Seis euros y medio al mes, o 40 euros en seis meses, es lo que calcula la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) que van a ahorrarse las familias españolas a la hora de hacer la compra, gracias a la rebaja del IVA de algunos alimentos básicos aprobada por el Gobierno. Una cantidad que resulta muy pequeña en un contexto de escalada inflacionista de todos los precios y, por tanto, de pérdida de poder adquisitivo.
Sin embargo, el coste fiscal de la rebaja del IVA será de 700 millones de euros en los seis meses de vigencia. Según el último boletín de seguimiento de las reformas e inversiones del Plan de Recuperación elaborado por Fedea, solo un 30% del coste que tendrá esta medida de ayuda para el Estado, se trasladará en forma de ahorros a los dos quintiles inferiores de renta.
Para Fedea, es “muy positivo” que el Gobierno haya sustituido la bonificación general a los combustibles por una batería de medidas específicas para los sectores más afectados por el ahorro "sustancial" que implicará para los recursos públicos y porque incentivará el ahorro energético y mejorará el impacto distributivo de las ayudas. Por eso, el organismo ha instado al Ejecutivo a aplicar esta "misma lógica" en el caso de las rebajas de los impuestos sobre la energía y los alimentos básicos para ser reemplazadas por ayudas directas y selectivas.
Llegar a tres veces más de personas vulnerables
De acuerdo con las estimaciones de Fedea, sustituir la rebaja del IVA por ayudas directas concentradas en el 40% de los hogares con menores ingresos, recortaría el coste de la medida a un tercio del actual o podría multiplicar por tres la ayuda media por hogar beneficiario con el mismo coste agregado.
En todo caso, Fedea cree que sería importante asegurarse de que estas ayudas llegarían con rapidez a todos sus destinatarios, incluyendo los menos informados, por lo que apuesta por invertir en un sistema que permita realizar con rapidez envíos de fondos, vía transferencia o menores retenciones del IRPF, a colectivos determinados de acuerdo con condiciones objetivas, como nivel de renta y tamaño del hogar.
De este modo, señala, los posibles beneficiarios se ahorrarían el tener que efectuar una solicitud expresa, evitando la demora en la llegada de las ayudas.
Impuestos cuestionables y arbitrarios
Para Fedea, las medidas "más problemáticas" que el Gobierno ha adoptado en los últimos meses han sido de carácter tributario.
En este sentido, ha criticado que los nuevos gravámenes sobre los ingresos de las grandes empresas energéticas y entidades financieras y el impuesto complementario estatal sobre el Patrimonio se han introducido en una ley con un "apresurado y nada ortodoxo" procedimiento de tramitación.
"Con el fin de evitar los informes y filtros habituales, la norma se ha tramitado como proposición de ley, en lugar de como proyecto de ley, y se ha llegado incluso al extremo de crear una nueva figura tributaria en pocos días y sin filtro alguno a través de una enmienda a un texto ya en estado avanzado de tramitación en el que nada se decía sobre ella", ha denunciado Fedea.
Al margen del procedimiento, la entidad considera que estos tres nuevos impuestos "son muy cuestionables". Asegura que "lo más preocupante" del texto de la ley es "la flagrante arbitrariedad con medidas a dedo sobre ciertas empresas en determinados sectores que no respetan el principio de igualdad y no se ligan a factores objetivos, fundamentándose sólo en meras presunciones y en prejuicios ideológicos, en clara violación de la Constitución y de la Ley General Tributaria".
A su juicio, la ley contrasta "muy desfavorablemente" con la regulación comunitaria que permite un impuesto de solidaridad sobre los beneficios extraordinarios de las empresas energéticas, "calculados con criterios claros", por lo que, para Fedea, debería adaptarse a dicha regulación.
Sobre la economía española, el informe de Fedea, firmado por Ángel de la Fuente, la sitúa en un momento delicado, aunque con buenas perspectivas. El informe recoge que pese a que “los indicios de desaceleración son claros”, la recesión se aleja del horizonte y el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) ha sido “mayor de lo esperado”. En cuánto a la inflación, sigue contenida, en parte, gracias al “buen comportamiento” de los precios energéticos, aunque la subyacente sigue aumentando, por lo que no descarta un posible enquistamiento, en especial si precios y salarios entran en una espiral al alza.
Sobre el autor:
Beatriz Torija
Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.