La inflación dio un respiro en marzo (que podría ser solo aparente y transitorio), al mostrar signos de empezar a moderarse, aunque es pronto para saber si la tendencia a la ralentización de los precios se consolida, ya que el 3,3% de subida de la tasa anual en el tercer mes de 2023 podría deberse al efecto escalón en electricidad y carburantes, ya que en marzo de 2022 se produjo un fuerte aumento de precios, con lo cual, al comparar la situación actual, el resultado puede ser más aparente que fundamental.
Además, los alimentos siguen disparados, y la inflación subyacente continúa en niveles muy altos, lo que apunta a que las tensiones inflacionistas están lejos de desaparecer de la economía española.
Con todo, y de momento, tras meses registrando tasas muy elevadas, con duros golpes para el bolsillo de todos los consumidores, especialmente los de rentas medias y bajas, los precios han empezado a bajar en marzo, con un recorte de 2,7 puntos en su tasa interanual, hasta el 3,3%, por el abaratamiento de la electricidad y los carburantes y por el hecho de que los precios de alimentos y vestido y calzado aumentaron menos que en igual mes de 2022.
Fuente: INE
Según confirman los datos definitivos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), esta moderación de la tasa de crecimiento interanual del IPC sitúa la inflación en su menor nivel desde agosto de 2021, cuando se registró también una tasa del 3,3%, y supone romper con dos meses consecutivos de ascensos que llevaron el IPC hasta el 6% el pasado mes de febrero. La tasa interanual del IPC no se había reducido tanto en un mes (-2,7 puntos) desde mayo de 1977.
Los alimentos suben el 16,5%
Esta moderación de la inflación general tiene su contrapunto negativo en los alimentos, cuyos precios, según Estadística, crecieron en marzo un 16,5% en tasa interanual, una décima menos que en febrero, cuando aumentaron un 16,6%, tasa récord desde 1994.
En este comportamiento influyó el hecho de que pescado y marisco, leche, queso y huevos y aceites y grasas subieron sus precios menos que en marzo del año pasado. Por el contrario, los precios de las legumbres y hortalizas y de otros productos alimenticios subieron más que en marzo de 2022.
La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha puesto en valor la moderación en una décima de los precios de los alimentos y el "buen comportamiento" de los precios de la electricidad gracias a la excepción ibérica y de los carburantes.
Inflación subyacente más alta en 40 años
Por el contrario, la inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) bajó tan solo una décima en marzo, hasta el 7,5%, situándose 4,2 puntos por encima del IPC general y en sus valores más altos en más de 40 años.
La brecha entre la inflación subyacente y la tasa general es la más pronunciada desde agosto de 1986, cuando el INE empezó a calcular la primera.
El Ministerio de Asuntos Económicos ha destacado que la inflación subyacente bajó en marzo por primera vez desde el pasado mes de septiembre, al tiempo que ha resaltado que España se mantiene entre los países con la inflación "más baja" de la Unión Europea.
El IPC aumenta el 0,4% en tasa mensual
Analizado en términos mensuales, es decir, comparando marzo con febrero, el IPC registró un aumento del 0,4%, cinco décimas menos de lo que subió en febrero (+0,9%) y 2,6 puntos por debajo de lo que lo hizo en marzo de 2022, cuando los precios se dispararon un 3%.
Fuente: INE
Según detalla la oficina estadística, en este incremento mensual de los precios influyeron varios factores, entre ellos los alimentos, que se encarecieron el 1,1% respecto a febrero por las subidas de precios en la mayor parte de sus componentes, especialmente de legumbres y hortalizas, carne y otros productos alimenticios.
Las rentas bajas sufren mayor impacto
Los hogares con rentas bajas y medio-bajas son las que sufren un mayor impacto en esta situación de inflación disparada y prolongada en el tiempo, ya que son las más expuestas al encarecimiento de los alimentos en el último año. Así lo refleja el Banco de España en su informeEvolución reciente de los precios de consumo de los alimentos en el área del euro y en España, donde alerta de que esta situación puede hacer que estas familias tengan mayor dificultad para acceder a una alimentación saludable y puede obligarlas a reducir el gasto en otras cosas.
Además, a la autoridad monetaria también le preocupa el repunte de los precios de los alimentos, porque influye con fuerza en las expectativas de inflación de los consumidores, que son la base de sus decisiones de gasto, inversión o endeudamiento. Esto, asimismo, puede acabar repercutiendo en la política monetaria. En su informe, el Banco de España sostiene que el alza de los precios de los alimentos en España es muy similar al de la eurozona, si bien este tipo de productos pesa más en la cesta de consumo nacional.
Sobre el autor:
Pepa Montero
Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).