La recuperación económica es un hecho y el mejor indicador es el empleo. Los afiliados a la Seguridad Social, eliminando el efecto estacional, aumentaron en 45.000 personas y los que estaban en Ertes disminuyeron en 65.000. En línea con la recuperación del empleo en nuestro país, desde ahora y hasta 2030, la creación de nuevos puestos de trabajo va a crecer en un porcentaje del 1% anual. Sin embargo, para el colectivo de trabajadores entre 45 y 66 años, ese crecimiento de empleo será del 2,8%.
Es una de las conclusiones del estudio “Índice ManpowerGroup Séniors (45-55 y 55-66 años) 2021-2030”, impulsado por ManpowerGroup y elaborado por Josep Oliver, Catedrático Emérito de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona.
En concreto, este estudio calcula que el empleo registrará un aumento anual acumulativo del 0,8% entre 2021 y 2030. Y mientras que para los trabajadores comprendidos entre los 16 y 44 años, el empleo caerá un 1’2%, para la ocupación de 45 a 66 años, habrá un aumento, considerable, de los puestos de trabajo, del 2’8%.
Esto añadirá 2,6 millones de nuevos empleos, para los que se requerirá formación técnica (700.000) o licenciatura o ingeniería (800.000). Pese a todo, seguirán faltando activos de 45 a 66 años en el mercado laboral, por lo que entre 1,6 y 2 millones de empleos podían quedar vacantes.
Este importante aumento del empleo para los trabajadores sénior está determinado por la dinámica del sector servicios. Según el informe de ManpowerGroup, el sector servicios añadirá 1,8 millones de empleos de los 2,6 millones que deberían ser absorbidos por esta cohorte.
Ahora bien, no se puede hablar de sectores que vayan a demandan específicamente trabajadores sénior. “No es que haya una demanda específica de séniors por parte de ningún sector”, explica el profesor Josep Oliver. “Es que el tsunami demográfico que estamos viviendo lleva el trabajo hacia adelante, a unas mayores edades. Todos los sectores apostarán por sénior porque lo que viene por debajo es un páramo demográfico, se hunde la población de 40 a 49 años, y también la de 30”, asegura.
La cohorte de 45 a 66 años absorberá una gran porción del mercado laboral español, de hecho va a representar un 47% de la población en edad de trabajar (16-66 años), y el 50% de los ocupados. Ahora bien, mostrará un sesgo todavía más marcado hacia niveles altos de formación, con mayores avances en profesionales y técnicos y empleados cualificados.
Esto significa, según el estudio, que aquellos trabajadores mayores con escasa formación, se encontrarán con muchas dificultades. También, si no hay movilidad demográfica. “El crecimiento de poblacion sénior se concentra fundamentalmente en el litoral mediterráneo y la Comunidad autónoma de Madrid”, dice el estudio.
Además, de no mediar un cambio muy sustancial de la actividad en los mayores de 60 años, y aun considerando un aumento modesto del empleo, en 2030 quedarían sin cubrir entre 1,6 y 2 millones de puestos de trabajo".
El estudio, sin embargo, también muestra la existencia de activos sénior con crecientes dificultades para incorporarse al empleo: el desempleo estructural, aquel de más de dos años de duración, es particularmente elevado para aquellos de 45 y más años, reflejando las dificultades de adaptación de esta oferta a los nuevos requerimientos del empleo.
“El mercado laboral español vive una gran paradoja, en el segmento de mayores de 45 y, específicamente, en el de 55 a 66 años: se crean posiciones y sigue habiendo un alto índice de desempleo, a la vez que faltan profesionales”, ha señalado Raúl Grijalba, presidente de ManpowerGroup España, Portugal, Grecia e Israel. “La formación en habilidades y competencias es la clave para evitar alargar la situación: un país necesitado de inmigración para completar empleos en determinados sectores, regiones y cualificaciones, conviviendo con un porcentaje de profesionales desempleados tan insostenible en lo numérico, como en el coste social que conlleva”.
Entre 2021 y 2030, el empleo sénior crece más a medida que incrementa el nivel educativo. Sin embargo, según el estudio, el empleo no crece para los séniores de los niveles educativos bajos.
El envejecimiento de la población, una revolución demográfica silenciosa que arrancó hace 40 años, se va a precipitar en la década que acabamos de iniciar. En 2030, el mercado laboral español tendrá 8,7 millones de personas en edad de trabajar mayores de 55 años.
La próxima década estará presidida, simultáneamente, por una continuada reducción de los efectivos de menores de 45 años y el correlativo aumento de los de 45 a 66 años. Sólo un cambio radical en las corrientes migratorias, que afectara fundamentalmente a los más jóvenes, podría alterar, aunque sólo parcialmente, este fenómeno. “Emerge un preocupante panorama: en la próxima década los activos potenciales, de 45 a 66 años, son los que más van a aumentar”, asegura Raúl Grijalba,
El trabajo de ManpowerGroup analiza los efectos de del envejecimiento y, en particular, de las consecuencias que tendrá en la próxima década. Y calcula que la edad media de la población en edad de trabajar aumentará en 2030 hasta los 43,1 años, desde los 39,9 años en 2008 y los 42,5 en 2020.
