La COVID-19 y su impacto sobre nuestras vidas y sobre los negocios, las nuevas cepas, las vacunas. En definitiva, la pandemia del coronavirus es ahora mismo la primera preocupación de todos los directivos en el mundo. Por detrás quedan otros problemas como la ciberdelincuencia, el cambio climático o las políticas fiscales.
Pero como bien sabemos, ‘Spain is different’, y también lo es en este aspecto. A los CEO españoles lo que más les preocupa es la sobrerregulación, en especial en materia laboral, la incertidumbre política y el populismo.
Es la principal conclusión de la XXIV Encuesta Mundial de CEO, publicada por PwC. Y eso que la encuesta, que se ha realizado con la opinión de más de cinco mil directivos y presidentes de empresas se ha elaborado antes de los últimos acontecimiento y movimientos políticos en España: moción de censura en Murcia, diputados tránsfugas, elecciones en Madrid, salida del vicepresidente segundo del Gobierno, desmoronamiento de Ciudadanos, polarización de los mensajes en torno a términos como ‘comunismo’, ‘libertad’, ‘fascistas’, ‘delincuentes’. Quizá ahora, incluso la sobrerregulación hubiera quedado en un segundo plano frente a la incertidumbre política y el populismo.
En concreto, y según el estudio de PwC, el 74% de los empresarios españoles están “extremadamente preocupados” por la sobrerregulación, seguida de la incertidumbre política y del populismo (70% en ambos casos). Estas cifras contrastan con las de los directivos del resto del mundo, donde la pandemia y otras crisis sanitarias son la primera preocupación para los empresarios (52%) y los ciberataques (47%). En cambio, los riesgos políticos quedan mucho más opacados, ya que la preocupación por estos asuntos es menos de la mitad que en España.
Los CEO españoles, más optimistas por la recuperación, pero sin intención de contratar
Por otra parte, la encuesta también arroja algunos datos alentadores, aunque con un cierto sabor agridulce. Por ejemplo, el 82% de los directivos españoles prevé una recuperación económica este año, una cifra ligeramente superior a la del resto del mundo (76%). Sin embargo, este optimismo no se traslada directamente al empleo, ya que los directivos españoles apuestan por reducir sus plantillas tras los ERTE aplicados en 2020, cuando los del resto del mundo prevén aumentar ya la contratación. “Mientras que el 44% de los CEO mundiales esperan aumentar sus plantillas en los próximos doce meses, el 35% mantenerlas y sólo el 21% reducirlas; en el caso de los españoles, el 34% prevé aumentar el número de empleados, un 22% mantenerlo y un 42% reducirlo”. Sin embargo, las previsiones de empleo mejoran significativamente a tres años vista.
Destinos de inversión
Además, en la encuesta de este año también se observa una reordenación de las prioridades de inversión internacional. Por un lado, las empresas chinas se han dejado de fijar en los pequeños países del sudeste asiático y ya apuestan por la caza mayor: Japón (el 33% de los directivos lo menciona entre sus principales prioridades de inversión, el triple que el año pasado), Alemania (32%, el doble que en 2020), Estados Unidos (31%) y Francia (19%). Por el contrario, las empresas estadounidenses están perdiendo el interés por China, ya que el porcentaje de directivos que la marcan como uno de sus principales destinos de inversión cae al 23%, ocho puntos menos que el año pasado y casi la mitad que en 2019, pero el atractivo de Reino Unido se eleva al 21% tras el Brexit.
