IPC disparado: Canarias, Baleares y Andalucía, las comunidades más golpeadas por el alza de precios

Los precios siguen disparados en abril, aunque los alimentos parece que tocan techo

La inflación vuelve a las subidas y repunta ocho décimas en abril, hasta el 4,1%

Cesta de la compra: los precios seguirán en niveles muy altos hasta verano, alertan expertos

Hace dos años, la inflación comenzó a dispararse en España: en abril de 2021, el coste de la vida se encareció el 2,2% en tasa anual, superando ese 2% que es el objetivo de inflación fijado por el Banco Central Europeo (BCE), según el cual es compatible la estabilidad de precios con el crecimiento económico sostenible. Veinticuatro meses después, tras haber rozado máximos del 11%, el Índice de Precios de Consumo (IPC) continúa disparado y sin visos de estabilizarse, pese a los mensajes conciliadores del Gobierno, que asegura que la carestía inusitada de los alimentos parece haber tocado techo.

La realidad cotidiana que se vive en abril de 2023 es que comprar los productos de alimentación básicos, llenar del depósito de gasolina, alumbrar y calentar la casa en invierno y poner el aire acondicionado en verano, son lujos prohibitivos para cientos de miles de hogares de pensionistas, y representa un incremento del gasto insufrible para todos. Los alimentos son hoy el 13% más caros que hace un año, el lPC ha repuntado el 4,1% y la inflación subyacente sigue por las nubes (6,6%), como demuestran los datos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Esta enésima subida de los precios de consumo se debe al mayor coste de los carburantes y a que la factura de la luz ha bajado menos en abril de este año de lo que lo hizo en el mismo mes de 2022. Además, el hecho de que la tasa subyacente supere en mucho la general (6,6% frente a 4,1%) confirma que las tensiones inflacionistas se han enquistado en la economía española.

La escalada imparable de precios no parece tener fin: el 2,2% de alza anual del IPC en abril de 2021, empeoró, hasta convertirse en una subida del 8,4% en abril de 2022, y dos años después y a pesar de las medidas de contención de la inflación arbitradas por el Gobierno, en abril de 2023 sigue siendo del 4,1% (ver evolución en tabla inferior):

INFLACIÓN, TASA ANUAL ABRIL 2021-2023

Canarias, Baleares y Andalucía: más turismo, más IPC

Este encarecimiento inaudito es especialmente insufrible en algunas autonomías, y así, en el último mes, la tasa anual del IPC ha subido en abril en todas las comunidades respecto a marzo, siendo los mayores repuntes, de una sola tacada, los de Baleares (+1,2 puntos), Cantabria (+1,1 puntos) y Comunidad Valenciana (+1 punto).

Sin embargo, es la comparativa anual estricta (esto es, al comparar abril de 2023 y 2022) la que muestra el panorama más amplio de las autonomías más golpeadas por los aumentos de precios de la cesta de la compra en el último año. El encarecimiento muy superior a la media del conjunto del país se produce en las regiones eminentemente turísticas, las de turismo masivo ligado en esencia al tradicional modelo de sol y playa.

Y así, en tasa interanual, Canarias sufre una tasa de inflación superior al 5% (en concreto del 5,5%). Tras estas islas se sitúan, con las mayores tasas de IPC en comparativa anual, Baleares, Murcia y Andalucía; las tres con tasas de incremento del 4,6%, de acuerdo con los datos publicados por el INE.

Ligeramente por encima de la subida media se sitúan Cantabria (4,3% de alza respecto a abril de 2022), País Vasco y Navarra (ambos con un 4,2% de encarecimiento anual), así como la Ciudad Autónoma de Ceuta (aumento interanual del 4,5%). 

Por el contrario, en el mes de abril, las tasas más moderadas de subidas del IPC se registran en Aragón (+3,3%), seguida de cerca por Madrid (+3,4%), Extremadura (+3,8%) y Cataluña, que cerró con una tasa anual de encarecimiento del 3,9%.

El Gobierno quita hierro al repunte de IPC de abril

El Ministerio de Asuntos Económicos, a cuyo frente se halla la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, quita hierro al repunte general del IPC de abril, achacándolo al "efecto base" que supone comparar los datos con los de abril del año 2022, ya que en ese mes empezó a bonificarse la gasolina con 20 céntimos. El ministerio resalta que la inflación general es ahora "la mitad" de la registrada un año antes.

Calviño ha destacado que los datos conocidos este viernes reflejan una "fuerte bajada de la inflación de los alimentos, que está permitiendo también una bajada de la inflación subyacente". Si bien ha reconocido que en estos meses del año hay "una enorme volatilidad", ha sostenido que los niveles de inflación son "aproximadamente la mitad" de los que había hace un año, lo que es "fundamental".

Sin embargo, dentro del Gobierno, otras voces son menos optimistas, como la del ministro de Consumo, Alberto Garzón, que reclama seguir adoptando medidas, para que "todo ciudadano en España pueda tener acceso a una cesta de consumo saludable y asequible". A su juicio, "cada vez está más claro que uno de los problemas de la ciudadanía en este momento es el encarecimiento de la vida", la pérdida de poder adquisitivo y el encarecimiento de las cestas de consumo saludable, y esto, según el titular de Consumo, "está propulsado fundamentalmente, y cada vez hay mayor acuerdo en ello, por el incremento abusivo de los márgenes de beneficio empresariales”.

Mayor estrechez para las rentas bajas

Las altas tasas de inflación que padece España desde hace dos años las sufren en mayor medida los hogares con rentas bajas y medio-bajas, ya que son las más expuestas al encarecimiento de los alimentos en el último año. Así lo refleja el Banco de España en su informe Evolución reciente de los precios de consumo de los alimentos en el área del euro y en España, donde alerta de que esta situación puede hacer que estas familias tengan mayor dificultad para acceder a una alimentación saludable y puede obligarlas a reducir el gasto en otras cosas.

A la autoridad monetaria le preocupa el repunte de los precios de los alimentos, porque influye con fuerza en las expectativas de inflación de los consumidores, que son la base de sus decisiones de gasto, inversión o endeudamiento. Esto, asimismo, puede acabar repercutiendo en la política monetaria. En su informe, el Banco de España sostiene que el alza de los precios de los alimentos en España es muy similar al de la eurozona, si bien este tipo de productos pesa más en la cesta de consumo nacional.