La inflación, lejos de estar controlada: sube por cuarto mes consecutivo

Los supermercados disparan sus precios una media del 38% en apenas tres años

El IPC vuelve a dispararse en marzo: sube al 3,2% por el encarecimiento de luz y gasolinas

En el mes de abril, los precios de la cesta de la compra volvieron a subir, por cuarto mes consecutivo, lo que confirma que la inflación en España está todavía lejos de ser controlada, pese a los mensajes tranquilizadores del Gobierno, que apuntan a que lo peor ya ha pasado. Sin embargo, los bolsillos de los ciudadanos en general, y de los pensionistas en particular, continúan sufriendo la fuerte carestía cada vez que hacen la compra en el supermercado, donde los precios se han elevado de media el 38% en los últimos tres años. Y con algunos alimentos especialmente disparados, como el aceite de oliva (225%), el azúcar blanco (91%), el zumo de naranja (81%), los huevos (67%) o el arroz redondo (66%), que se han convertido en prohibitivos entre finales de 2020 y diciembre de 2023, según un informe de la OCU.

La carestía no afecta solo a los alimentos de consumo básico, sino a los recibos de la luz, del gas y a las gasolinas, entre las facturas básicas y gastos que soportan los hogares españoles. Así lo acaba de confirmar el Instituto Nacional de Estadística (INE), que este lunes ha publicado el Índice de Precios de Consumo (IPC) de abril de 2024, que constata un incremento del IPC de 7 décimas en tasa mensual (abril respecto a marzo), registrando así su cuarto incremento mensual consecutivo y uno de los más elevados desde enero de 2023 (ver gráfico inferior).

Igualmente preocupante es la evolución anual de la inflación (abril de 2024 frente a abril de 2023), donde se comprueba que los precios se han incrementado el 3,3%, debido al encarecimiento del gas y de los alimentos, según los datos avanzados este lunes por el INE. También el Ministerio de Economía explica que la evolución del IPC "se vio afectada por el efecto base, debido al mejor comportamiento de los precios del gas y alimentos el año pasado", o lo que es lo mismo, por el peor comportamiento de gas y cesta de la compra este año. 

Precisamente, sobre los precios del gas, el último informe de Crédito y Caución advierte de que se mantendrán altos hasta 2025, a pesar del reequilibrio de 2023, señalando que la volatilidad del mercado del gas sigue siendo elevada y los precios "muy por encima" de sus medias históricas, tanto en Asia como en Europa.

Pero el gas y la cesta de la compra no solo los únicos productos que alimentan la inflación, ya que en el ascenso del IPC interanual en abril ha influido también el recibo de la luz, que se ha abaratado menos de lo que hizo en abril de 2023, tal como pone de relieve la oficina estadística.

Como resultado de todo ello, la inflación interanual encadena dos meses consecutivos de ascensos, después de las cuatro décimas que subió en marzo. Y la realidad, por tanto, es que los ciudadanos llevan 8 meses con aumentos de precios interanuales superiores, o que rondan el 3% (el único mes que no lo superó, febrero, el IPC fue del 2,8%), lo que indica la resistencia de las tensiones inflacionistas a desaparecer (ver gráfico superior). 

Aunque este nuevo repunte de la inflación en abril deberá ser confirmado por Estadística el próximo 14 de mayo, lo cierto es que las alertas siguen activadas, y que los precios de la cesta de la compra están muy cerca de los niveles con los que arrancó el ejercicio (3,4%). 

Precios muy altos... y no ha llegado el verano

El Índice de Precios de Consumo comenzó a repuntar con fuerza en mayo de 2021, cuando marcó un 2,7% de alza interanual. Desde entonces, siempre fue hacia arriba, marcando niveles récord de encarecimiento nunca vistos, hasta que, en julio de 2022, se alcanzó el pico de inflación, con un incremento inédito del 10,8%.

A partir de entonces, la inflación fue disminuyendo todos los meses, hasta descender incluso del umbral del 2% (la tasa de referencia del Banco Central Europeo), y en junio de 2023, marcó su menor tasa anual, con un 1,9%.

Sin embargo, la alegría no duró mucho, puesto que a partir de entonces la inflación ha vuelto a coger carrerilla y ya no ha bajado del 2%, que es el objetivo deseado por el BCE. Los dos últimos y sucesivos encarecimientos registrados en marzo y abril de 2024 sitúan la inflación interanual por encima del 3%, cuando estamos a las puertas del verano, que tradicionalmente suelen ser meses de mayor carestía, debido a la expansión del gasto de las familias con motivo de las vacaciones veraniegas. 

La menor tasa subyacente en abril da esperanzas

Donde sí se aprecia un signo de esperanza es en la tasa de la inflación subyacente, que es el indicador que muestra la evolución de los precios sin tener en cuenta los alimentos no elaborados ni productos energéticos (es decir, la que elimina los productos más volátiles), y que en abril bajó cuatro décimas (hasta el 2,9%), lo que significa cuatro décimas por debajo del IPC general.

La importancia de este indicador radica en que se trata de la primera vez en casi dos años en que la inflación subyacente es inferior a la inflación general.

El Gobierno quita hierro al nuevo repunte

Frente a este nuevo repunte mensual y anual de la inflación en abril, el Gobierno sostiene que "los datos de inflación siguen reflejando la capacidad de la economía española de compatibilizar el mayor crecimiento económico entre los principales países de la zona euro con una moderación de los precios y el mantenimiento del apoyo a los más vulnerables". Y prefiere ver el vaso medio lleno, asegurando que se está produciendo una "moderación gradual de la inflación", que se traduce en la "mejora del poder adquisitivo de las familias y la competitividad de las empresas españolas", según las propias palabras del ministro, Carlos Cuerpo.

"Esto de nuevo es una señal positiva, puesto que vamos avanzando, progresando en esta moderación progresiva de los precios, tal y como también prevé el propio Banco de España para este año y para el próximo", ha subrayado.