España le ve las orejas al lobo de la recesión en el primer trimestre de 2023, a la vista del frenazo, casi estancamiento del Producto Interior Bruto (PIB) en el tercer trimestre (mínima alza del 0,2%) y la previsión de prácticamente todos los analistas, que auguran un crecimiento cero o negativo en los meses finales del año y los tres primeros de 2023. La economía española se encuentra de hecho en estanflación al decir de numerosos expertos; un peligroso fenómeno que se produce cuando no existe crecimiento económico, pero la inflación es muy elevada, y suele acarrear aumentos del paro.
En España, de momento, vivimos un casi estancamiento del PIB, con una inflación que se modera pero sigue siendo muy alta (7,3% en octubre), y una ralentización del ritmo de crecimiento del empleo (77.700 personas entre julio y septiembre) conjugada con un aumento del desempleo (60.800 personas en verano), según la última Encuesta de Población Activa (EPA). Una tormenta perfecta, que puede convertirse en huracán, dependiendo de la crisis energética por la guerra en Ucrania, del golpe de la subida de tipos del Banco Central Europeo (BCE) y de la posible recesión de nuestros socios comerciales, Alemania y Reino Unido entre otros, que dañaría nuestro sector exterior y turístico.
Tal como resume el economista José Carlos Díez (@josecdiez), llevamos ya dos trimestres de crecimiento débil o nulo del empleo con inflación alta. "Es una estanflación, pero lejos de la de los años setenta, donde la inflación se fue cerca del 30% y la tasa de paro subió por encima del 20%. Aunque al hablar de futuro nada es seguro, el escenario más probable, sin gas suficiente en Europa este invierno, es de recesión, sobre todo en Alemania, y afectaría negativamente a nuestras exportaciones".
No obstante, "no es de prever un fuerte repunte del desempleo, salvo que la crisis energética se acabe transformando en una crisis financiera y aumenten nuestras primas de riesgo", argumenta Díez.
Cuidado con la 'pelota' de inflación y su rebote
Para José Antonio Herce (@_Herce), doctor en Economía y socio fundador de LoRIS Retirement, con un 7,3% interanual de inflación general y un 6,2% de subyacente se mezclan dos consideraciones: "es positivo que la general haya descendido, pero fundamentalmente por la electricidad (no tanto por el gas), pero resulta negativo que la subyacente no varíe. Si la subyacente no empieza a bajar pronto, podríamos tener una pelota de inflación interna que podría hacer rebotar la general cuando pase el escalón en la segunda mitad de 2023".
Este experto no ve por ahora "el estancamiento con inflación. El empleo no se está precipitando. Si hay un cierto parón y la inflación se suaviza poco a poco, tendremos alguna resistencia. Un riesgo serio, no obstante, es que nuestros socios comerciales entren en recesión. En el plano endógeno no cabe descartar la caída del PIB en trimestres próximos". En cambio, no prevé una fuerte subida del paro por ahora. "Si la cuenta exterior se deteriora mucho por nuestros socios, entonces sí podríamos ver un repunte de la tasa de paro, pero no una reacción fuerte a la eventual caída del PIB", argumenta.
Todos los expertos consultados por 65YMÁS coinciden en que estamos en una situación muy convulsa, tras la pandemia y la guerra de Ucrania, con lo cual, si siempre es difícil hacer pronósticos, ahora mucho más. A Enrique Devesa (@DevesaCarpio), profesor titular de Economía Financiera y Actuarial de la Universidad de Valencia e investigador del IVIE, le parece "más preocupante la desaceleración que el hecho de que al final entremos o no en una pequeña recesión. Confío en que la inflación se siga moderando (el BCE ha dado muestras de que le preocupa) y que consigamos recuperarnos rápidamente, con la ayuda, entre otros, de los Fondos Europeos. Cada vez es más importante que nos demos cuenta de que, afortunadamente, no estamos solos y podemos contar con al Unión Europea siempre que nosotros cumplamos nuestra parte".
"Es probable una recesión, pero corta"
Según María Romero,socia-directora de Economía en AFI (@Afi_es), a corto y medio plazo "vienen curvas, debido a la inflación y a la subida de tipos del BCE, todo lo cual supone un freno al crecimiento económico. Además, el bloqueo energético por la guerra de Rusia está dañando en gran medida las economías de Alemania y Reino Unido, nuestros socios comerciales, y si a ellos les va mal, España se resentirá sin duda".
Los analistas de AFI prevén un comportamiento del PIB del primer trimestre de 2023 muy débil, incluso de signo negativo, para remontar en el siguiente. "Parece probable una recesión, pero muy acotada de intensidad y de duración", considera Romero.
El economista jefe para España de BBVA Research, Miguel Cardoso (@minesoto2003), afirma que, a medida en que vamos observando que la recesión en la eurozona se consolida y la aceleración de los fondos europeos no se produce, "esta situación podría continuar en los siguientes trimestres, ya en 2023. Además, el incremento de los tipos de interés podría comenzar a afectar negativamente la demanda interna en España". Para Cardoso, el crecimiento del 02 % del PIB en el tercer trimestre del año "está en línea con el estancamiento del empleo señalado por la EPA y hace probable que en el promedio de 2022 España crezca un 4,5%".
"El estancamiento económico constatado entre julio y septiembre procede de la caída en las exportaciones, ya que buena parte de la demanda se satisfizo con importaciones, es decir, que buena parte del consumo de los hogares se dedicó por ejemplo a viajes al extranjero. Los números apuntan a que la principal debilidad de la economía está en las exportaciones y en el sector de la construcción, que no termina de tirar".
La recesión, "arma más útil para acabar con la inflación"
El economista Javier Santacruz (@santacruz_s_a) asegura que "estamos en estanflación y al borde de entrar en recesión, al menos técnica, es decir, dos trimestres de PIB en negativo. No queda otra opción más que haya recesión, porque es el instrumento más útil para acabar con la inflación. De hecho, ya está surtiendo un efecto importante sobre los datos del IPC. El problema está en su duración e intensidad, no en que exista. Y, en el caso de España, los indicios y las políticas que se están aplicando nos llevan a pensar que la recesión será más intensa, siendo el país que todavía no ha recuperado los niveles de PIB previos a marzo de 2020".
Respecto al impacto del estancamiento y erosión de la actividad económica sobre el paro, Santacruz augura que "podemos temer un repunte del desempleo, no demasiado fuerte, pero sí considerable".
Antonio Pedraza, presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas, considera que España "ya está en estanflación, debido al bajo crecimiento, casi nulo, en una situación de tasas muy altas de inflación", y le parece decepcionante que el PIB haya crecido tan solo un 0,2% en el tercer trimestre. "El panorama es preocupante: subidas de impuestos, demanda interna y consumo debilitados que se debilita aún más por la fuerte subida de tipos del BCE, que en su lucha por bajar la inflación está castigando a la clase media y baja, por ejemplo, el euribor de las hipotecas va a saltar por encima del 3%, y eso estrangula a las familias", advierte Pedraza, quien además teme que el paro suba, al haber menor demanda.
"Entre enero y agosto han cerrado sus puertas 46.000 pymes y micropymes. Los costes laborales son inaguantables, igual de inaguantables que los precios de la energía", hace hincapié Pedraza.
La subida de las hipotecas enciende las alarmas
Asociaciones de consumidores, de usuarios financieros y sindicatos dan la voz de alarma sobre el perjuicio que va a causar la subida de los tipos de intrés por parte del Banco Central Europeo (BCE) en las familias con rentas más bajas y vulnerables, debido al fuerte encarecimiento de las hipotecas en los próximos meses.
Así, el secretario general de UGT,Pepe Álvarez, critica el "error" del BCE al subir al 2% los tipos de interés, y reclama al Gobierno español que cree un "fondo de solidaridad" y acuda "al rescate de aquellas familias que no pueden pagar la hipoteca". Según Álvarez, "el Estado no puede esperar a que haya muchas familias que se arruinen y que empecemos un proceso de desahucios". Recuerda además que "hoy muchas personas pagan el doble de hipoteca que pagaban antes de la subida de los tipos".
En parecido sentido, el secretario de Estudios de CCOO,Carlos Gutiérrez, avisa de que "el riesgo actual es que una intensa devaluación salarial, resultado del incremento de los precios y el exiguo aumento salarial, provoque una desaceleración económica, que ya se constata, y se avance hacia una recesión. Urge aumentar salarios". Al analizar el dato del IPC avanzado de octubre (subida de precios del 7,3% anual), ha advertido del peliro de la inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni energía).
Impacto en el bolsillo del ciudadano
María Jesús Fernández, economista sénior de Funcas, valora que la tasa de crecimiento del PIB del tercer trimestre (el 0,2%) "no puede considerarse un mal dato, teniendo en cuenta las circunstancias negativas que están pesando sobre la economía. El consumo privado se ha comportado bastante mejor de lo esperado, y también ha crecido la inversión en bienes de equipo. El único componente que ha restado crecimiento ha sido el repunte de las importaciones. De modo que, a la altura del tercer trimestre, la crisis que se barrunta por la crisis energética aún no se ha materializado". Sin embargo, esta experta vaticina que "en el cuarto trimestre de 2022 sí caeremos en tasas negativas de crecimiento del PIB".
Por su parte, el economistaMiguel Ángel Bernal explica que, "desde un punto de vista netamente academicista, la estanflación consiste en un crecimiento bajo, normalmente en los países desarrollados por debajo del 2,0% (caso de España y casi toda Europa), e inflación alta (tal y como la tenemos en los principales países incluido el nuestro), así que puede considerarse que sufrimos el fenómeno de la estanflación". Argumenta que "una recesión en 2023 es más que posible, así como la extensión temporal de la misma, y la cuestión será la profundidad de la caída", señalando que el actual tipo de ciclo económico, muy atípico, "impacta fuertemente en el bolsillo de los ciudadanos: en las rentas del mercado laboral (salarios y número de parados), en la caída del poder adquisitivo, en el aumento del desempleo. Además, los bancos centrales optan por combatir las presiones en precios aumentando los tipos, lo que daña a los endeudados e hipotecados, especialmente a tipo variable".
CEOE afirma que los costes laborales lastran la actividad
La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) prevé asimismo una continuidad en el proceso de desaceleración de la economía española y advierte de que "el encarecimiento de las condiciones de financiación, la alta inflación, los cuellos de botella y las consecuencias de la crisis energética en Europa no dejan margen para el optimismo en próximos meses". Argumenta que los costes laborales unitarios son un 8,8% superiores al periodo prepandemia y denuncia que este repunte para las empresas "resulta inoportuno en un contexto como el actual, de mayores incertidumbres y de encarecimiento de los inputs necesarios para su actividad".
Igualmente, la organización de autónomos ATAconsidera que los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA) apuntan a que 2022 va a finalizar con menos trabajadores por cuenta propia. "Estamos viendo que se está penalizando y castigando a quien crea empleo y esa es la peor noticia, no solamente para crear empleo, sino para mantenerlo ante la situación complicada de incertidumbre y de incremento de costes que están viviendo los autónomos y las empresas”, expone Lorenzo Amor, presidente de ATA.
Cámara de España: desaceleración hasta al menos junio
También la Cámara de Comercio de España prevé que la actividad económica siga ralentizándose, "al menos durante la primera mitad" de 2023. "Lo más probable es que la tasa de crecimiento del PIB continúe moderándose de cara al cierre del año y principios de 2023". De acuerdo con sus estimaciones, el crecimiento para el conjunto de 2022 rondará el 4,1%, un punto menos que en 2021, mientras el empleo aumentará un 2,8%, lo que supondría la creación de cerca de 530.000 empleos en el cómputo global del ejercicio.
La Cámara de Comercio cree que a partir del verano de 2023 la economía podría iniciar "una senda de suave recuperación", asentada en la estabilización de la política monetaria de los principales bancos centrales y en contención de la inflación, principalmente por el efecto calendario. "La inflación se mantiene en niveles elevados y los bancos centrales han continuado endureciendo su política monetaria con subidas recurrentes de tipos de interés para intentar controlarla", resalta.
Sobre el autor:
Pepa Montero
Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).