La inflación en España no da tregua, pese a las medidas arbitradas por el Gobierno, y la espiral de subida de precios sigue machacando con fuerza el bolsillo de los pensionistas, que ven cómo su poder adquisitivo se deteriora más, mes a mes, con pérdidas de poder de compra de más del 6%.
Las cifras son contundentes: la inflación anual estimada del IPC en julio de 2022 es del 10,8%, de acuerdo con el indicador adelantado elaborado por el INE, un dato que supone un aumento de seis décimas en su tasa anual, ya que en el mes de junio esta variación fue del 10,2%, y se situaría en su nivel más alto desde septiembre de 1984.
Fuente: INE
Esta evolución es debida, principalmente, a la subida de los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas y de la electricidad (la cual registró una bajada en julio de 2021) y al comportamiento del vestido y calzado, cuyos precios bajan menos que el año pasado.
Destaca también, aunque en sentido contrario, el descenso de los precios de los carburantes.
En cuanto a la evolución mensual, los precios de consumo registrarían en julio una disminución mínima del 0,2% respecto al mes de junio, según el indicador adelantado del IPC, que ha publicado el INE este viernes.
Fuente: INE
Alarma por la subida de la subyacente
Otro dato muy preocupante es la evolución de la inflación subyacente o inflación básica, que es un indicador que no toma en cuenta ni los productos energéticos ni los alimenticios sin elaborar (que son los más volátiles), por lo que es un buen termómetro para medir las tensiones inflaciones reales en una economía.
Según el INE, la tasa de variación anual estimada de la inflación subyacentetambién aumenta seis décimas, hasta el 6,1%. De confirmarse, sería la más alta desde enero de 1993.
Pésima noticia para los pensionistas
El dato del 10,8% de inflación es una mala noticia para todos, pero especialmente para los pensionistas, ya que, mientras los precios se disparan mes tras mes, las pensiones contributivas se han revalorizado este año un 4,1% de media (sumando el 2,5% de subida que les aplicaron en función del IPC medio anual, más el 1,6% que les abonaron por desviación de la inflación de 2021), un aumento insuficiente para paliar un alza de precios de consumo que no parece tener fin. Hay que recordar que de estas pensiones viven en su gran mayoría casi 10 millones de personas.
Más grave aún es el caso de las pensiones mínimas, que experimentaron a comienzos de año una revalorización del 3% general, a la que se añadió un 1,6% de desvío, lo que sitúa el aumento de su importe en el 4,6%; también muy por debajo del alza de los precios de consumo.
En cuanto a las pensiones no contributivas, y pese a la reciente subida del 15% decidida en el último paquete anticrisis del Gobierno, la inflación les golpea en gran medida, debido a la ínfima cuantía de estas pagas, de poco más de 420 euros mensuales.
Sobre el autor:
Pepa Montero
Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).