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"La gestión del agua en España debe repensarse y rediseñarse para afrontar los retos y riesgos que representan los eventos climáticos cada vez más extremos debido al cambio climático, como los que se han registrado en España en los últimos años, y la necesidad de cumplir con los criterios de sostenibilidad y descarbonización". Con el objetivo de aportar el punto de vista de la ingeniería a este debate, TECNIBERIA (@Tecniberia), la Asociación Española de Empresas de Ingeniería, Arquitectura, Consultoría y Servicios Tecnológicos, junto al Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid (COIIM), ha organizado la jornada Agua e Ingeniería: Abordando los retos de la gestión integral del agua en España. En ella expertos del mundo empresarial y académico han analizado la situación actual de la infraestructuras del agua, su gestión, el binomio agua-energía, y cómo desde la ingeniería se están dando soluciones para paliar la escasez hídrica, la modernización de las infraestructuras y la gestión integral del agua.
Durante la apertura de la jornada, Joan Franco, presidente de TECNIBERIA, subrayó que “la desigual escasez de agua en el mundo y, especialmente en nuestro país, es un enorme reto que debemos afrontar de manera inminente. La sociedad en general y la Gobernanza en particular han de colocar como relevante prioridad la gestión y el control de la seguridad de acceso al agua potable de la ciudadanía. No en vano, es un derecho fundamental de las personas y recurso básico para su supervivencia”.
Enfoques singulares para el binomio agua-agricultura
Según el presidente de TECNIBERIA, hay que actuar en diferentes frentes que respeten la transición ecológica y el equilibrio territorial y elevar el grado de responsabilidad individual, sensibilización generalizada y concienciación social ajustando el consumo de agua. Esas actuaciones deben ir desde un control exhaustivo de patologías y averías, y un mantenimiento correctivo y preventivo de las infraestructuras, hasta planes de reutilización y de desalinización del agua con equilibrio social, o la conexión de cuencas existentes mediante el trasvase de cuencas excedentes a cuencas deficientes, no sólo a nivel nacional sino europeo, como se hace con otras fuentes de energía.
Igualmente, abogó por implantar enfoques singulares en el binomio agua-agricultura para crear unos servicios hídricos resilientes, a la vez que se preservan los recursos hídricos. La agricultura consume el 70% del agua dulce que se extrae en el mundo y la de regadío representa el 20% del total de la superficie cultivada, aportando el 40% de la producción total de alimentos en todo el mundo.
Fuentes de energía que requieren agua
Recordó que todas las fuentes de energía requieren del agua en sus procesos de producción: para la extracción de materias primas, la refrigeración de las plantas térmicas y nucleares, la producción de biocombustibles y para el funcionamiento de las turbinas. Una de las ventajas más importantes de la energía hidráulica es su enorme potencial para disminuir la emisión de gases de efecto invernadero y reducir la contaminación ambiental. Por otra parte, es la fuente de energía renovable más importante del planeta, por encima de otras fuentes como la solar y la eólica.
Por su parte, Hugo Morán @Moran_Fernandez), secretario de estado de Medio Ambiente, Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en una intervención online, hizo un repaso pormenorizado de las últimas iniciativas legislativas y de las actuaciones puestas en marcha al amparo de las Orientaciones Estratégicas sobre Agua y Cambio Climático aprobadas por el Ejecutivo en julio de 2022, así como de los instrumentos de los que dispone la Administración y que están permitiendo poner en marcha un modelo de gestión que es el pilar fundamental para el desarrollo de la Ley del Cambio Climático y Transición Energética.
Un recurso estratégico
“Contamos con el marco jurídico adecuado, las herramientas y el respaldo económico para continuar avanzando en este nuevo modelo de gestión, que hará compatible la protección de las aguas y ecosistemas asociados con la atención de las demandas de todos los sectores de la sociedad”, afirmó Hugo Morán, para añadir: “Y lo que es más importante, contamos con el compromiso de gran parte de la sociedad española, que considera el cambio climático como uno de los cinco asuntos de mayor preocupación y que nos impulsa a continuar por el camino que hemos iniciado”.
En la jornada se debatieron dos grandes cuestiones ligadas a la gestión del agua. En la primera sesión, denominada Agua y consumo humano los ponentes fueron Manuel Lorenzo Díaz, director de Agua y Medio Ambiente de INTECSA; Fernando Morcillo, presidente de honor de AEAS, Jordi Barrachina, jefe de división de aguas de INYPSA, y Rafael Mujeriego, catedrático de Ingeniería Ambiental de la UPC.
En la segunda sesión, con el tema Agua y agricultura y agua y energía, los expertos intervinientes fueron Luis Castillo, director de Agua y Medioambiente de AYESA; Manuel Navarro, director de Ciclo del Agua de Acciona Agua; Daniel Pérez, director de infraestructuras en Canarias de Red Eléctrica de España (@RedElectricaREE) y del proyecto ‘Chira Soria’; y José Manuel Clamagirand, director de Agua y Medioambiente de SENER.
Necesidad de nuevas inversiones
Una de las conclusiones más relevantes que apuntaron los expertos es que son necesarias nuevas inversiones en el ecosistema del agua, tanto en nuevas infraestructuras como en la renovación de las actuales. En ese sentido, subrayaron que para reducir el déficit hídrico existente en España es necesario que la Administración Pública agilice la ejecución de las infraestructuras incluidas en los planes hidrológicos 2022/2027 y aumente el grado de ejecución de las inversiones prevista en esos planes, teniendo en cuenta que el grado de cumplimiento e inversión en los dos últimos ciclos se ha demostrado insuficiente. Como ejemplo, en el plan 2015/2021 ese grado de inversión fue de solo el 30%.
Otras recomendaciones de los expertos apuntan a que la iniciativa privada (usuarios del agua y empresas operadoras) debe incrementar el peso de la colaboración público-privada en la gestión del agua; hay que avanzar en la digitalización en la gestión del agua; hay que avanzar en la sostenibilidad del sistema buscando fuentes alternativas (‘aguas nuevas’) e incidir en otras fuentes de generación que ya se utilizan como la regeneración o la desalación, y también las trasferencias entre cuencas, pese a que es un tema delicado políticamente. En definitiva, hay que considerar al agua como un recurso estratégico para el país.