Si esto fuera un chiste de Gila, ahora mismo, el inolvidable humorista madrileño estaría marcando el teléfono de la muerte para pedirle que espere un tiempo antes de coger la guadaña, a ver si la inflación se relaja, porque ahora mismo, morirnos nos sale por un pico. Pero no, ni estamos en un sketch de Miguel Gila ni la muerte entiende de datos macroeconómicos.
Morir en España es caro. El precio medio de los servicios funerarios está alrededor de los 4.000 euros. Es difícil obtener del sector un precio exacto, porque existen grandes diferencias. Quienes mueran en las grandes capitales, quienes elijan ceremonias y extras en su funeral y quienes fallezcan lejos del lugar donde reposará su cuerpo o sus cenizas, tendrán gastos funerarios mucho más elevados.
El año pasado el sector absorbió la inflación en sus márgenes. En este 2023 los precios han subido, pero de forma contenida. Eso sí, algunos expertos advierten de que la gran subida de precios en los servicios funerarios se produjo antes, en plena pandemia. Ahora, para aliviar la factura, el sector reclama la rebaja del IVA.
¿Cuánto cuesta morir en España?
Para muchas familias afrontar un servicio funerario resulta caro. Alejando Quinzán, secretario general de la Asociación Nacional de Servicios Funerarios (Panasef) señala que “el precio medio de un servicio funerario oscila entre los 3.500 y los 3.700 euros”. Se remite al último informe de la OCU “que es muy objetivo, porque lo realizan en función del precio que han pagado los propios consumidores”, elaborado hace un año y que, por tanto, no recoge las últimas subidas. "Contratar los servicios de una funeraria, que en Madrid ronda, de media, los 5.200 euros para un entierro sencillo", puntualiza la propia organización de consumidores.
“Los precios de los servicios funerarios han subido este año, sí, por la inflación, pero no tanto como otros productos o servicios” explica Alejandro Nieto, fundador y CEO dePazy, una funeraria digital que acaba de desembarcar en España hace apenas seis meses. “El sector registró su subidón en 2020, los precios subieron cerca de un 7% por la rotura de stock de materias primas que hubo”.
“En general, se ha visto poca subida de precios netos en el sector funerario. Sí que han subido la mayoría de los costes principales de las funerarias: personal, combustible (costes de transporte, hornos crematorios), electricidad (muy usada en los tanatorios), pero las empresas funerarias han subido poco las tarifas, o han compensado parte de la subida de tarifas con descuentos, especialmente en las zonas con mayor competencia, con lo que, a ojos del consumidor, ha habido una subida de precios neta prácticamente nula, por debajo de la inflación”, explica a 65YMÁS Marc Vallhonesta, CEO de Funos, comparador de precios y Marketplace de funerarias.
Fuentes del sector asegurador, amplían la horquilla de los gastos funerarios en España desde los 3.500 a los 5.000 euros para un servicio medio, en función del tipo de entierro que se desee contratar. Ahora bien, en el momento en el que haya que sumar factura por traslados, si el fallecimiento se produce en una ciudad diferente de donde reposarán los restos, el gasto se dispara a una horquilla de entre 6.000 y 8.000 euros.
Desde Panasef justifican los precios al señalar que este sector trabaja las 24 horas de los 365 días del año y cada servicio funerario incluye el trabajo de hasta 20 profesiones distintas y muchas acciones.
Seguros de decesos
“Hay que diferenciar muy bien los precios de los servicios funerarios y los precios de los seguros de decesos” explica Alejandro Nieto, de Pazy. “Los precios que sí han subido han sido las primas de los seguros de decesos, ya que las funerarias sí han repercutido la subida de costes a las aseguradoras. Si comparamos datos de crecimiento en número de asegurados, y crecimiento en volumen de primas del sector seguros de decesos, las subidas de tarifas de este año están rondando los niveles de la inflación”, añade el CEO de Funos, Marc Vallhonesta.
Entre enero y septiembre de 2023, los seguros de decesos han registrado un crecimiento anual de sus primas del 5,27%, según el informe "Evolución del Mercado Asegurador. Estadística a septiembre. Año 2023" publicado por ICEA.
Según datos de Unespa, casi un 47% de los españoles tiene contratado un seguro de decesos. El nivel de aseguramiento aumenta con la edad, alcanzando una cota máxima de en torno al 60% a partir de los 70 años. Según la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP), “el de decesos es un ramo con gran arraigo en la sociedad española. Aun tratándose de un seguro no obligatorio es responsable de cerca del 60% de los servicios funerarios prestados en España”.
Entre las “tendencias que detectamos en las familias que contratan servicios funerarios” dice Marc Vallhonesta, es un “crecimiento del interés por dejar solucionado el funeral por anticipado, principalmente a través de un seguro de decesos, pero cada vez más también a través de un plan funerario”, en parte, porque la percepción de que los seguros son caros es cada vez más extendida. “Si tienes un seguro de decesos es posible que pagues hasta tres veces lo que cuesta un servicio”, detalla Nieto.
"La inmensa mayoría de las pólizas de decesos salen más caras que contratar los servicios directamente con una funeraria; de hecho, se puede llegar a pagar hasta tres veces más de lo que costaría un entierro" explica la OCU en un comunicado. "Hay alternativas más interesantes, como reservar un dinero en el banco destinado a pagar los gastos del sepelio", añade.
Los beneficiados del encarecimiento del negocio funerario
El año pasado, y según datos provisionales del Instituto Nacional de Estadística, 463.133 personas fallecieron en España, y en lo que llevamos de 2023 se han producido 227.112 defunciones. En 2022 el sector funerario facturó cerca de 1.653 millones de euros, 23 millones más que el año anterior, dato que supone un 0,13% del PIB, según los datos de Panasef.
Pese a que aún quedan algunas funerarias pequeñas, negocios de carácter familiar, los grandes grupos funerarios no paran de absorberlos y crecer. Detrás de las grandes funerarias, están las aseguradoras líderes en el ramo de decesos. Un negocio combinado para maximizar el beneficio, que no se traduce e precios más ajustados para el consumidor. Mémora es el principal beneficiario del aumento de los precios en este sector. Se trata de la mayor funeraria de España: abarca servicios funerarios, tanatorios, crematorios y gestión de cementerios. Opera en 21 provincias, además de Andorra y Portugal, a través de 146 tanatorios, 39 crematorios y 18 cementerios. Mémora, grupo GCO, la matriz de Occident, la antigua Catalana Occidente.
Le sigue Albia, como segunda gran funeraria y también gran beneficiada del creciente negocio funerario. Albia gestiona 126 tanatorios, 280 centros funerarios, 20 cementerios, 36 crematorios en España y se ha expandido a Argentina. Detrás de Albia, también hay una compañía aseguradora, en este caso Santalucía, que cuenta con una cuota de mercado superior en el ramo de seguros de decesos del 30%. Santalucía, además, posee una participación importante de Unicaja Banco y las residencias de mayores Ballesol.
Ocaso es la tercera compañía en España en el concentrado ramo de los seguros de decesos, con un 17,42% de cuota de mercado. Su filial Servisa también está en pódium de las grandes compañías funerarias de España. Fundada en 1929 por su padre, Ocaso pertenece a la marquesa Isabel Castelo d’Ortega y Cortés.
XX
Clamor por la reducción del IVA funerario
El precio de un ataúd, del transporte funerario, del velatorio, del entierro o de la cremación está gravado con un 21% del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). España es el tercer Estado de la Unión Europea con el IVA más alto a los servicios funerarios, sólo por debajo de Hungría y Grecia, donde se paga un 27% y un 24%, respectivamente.
Portugal, Italia, Dinamarca, Finlandia, Irlanda, Países Bajos y Suecia no aplican IVA a los servicios funerarios por considerarlos esenciales para las familias. El resto de países europeos, sí aplican impuesto al consumo, pero inferior.
Consumidores, asociaciones de mayores y el propio sector de los servicios funerarios clama por una reducción del IVA. Desde el Observatorio de los Servicios Funerarios consideran “injusto e incoherente” que los servicios fúnebres se graven en la actualidad a tasa tasas superiores a los de otros sectores económicos y piden tributar a un tipo reducido.
También desde la Asociación Nacional de Servicios Funerarios lamentan que sea un servicio que tenga uno de los IVA más altos de Europa, y reclaman una bajada del IVA hasta el 12%.
"El IVA es un tema que preocupa mucho a los mayores”, confirma Josep Carné, presidente de FATEC. “El IVA de los entierros, los ataúdes, y los servicios funerarios es muy alto. Hablamos de un coste elevadísimo y que, además es un gasto inevitable, deberían tener un IVA más reducido, o que los servicios funerarios se puedan deducir en la Renta”, añade.
"No existe impedimento legal" para que los servicios no puedan tributar a un tipo reducido, asegura Ignacio Martín, socio fundador de Cazorla Abogados, y especialista en Derecho Administrativo y Tributario y en procesos Contencioso-Administrativos. “Es cuestión de “voluntad política y se puede revisar”, asegura. Para lograr este objetivo, los expertos aseguran que será necesario que el servicio funerario sea considerado como esencial en su conjunto, sin disgregar por prestaciones.
Antes del 2012, la tasa del IVA para los servicios fúnebres era del 8% pero, en el marco de la crisis financiera, y con el objetivo de aumentar la recaudación pública en plena crisis, el gobierno de Mariano Rajoy decidió subir este impuesto. Desde entonces, el IVA funerario se ha mantenido en su nivel máximo.
“Gazpacho” normativo entre comunidades que distorsiona precios
Otro factor que penaliza a los consumidores es la dispersión normativa que se da entre las diferentes regiones. El sector de los servicios funerarios demanda una nueva legislación que regule aspectos comunes al sector y que permita a cada Comunidad Autónoma poder abordar esa normativa de manera más homogénea. Las familias son las "máximas damnificadas" por este "gazpacho normativo", ya que son las que sufren el impacto de esta "maraña" por la falta de uniformidad, asegura María Dolores Asensi, presidenta del Observatorio de Servicios Funerarios.
Luis María Cazorla Prieto, socio fundador y presidente de Cazorla Abogados, ha calificado la actual legislación de "preconstitucional", pues data del 1974, mientras que Ignacio Martín, socio fundador del despacho de abogados, ha defendido la armonización de la normativa para que "el sector avance y dotarlo de seguridad jurídica".
Para el secretario del Consejo de Administración de la Empresa Municipal de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid, Carlos Sanza, existe "interés" por parte de los grupos parlamentarios en abordar esta cuestión, aunque hay un problema de competencias en cuanto a quién lo debe liderar.
“En la mayor parte de España los cementerios son de responsabilidad municipal. Y en muchos casos son los grandes responsables de la elevada factura que deben pagar los usuarios cuando hay un fallecimiento”, dicen desde la Organización de Consumidores y Usuarios. El servicio de cementerio incluye, el de inhumación y el coste de la unidad de enterramiento, “pero algunos ayuntamientos exigen el pago de tasas adicionales relacionadas con el mantenimiento, movimiento de lápidas, etc”. Así, el estudio de la OCU señala como precio medio de este servicio, (eligiendo el más sencillo disponible) 646 euros, pero advierte: “las diferencias son muy llamativas, por una inhumación los vecinos de Madrid pagan unos 1.600 euros”.
“El precio medio de los servicios funerarios varía mucho por provincia, en función del nivel de competencia que haya. Los precios medios de un servicio funerario están entre los 3.500 y los 4.000 euros de media en España, pero hay provincias y ciudades donde el precio supera fácilmente los 5.000 o 6.000 euros como son Vigo, Alicante, Santander, Madrid o Barcelona” explica a 65YMÁS, Marc Vallhonesta.
“Lo que en Valencia cuesta 800 euros, en Madrid o Barcelona son 2.000; en Ciudad Real o en Asturias alrededor de los 4.000 y en Segovia, 6.000, una incineración directa, sin velatorio ni nada más”, coincide Alejandro Nieto. “Hay provincias donde hay más competencia y por lo tanto los precios son más bajos, y donde hay monopolios sin apenas competencia los precios son mucho más elevados. Esto, en la era de la digitalización, es absurdo. Los costes son iguales: la luz, la madera, el gas… para todos los proveedores, en Barcelona o en Cádiz”, concluye.
Caen las defunciones
En comparación con el año pasado, “en 2023 se observan, de manera provisional, aproximadamente 12.000 defunciones menos, con una curva de decesos mucho menos pronunciada en los meses de enero, mayo y junio.
Aparentemente, el número total de fallecimientos en el presente año se va a situar en cifras similares a las registradas en los años anteriores a la pandemia ocurrida en 2020”, destaca la ‘Radiografía del sector funerario 2023’ de la Asociación Nacional de Servicios Funerarios.
Las incineraciones, cada vez más, y más caras
Desde que en 1963 la Iglesia Católica aceptara la incineración para sus fieles, y creciera la instalación de hornos crematorios, la opción de la incineración no ha dejado de crecer. En 2022 el número de incineraciones realizadas en España se mantuvo estable respecto a 2021: el 44,99% de los fallecidos fueron incinerados frente al 55,01% que fueron inhumados. En las capitales de provincia, sube el número de incineraciones hasta representar ya el 55,2% de los fallecimientos, desde el 52% anterior. España, dispone ya de 537 hornos crematorios, un 10% más que en 2021.
“No todos los cementerios ofrecen la posibilidad del crematorio”, señalan desde la OCU. “En general el precio de este servicio de incineración tiene un coste que guarda cierta relación con el servicio de cementerio. No obstante, llama la atención que, mientras que el precio de la inhumación subió un 5,5% desde 2013 a 2021, en la incineración esa subida fue mayor, del 6,8%”.
Observamos “crecimiento de la incineración. Los mayores desean ser incinerados cada vez más, de hecho, es el deseo de alrededor del 70% de personas mayores”, indica Marc Vallhonesta.
Tendencia: comparar precios para ahorrar y funerales sencillos
Si el gasto en servicios funerarios no se ha disparado es, en parte, porque las familias están más preocupadas por los precios, comparan y eligen servicios más sencillos y austeros. El factor precio ha pasado a ser el más importante para las personas de 65 años o más, y es el segundo factor más importante a la hora de escoger funeraria para la mayoría de ciudadanos, según el Barómetro 2023 sobre el sector elaborado por Funos. “Las familias son cada vez más sensibles al precio, y más conscientes que existen diferencias significativas de precio y que se puede ahorrar”, confirma Vallhonesta.
“Las familias quieren cada vez servicios funerarios más sencillos, o no quieren servicios suntuosos, cada vez gastan menos en el ataúd, que es la partida más cara (un 78% no desearía un ataúd caro para su propio funeral), recortan velatorios (un 70% desearía un velatorio corto para su propio funeral), simplifican los servicios, reducen extras”. Así, los servicios funerarios directos (sin velatorio ni ceremonia) ya no son una excepción y “de los ciudadanos que han perdido a alguien después de la pandemia, la mitad saben de familiares, amigos o conocidos que han fallecido y no ha habido velatorio” añade el experto.
“La tendencia es salir de lo tradicional, con funerales más sencillos, los velatorios se transforman hacia celebración de homenajes, muy personalizados, lo que en EEUU se llama ‘memorial’, con recuerdos, con tecnología”, dice Alejandro Nieto, de Pazy.
Sobre el autor:
Beatriz Torija
Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.