Toni Esteve
Economía
Qué es el euro digital que impulsa el BCE y cómo funcionará
El euro digital sería una forma de pago que complementaría al efectivo, no lo reemplazaría
El Banco Central Europeo (BCE @ecb) está preparando el terreno para el eventual lanzamiento al mercado de un euro digital que “proporcione a los europeos una forma de pago segura, moderna y alternativa". La idea no es erradicar el dinero en efectivo, sino introducir una forma de pago que complementaría. Tampoco se pretende rediseñar el sistema financiero europeo o convertir esta nueva moneda en un vehículo de inversión que afecte al papel de intermediarios que tienen las entidades financieras. Sin embargo, según una encuesta pública realizada por el propio BCE para tantear a los ciudadanos ha puesto de manifiesto que a los europeos nos preocupa la privacidad y la seguridad de las operaciones que hagamos con la divisa digital, y que queremos que su uso sea gratuito y que se pueda utilizar sin conexión a Internet.
La consulta pública sobre un euro digital se inició el 12 de octubre de 2020 y concluyó el 12 de enero de 2021, y se recibieron más de 8.200 respuestas, una “participación sin precedentes en una consulta pública del BCE”. Sus resultados indican que lo que más esperan los ciudadanos y los profesionales de una moneda digital de este tipo es privacidad (43 %), seguida de seguridad (18 %) y la posibilidad de pagar en toda la zona del euro (11 %), sin costes adicionales (9 %) y sin conexión a Internet (8 %). Además, los consultados quieren que el euro digital se integre en los sistemas y aplicaciones bancarias y de pago ya existentes en la actualidad.
Estos datos tampoco son una sorpresa. Los ciudadanos prefieren tener libertad para elegir el modo en el que quieren pagar. De hecho, el Consejo Económico y Social de la Unión Europea (@EU_EESC) reconoce que el efectivo sigue siendo el medio de pago preferido de los consumidores, tanto en comercios como en las transacciones minoristas entre particulares. Y, como declaró recientemente el vicepresidente ejecutivo del Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada, Jesús Sánchez Lambás, "garantizar el acceso igualitario, asegurar la privacidad de la población en sus transacciones comerciales, garantizar la seguridad ante los incidentes tecnológicos o promover la libertad de elección son asuntos críticos que hacen pensar en una larga vida para el efectivo". Según Lambás, " impedir o dificultar el acceso al dinero efectivo no hace otra cosa que incrementar la desigualdad y fomentar un reparto injusto de la riqueza".
Digital, no anónimo
A pesar de que la privacidad es la característica más demandada por los encuestados, el BCE asegura que eso no significa que se pida el anonimato en las operaciones. En este sentido, tanto los ciudadanos como los profesionales y las empresas apoyan que se implementen medidas para evitar "actividades ilícitas" con esta divisa. Únicamente uno de cada diez encuestados apoyó el anonimato total en el uso del euro digital.
Tampoco extraña la preocupación de los ciudadanos por la seguridad de las operaciones digitales, teniendo en cuenta, por ejemplo, que en España el 88% de los ciberdelitos que se producen están relacionados con estafas informáticas vinculadas a pagos digitales, según el VII Informe sobre Cibercriminalidad elaborado por la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior. Por todo ello el BCE ha asegurado que hará “todo lo posible para garantizar que un euro digital cumpla las expectativas de los ciudadanos indicadas en la consulta pública”.
A mediados de 2021, las autoridades europeas darán su visto bueno para que el BCE realice una investigación formal sobre el euro digital. Una vez realizada, se tendrá que volver a decidir si finalmente se implementa. No es una iniciativa aislada, puesto que el Banco de Japón (BoJ) ya ha empezado este mes de abril la primera fase de sus ensayos con moneda digital centralizada, con los que experimentará sus funciones básicas como instrumento de pago.