La advertencia de acabar con la tarifa de empleado que comunicó Endesa hace unas semanas a sus más de 26.000 ex trabajadores, viudas y huérfanos, está a punto de cumplirse. Ante la falta de acuerdo entre empresa y sindicatos sobre el V Convenio Colectivo, en la que están en juego beneficios sociales como el pago de la factura de la luz por parte de la eléctrica, los representantes sindicales dan por hecho que la medida se hará efectiva el próximo martes 1 de octubre.
Todo ello después de que esta semana un centenar de jubilados de Endesa protagonizase una protesta frente a la sede de la eléctrica ante una de las últimas reuniones de negociación entre sindicatos y empresa antes de que caducase el acuerdo. Los sindicatos (CCOO, UGT y SIE) han pedido a la empresa prorrogar este beneficio más allá del próximo día 30 de septiembre, pero la empresa se ha negado alegando que "no se dan las condiciones".
Principal escollo de la negociación
Y es que la tarifa del empleado, que implica la exención del pago de la factura de la luz para los empleados y ex empleados, es el principal escollo que está dificultando la negociación del nuevo convenio colectivo entre la empresa y los sindicatos, ya que es una de las partidas sociales más costosas (superior a 500 millones de euros). El proceso se encuentra ahora en un momento decisivo tras dos años de negociaciones sin acuerdo, una sentencia de la Audiencia Nacional y una huelga general de por medio.
El último convenio colectivo de Endesa expiró a finales de 2018 y, desde hace casi dos años, la dirección de la eléctrica y los sindicatos negocian para pactar un nuevo marco laboral, que ha encontrado en este tipo de "beneficios sociales históricos" su principal punto de fricción. "Nuestro objetivo es no perder los beneficios sociales adquiridos hace décadas", explican desde los sindicatos a 65YMás.
Última oferta
Hace unos días Endesa dejó por escrito su última oferta: limitar el consumo a 3.500 KWh al año para los trabajadores actuales, lo que considera un consumo medio. Para los jubilados, también el límite estaría en 3.500 kWh al año pero ofrece otros 2.000 kWh al 50% del precio que fije la Administración.
Una propuesta que se encuentra muy lejos, de las reivindicaciones de los sindicatos, que pasan por ordenar la tarifa de empleado estableciendo un consumo de 15.000 kWh al año para todos los trabajadores. Además abogan por establecer la forma de compensar el consumo a partir de 15.000 kWh y mantener la condición tras la jubilación solo para los que la tengan por sus convenios de origen.
Tarifa de empleado
La tarifa del empleado, de la que se benefician los empleados de las eléctricas, y hasta ahora también los jubilados y familias, tiene su origen en una ordenanza de 1970 y es una práctica muy extendida entre las empresas eléctricas. A cambio, los trabajadores se hacen cargo únicamente de los impuestos y declararlo como pago en especie en el IRPF. Es decir que empleados y ex empleados sólo se hacen cargo en su recibo de luz de los peajes regulados de la factura y de los impuestos, mientras que la parte del consumo eléctrico (entre un 35 y un 40% del recibo final) es gratuita.
Según cálculos de los sindicatos, el 80% de los beneficiarios de esta medida social en Endesa están por debajo del consumo medio del usuario español, por lo que mantener esta bonificación sería asumible. "Es un ejercicio de coherencia, no queremos que paguen el pato precisamente aquellas personas que lucharon por conseguir estas condiciones", puntualizan desde UGT. En juego están los 700 millones que la empresa calcula que gasta en estos beneficios sociales para empleados retirados, los más importantes de esta partida, mientras que los sindicatos lo cifran en 500 millones de euros.