El Gobierno acaba de dar vía libre a la creación de un fondo con el que costear los nuevos ERTE, aquellos que derivan de la guerra de Ucrania. Patronales y organizaciones de autónomos reclaman que las empresas obligadas a parar o suspender parte de su producción como secuela tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia puedan acogerse a esta ayuda extraordinaria. Para ello, el Gobierno debe decidir qué sectores se ven afectados por una situación extraordinaria y cuáles no. Y por el momento no lo ha hecho.
Con el marco ya creado, el tejido productivo español urge al Gobierno a que ponga en marcha y dote de fondos estas regulaciones de empleo estructurales incluidas en la reforma laboral, el denominado mecanismo RED, para que, cuanto antes, empresas y autónomos afectados por la crisis de precios de falta de suministros y materias primas, puedan acogerse a esta protección para el empleo.
Los ERTE de la nueva reforma laboral pueden tener una dimensión cíclica o sectorial. En el caso de los ERTE sectoriales se prevén exoneraciones del 40% de las cuotas a la Seguridad Social, condicionadas a formación. No obstante, las empresas que quieran adherirse a esta modalidad estarán obligadas a presentar un plan de recualificación de los trabajadores, que incluya la realización obligatoria de actividades de formación para posibilitar la recolocación en otro puesto dentro de la misma empresa o de otras.
Pese a que el fondo ya está creado, está pendiente que el Gobierno permita a los sectores afectados por la crisis de Ucrania acogerse a este mecanismo RED. El Gobierno debe autorizar qué sectores podrán beneficiarse de estos ERTES que exoneran a las empresas.
Las alarmas saltaron cuando el Ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá aseguró que "la activación del mecanismo RED se hace cuando se constata que un sector está significativamente afectado por una situación excepcional. Ahora mismo no encontramos ningún sector que esté manifestando agregadamente eso, ni de lejos... no sé ve, dependerá de la duración de la guerra y del impacto en ciertos mercados".
De no permitir que empresas que ahora mismo están parando su actividad por los precios de la energía, como la siderurgia o automoción, o empresas del sector agroalimentario paralizadas por la huelga de transporte, como el sector lácteo, tendrían que acogerse a los ERTE por causas económicas, técnicas, organizativas y productivas (ETOP) que no contemplan ninguna exoneración de cotizaciones a la Seguridad Social.
El tejido productivo español y los sectores afectados claman para que el Gobierno acelere esta definición, y acepte que atraviesan una situación extraordinaria.
Aún hoy, un total de 104.363 trabajadores, están afectados por algún tipo de Expediente de regulación temporal de empleo por motivo del COVID-19, en las condiciones que el Gobierno mantiene hasta el final de este mes de marzo. Una cifra importante, pero muy por debajo del pico que llegamos a registrar durante los peores momentos de la pandemia. 3,4 millones de personas llegaron a estar afectados por un ERTE.
Antes incluso de que estallara el conflicto armado en Ucrania, ya se había anunciado que las agencias de viajes podrían acogerse al mecanismo RED, puesto que la prórroga de los ertes Covid acaba el 31 de marzo.
