Pañales para adultos: el negocio millonario del que nadie habla

El copago en los pañales para adultos: cómo funciona su financiación por la Seguridad Social

Seguramente cuando piense en pañales, se le venga a la cabeza un bebé. Pero el progresivo envejecimiento de la población está haciendo que en países como Japón ya se vendan desde 2014 más pañales para adultos que para niños. En Estados Unidos se espera que las ventas de los productos para mayores crezcan en un 36%, mientras que los de bebés caerán en un 4%, según Bloomberg. Y en Australia, un reciente estudio de las universidades de Queensland y Southern Cross, ha demostrado que hay más pañales de adulto en los vertederos, que de bebés, con la importante carga de residuos que esto puede suponer.

Un negocio millonario, el de la incontinencia en adultos, –que afecta a más de 6 millones de personas en España–, rodeado de muchos tabúes y del que apenas se habla, pero en el que multimillonarios como Elon Musk, ya han puesto el foco. En una reciente entrevista en el podcast Full Send reflexionaba sobre que la mejor "métrica para rastrear" a la evolución de la población es la "proporción de pañales para adultos y pañales para bebés", señalando las estadísticas de Japón. Con ello, aunque se manejan diferentes cifras, se espera que el tamaño del mercado de pañales para adultos a nivel global crezca de 15.147 millones de dólares en 2022 a 24.130 millones de dólares en 2030; según un reciente informe de la consultora The Insight Partners. Por lo que en 65YMÁS nos hemos propuesto conocer un poco más a fondo este sector en España, caracterizado por una gran concentración y la falta de transparencia sobre sus cifras de negocio.

Principales marcas en España: el 'cártel' de los pañales

El mercado de la incontinencia y los pañales para adultos en España está experimentando un fuerte crecimiento de ventas, con una población que envejece progresivamente, según confirman varias consultoras como Business Coot. Este se concentra no obstante en muy pocas manos. Las principales empresas fabricantes de pañales y absorbentes para la incontinencia en España son Laboratorios Indas (más conocida por productos como Indasec o Incopac), Essity (Tena), Hartmann (con su marca Lindor), Ontex (Serenity), Laboratorios Bimédica (ABS) o Procter & Gamble (Ausonia Discreet), al que se le unen marcas blancas de venta en supermercados. Estas grandes empresas copan el 95% de la cuota de mercado en la venta de pañales y productos de incontinencia para adultos, según datos de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (@CNMC_ES).

Es más, el organismo liderado por Cani Fernández multó en 2016 a la mayoría de estos fabricantes a un pago de 128,8 millones por haber pactado acordado y fijado precios de venta absorbentes – que en su mayoría están financiados por la Seguridad Social para los pacientes no hospitalizados– entre 1996 y 2014. En lo que se conoció como "el cártel de los pañales", Laboratorios Indas, Essity (antes SCA), Hartmann, Procter&Gamble (anterior dueña de Lindor), Ontex, Barna Import Medica (Bimedica), Textil Planas Oliveras y Algodones del Bages, fueron sancionadas con millonarias multas, que algunas algunas evitaron por haber colaborado con la investigación del caso. "La conducta consistió en aumentar durante 18 años los precios de venta en más de un 50% para los productos financiados. Los principales afectados fueron los Servicios Autonómicos de Salud y las residencias que son sus principales clientes institucionales, lo que ha llevado en 2023 al servicio Catalán de Salud a reclamar una indemnización por daños y perjuicios a alguna de las grandes empresas de pañales", según explican desde Redi ABogados (@RediAbogados), encargados del caso. 

Cuánto dinero mueven los pañales para adultos en España

Rastrear las ventas de los productos para la incontinencia en España es complicado, ya que las compañías no ofrecen cifras segmentadas y sobre todo porque la mayoría de los pañales están financiados por la Seguridad Social para los pacientes adultos que sufren incontinencia urinaria grave – que se estima que 2,5 millones de personas– y depende de cada comunidad autónoma. Pero según datos de la consultora especializada en productos farmacéuticos Iqvia (@IQVIA_Spain), las ventas totales de estos productos para la incontinencia en España pasaron de las 15.099.961 unidades en 2021 a los 16.202.884 en 2023 por el canal farmacia, lo que supone un incremento del 7% en los últimos dos años. En cuanto al volumen de ventas esto supone un 521 millones de euros por el canal farmacia en 2023, la mayoría para incontinencia moderada/grave. Aunque desde la consultora aclaran esta cifra engloba  tanto los productos de incontinencia para adultos, como para niños.

Sobre lo que sí hay mayor claridad es que el gasto en pañales para adultos constituye la mayor partida del consumo total de productos sanitarios financiados (distintos de los medicamentos) incluidos en la prestación farmacéutica del Sistema Nacional de Salud para pacientes no hospitalizados (un 59,5%). Es decir, que el negocio de los pañales y absorbentes, mueve solo en productos financiados más de 393 millones de euros en importe, según los últimos datos disponibles del Ministerio de Sanidad de 2022, lo que supone también una importante carga para el gasto público.

El mercado se reparte aproximadamente en un 90% productos financiados y 10% productos de venta libre, según fuentes del sector. La mayor parte a través de la venta en farmacias, que es donde los pacientes a los que el médico les ha recetado pañales para incontinencia urinaria grave, suelen acudir a comprar sus pañales. Dependiendo de la comunidad se recetan de 3 a 5 pañales por paciente. Una cifra que los expertos recomiendan adaptar a cada paciente, pero cuya reducción en número en los protocolos de algunas comunidades y residencias ha generado gran polémica en los últimos meses ante las dificultades de los pacientes para cubrir sus necesidades básicas.

¿Cómo afectará el envejecimiento de la población a este mercado?

Según estas cifras, es un mercado que no para de crecer, y todo apunta a que el progresivo envejecimiento de la población hará que su aumento sea aún más exponencial – aunque con matices porque no todos los mayores tendrán problemas de incontinencia–. "Es evidente que tarde o temprano vamos a estar en la situación de Japón, con más pañales para adultos que para niños, debido a una pirámide de población cada vez más envejecida", señala el gerontólogo social Santiago Cambero, profesor de la Universidad de Extremadura. "En 2050, España será el tercer país con la tasa de envejecimiento más alta, solo adelantados por Corea del Sur y Japón, por lo que esto va a suponer cambio en todo el ecosistema humano. Es decir habrá que adaptarlo todo, a las necesidades fisiológicas y de otro tipo que tengan las personas más mayores. Con lo cual, efectivamente habrá menos niños y más personas mayores y es normal que productos como los pañales tengan que reflejar este cambio", para el que considera, "aún no estamos preparados".

Actualmente se estima que una de cada tres mujeres a partir de los 50 años y uno de cada cuatro hombres a partir de los 40 han experimentado pérdidas de orina, según la Asociación de Urología Española (@InfoAeu). Estas cifras revelan que la incontinencia, aunque no está condicionada únicamente por la edad, sino también por disfunciones fisiológicas, toma de ciertos medicamentos y otras patologías crónicas, tiene una prevalencia del 15%. Esto es superior a otras enfermedades mucho más conocidas como la diabetes, la artrosis o la osteoporosis. De hecho, en todo el mundo, 400 millones de personas sufren pérdidas de orina. 50 millones de ellas son ciudadanos europeos y casi 6,5 millones, españoles, con unas tasa de prevalencia que van desde el 10-30% en los mayores que viven en domicilios, y que se elevan al 60-70% entre los que están hospitalizados o viven en residencias, según los expertos. 

El estigma de sufrir incontinencia

Pero la mayoría de los expertos apuntan que el gran problema que rodea a la incontinencia –o pérdida de control sobre orina y heces– es una patología infradiagnosticada, con una importante falta de información de cara a quienes lo sufren y no tratarla a tiempo, puede suponer además un gran gasto tanto para los pacientes, como para las arcas públicas, según señalan los urólogos. "El resultado es que a día de hoy, en el año 2024, la incontinencia urinaria– y sobre todo la fecal, – sigue siendo un problema de salud oculto, lo que condiciona que muchos de los mayores no sean suficientemente valorados y no reciban el tratamiento más adecuado, limitándoles las medidas terapéuticas existentes y revertir el uso del pañal", señala el doctor Carlos Verdejo, miembro de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (@seggeriatria) y expresidente del extinto Observatorio de la Incontinencia. "En este sentido, se estima que aproximadamente, entre un 30-50% de los pacientes mayores con incontinencia no consultan por este problema, ni reciben una orientación diagnóstica, ni un tratamiento adecuado, hasta que ya es demasiado tarde".

Desde asociaciones de pacientes como (@InconAsia) también exigen mayor especialización entre los profesionales sanitarios que recetan los pañales. "El mayor problema de la incontinencia es que no se le trata como una patología principal en los servicios de salud. No te mata, pero te destroza la calidad de vida y no se le está dando la importancia que tiene pensando en la cantidad de personas que tienen incontinencia y en el impacto que tiene en nuestra calidad de vida. Además, no sólo afecta al paciente, sino a todo su entorno y en especial a los cuidadores", señalan. Además recuerda que tiene un alto impacto en el presupuesto público y en la economía de las propias familias, por lo consideran "imprescindible" que tanto la industria como los profesionales sanitarios estén sensibilizados e informados. "Hay casos de personas que se han aislado socialmente y han acabado en depresión por un error en la selección del tipo de pañal", denuncian. Al mismo tiempo, llaman a informar sobre las alternativas al pañal que existes. Y recuerdan que la incontinencia puede afectar significativamente el sentido de dignidad e independencia de las personas que la sufren".