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El grupo de analistas creado por el Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada para buscar opciones de salida a la crisis provocada por la pandemia del Covid-19 considera que, en el actual contexto de crisis sanitaria, no es recomendable restringir el uso del dinero en efectivo tal y como han señalado la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los bancos centrales de varios países.
En un comunicado, el Instituto Coordenadas advierte de que las restricciones al uso de dinero en efectivo que se están difundiendo desde diversas autoridades territoriales y que ponen como motivo reducir las posibilidades de contagio por la actual pandemia del Covid-19 están "acentuando la exclusión de sectores sociales muy vulnerables, que solo tienen ese medio de pago para garantizar su subsistencia".
La institución recuerda que las afirmaciones de la OMS y las advertencias de diferentes bancos centrales, entre ellos el Banco Central Europeo, el Banco de España, el Bank of England o el Bundesbank, entre otros, sobre el bajo riesgo en el contagio que comporta el efectivo. Estas organizaciones han insisten en que billetes y monedas tienen las mismas posibilidades de transmisión que cualquier otro tipo de materiales y objetos como barandillas, pomos, tarjetas de crédito o teléfonos y que después de su uso, al igual que el de cualquiera de estos objetos, es preciso aplicar las medidas de higiene recomendadas, como lavarse las manos.
En su comunicado, Instituto Coordenadas expone que pese a la postura de esas instituciones, cadenas minoristas de alimentación y otros servicios básicos y autoridades regionales de Madrid, Andalucía, Baleares, País Vasco, Comunidad Valenciana, entre otros, "alentaron el uso de medios de medios de pago electrónico para cuestiones esenciales como la compra de comestibles o el transporte público".
"De acentuarse y extenderse esta estrategia habría un importante núcleo social que quedaría especialmente desprotegido y vulnerable en esta situación de crisis global provocada por la pandemia", alerta la institución.
El grupo de análisis mantiene que actualmente algo más de un millón de españoles no tiene acceso a oficinas bancarias o a puntos de acceso al dinero en efectivo y prevé que en menos de cinco años se encontrarán en esa situación tres millones de personas, dado el ritmo de cierre de oficinas bancarias y la expansión del dinero de plástico.
Medidas para que el efectivo fluya
Instituto Coordenadas insiste en que "es muy peligroso restringir y limitar el uso de la forma de pago más usada, más extendida y más democrática" porque muchas personas mayores no habituadas a medios de pago electrónico o ciudadanos de zonas rurales donde en los negocios escasean los TPV, "pueden ver incrementadas sus dificultades y riesgos de exclusión a las ya de por si previsibles por la pandemia".
El análisis del Instituto señala que la pauta de actuación institucional en este sentido debería ser la contraria, "la de eliminar factores de exclusión para los más vulnerables" y apunta a que algunas autoridades monetarias, como el Banco de Canadá, han tomado medidas concretas para que el flujo de dinero efectivo no se reduzca y fluya con normalidad, "conscientes de que es un factor esencial de protección y defensa de la actividad diaria para una buena parte de la población".
El vicepresidente ejecutivo del Instituto Coordenadas, Jesús Sánchez Lambás, ha señalado que los documentos analizados y elaborados por la institución constatan que "impedir o dificultar el acceso al dinero no va a hacer otra cosa que incrementar la desigualdad y fomentar un reparto injusto de la riqueza". "Eso se va a ver con muchísima más claridad en la actual situación de crisis sanitaria que padecemos. El derecho a disponer de efectivo es, hoy, esencial", ha concluido.