Las empresas de ingeniería deben explicar más y mejor lo que hacen a la sociedad, el valor social de su actividad; tienen que acercarse a los jóvenes y a los niños buscando y fomentando nuevas vocaciones; potenciar mecanismos de colaboración con la Universidad para actualizar la formación de los estudiantes de ingeniería y favorecer la inserción laboral; fomentar la formación externa e interna como elemento de fidelización, y utilizar la innovación como vía de atracción de talento joven.
Estas son algunas de las conclusiones de la jornada ‘Retos del futuro: Talento joven en el sector de la ingeniería’ que ha organizado TECNIBERIA, la Asociación Española de Empresas de Ingeniería, Arquitectura, Consultoría y Servicios Tecnológicos, en la que especialistas de Recursos Humanos e ingenieros jóvenes abordaron los desafíos y oportunidades que existen en el sector para atraer a los jóvenes hacia la ingeniería y su desarrollo profesional.
TECNIBERIA agrupa a 80 compañías del sector, con una cifra total de negocio próxima a los 6.000 millones de euros y que emplean a unos 60.000 profesionales, de los que, aproximadamente, el 70% son ingenieros o arquitectos. Pero los profesionales de la ingeniería también trabajan en otros sectores; de hecho, el 40% de los CEO del IBEX son ingenieros.
La presentación de la jornada corrió a cargo de Javier Cid, vicepresidente de TECNIBERIA y coordinador del Comité Laboral de la asociación, quien destacó que tras la firma del convenio colectivo del sector este año, el problema de la captación y retención de talento en las ingenierías es una de las cuestiones más relevantes que tiene el sector en este terreno, ya que el principal, y casi único activo que tienen las empresas son las personas.
Por su parte, Joan Franco, presidente de TECNIBERIA, subrayó en su intervención que “el ingeniero es un profesional que sabe pensar y es analítico. El trabajo de un ingeniero es convertir los conocimientos en cosas prácticas que hagan más fácil la vida de las personas, incluso me atrevería a decir, que las haga más felices. Tenemos claramente una función social”. No obstante, señaló que “los jóvenes no acaban de ser conscientes de esta realidad”. Esa es una de las razones por las que se ha reducido el número de estudiantes de ingeniería.
Comunicar mejor y conexión con la Universidad
En relación con esto, Joan Franco subrayó que el sector empresarial no lo ha hecho bien en dos aspectos: en publicitar y dar a conocer todas sus actuaciones a la sociedad en general, pero muy especialmente a los jóvenes y los niños, lo que podría despertar vocaciones embrionarias; y una insuficiente conexión con la Universidad en la que se puedan evaluar conjuntamente las ventajas y desventajas de una determinada formación en el desarrollo profesional.
El presidente de TECNIBERIA reconoció que en la ingeniería española ya hay en estos momentos una fuerte carencia de profesionales, déficit que irá en aumento por la tecnificación de las empresas y las actividades. “Hemos de ser capaces de remediarlo”, afirmó.
El desarrollo digital de las infraestructuras requerirá en los próximos años una gran cantidad de ingenieros. Hay distintas previsiones. El primer estudio del ‘Observatorio de la Ingeniería de España’ cifraba en 200.000 el número de nuevos ingenieros que necesitará la economía española en la próxima década, un problema que no es solo de nuestro país. Esa necesidad vendrá de ámbitos como las tecnologías relacionadas con la forma de gestionar y administrar datos, la ciberseguridad o el blockchain, los nuevos materiales, el ciclo circular del agua, la conectividad a través del sector aeroespacial, políticas relacionadas con la salud de vanguardia o con los microchips, y, a medio plazo, con la inteligencia artificial y los gemelos digitales.
Más perfiles STEM
“Debemos fidelizar a nuestros ingenieros, evitar fenómenos como el drain brain, hemos de ofrecer buenos proyectos y debemos pagarlos bien. Y, para ello, estos proyectos deben generar márgenes suficientes para las empresas de manera que permitan pagar salarios justos y adecuados al talento”, subrayó Joan Franco.
El presidente de Tecniberia recalcó que la transformación digital, la transición ecológica, la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático y el camino a recorrer hacia una economía más circular, obliga ya a conseguir un mayor número de vocaciones de ingeniería, de perfiles STEM en general, para satisfacer la demanda que generará la evolución tecnológica. Sobre esta cuestión, resaltó la importancia que adquiere la incorporación de la mujer a la ingeniería, superando la actual brecha de género en la formación STEM: “Necesitamos, tanto a nivel de profesorado como de profesionales, referentes femeninos en el desarrollo de las formaciones y profesiones STEM de tal manera que ayuden a mejorar e incrementar el atractivo de estas profesiones y estudios”.
La necesidad de las ingenierías de incorporar perfiles STEM irá en aumento, perfiles con buena formación matemática, capacidad de trabajo, clara orientación a la solución de problemas a través de los datos y un poso cultural, casi genético, de la sostenibilidad en cualquier actuación que emprendan. En opinión de Joan Franco, estos profesionales deberán formarse, al menos, en nueve habilidades: Interés multidisciplinar, capacidad de trabajar en entornos multiculturales, formación económico-financiera, orientación al cliente, liderazgo, gestión de recursos, valoración de alternativas, toma de decisiones y visión de negocio.