondo de capital riesgo, que tiene un 27,5% de acciones propias y 25,3% de las acciones son de Manatio SL que tiene como socio único a Alfonso Juan de León Castillejo, entró en el accionariado de la compañía en febrero de 2016 tras una ronda de financiación de la startup, para acelerar el crecimiento de la empresa y su difusión. En 2019, Holaluz cerró con una cifra de negocio de 205 millones de euros, creciendo un 37% respecto al año anterior.
Fuente: Axesor
