La exclusión laboral y el paro de larga duración afectan en mayor medida a los trabajadores sénior, y en particular a las mujeres, según ponen de relieve diversos estudios. Para que una persona sea considerada parada de larga duración, debe haber permanecido inscrita como demandante de empleo durante al menos 360 días en los 18 meses inmediatamente anteriores a la fecha de la solicitud del subsidio extraordinario, tal como aclara el SEPE.
Las cifras muestran la discriminación laboral que sufren las mujeres, que se constata, por ejemplo, en el hecho de que las mujeres desempleadas de larga duración superan en un 26% a los hombres en la misma situación, según datos de Fundación Adecco (@adecco_fundac) procedentes del informe Empleo para todas: la mujer en riesgo de exclusión en el mercado laboral, un análisis que toma como base la Encuesta de Población Activa del IV Trimestre de 2022, junto a estudios propios.
Una discriminación que se agrava con la edad, puesto que las cifras del Instituto Nacional de Estadística señalan que "un 62,7% de las desempleadas mayores de 55 años son paradas de larga duración, frente al 44% del resto de las mujeres, lo que supone una diferencia porcentual de casi 20 puntos. La edad se sitúa, por tanto, como un factor determinante en la cronificación del desempleo", hace hincapié este informe, además de denunciar que "se mantienen los prejuicios y estereotipos, en este caso doble (mujer y mayor), que las alejan de las demandas actuales de las empresas".
Fuente: Fundación Adecco
La brecha salarial que arrastra la mayoría de mujeres durante toda su vida laboral se agranda en caso de quedarse en paro, y se agiganta si permanecen desocupadas durante más de un año. "Aquellas mujeres que pierden su trabajo en un momento tan crítico como es el cercano a la jubilación, viendo afectadas sus cotizaciones, pueden ver comprometidas sus condiciones de vida presentes, además de tener que afrontar con gran inseguridad económica sus planes de futuro", alerta Begoña Bravo, responsable de Integración de la Fundación Adecco, que reclama a las empresas y a la Administración pública que adopten medidas específicas para la inclusión laboral de las mujeres, sobre todo de las mayores de 55 años, pero también de aquellas que tienen discapacidad, están al frente de una familia monomarental o son víctimas de violencia de género.
Muchas más sombras que luces para las sénior
La tasa de actividad de las mujeres sénior ha ido al alza en los últimos años, lo que demuestra que toma dinamismo este segmento de la población que hasta hace poco se asociaba a obsolescencia e inactividad. Sin embargo, las sombras siguen siendo mucho más alargadas, sobre todo en el mercado laboral español, cada vez más envejecido, que debería implementar las medidas necesarias para erradicar la discriminación por edad", tal como señala Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.
Fuente: Fundación Adecco
"Para las mujeres en riesgo de exclusión social, salir de una situación de desempleo puede convertirse en un reto a largo plazo. Es habitual que su búsqueda de un puesto de trabajo se alargue en el tiempo, disminuyendo así su autoestima y sus condiciones económicas para salir adelante, al tiempo que aumentan los prejuicios de las empresas a la hora de contratarlas", alerta Mesonero.
Fuente: Fundación Adecco
La mujer se dedica más a cuidados y al hogar
De los 20.463.900 millones de personas con empleo en España a finales de 2022, el 53,7% son del sexo masculino, por lo que las mujeres representan el 46,3%. Asimismo, el 92% de las personas ocupadas a tiempo parcial por el cuidado de familiares dependientes son mujeres. Además, del total de personas dedicadas en España a labores del hogar, la amplia mayoría (87%) son mujeres, según detalla Adecco en su reciente informe.
La desigualdad es evidente, como certifica el hecho de que la tasa de paro femenina es más de 3 puntos porcentuales superior a la masculina (14,6% frente a 11,3%). Además, las cifras sobre el paro de larga duración revelan que, de las 1.282.800 personas que llevan más de un año buscando empleo, 715.200 son mujeres y 567.600, hombres, por lo que hay un 26% más de mujeres en situación de desempleo de larga duración que varones.
Respecto a la mujer sénior, la EPA del último trimestre del año arroja algunos datos que apuntan a una leve mejoría: entre las mayores de 55 años, el paro baja en un 10%: si en el último trimestre de 2021 había en España 308.800 mujeres de esta edad en el paro, en el mismo periodo de 2022 la cifra baja hasta 278.900.
Asimismo, en la última década, el total de mujeres ocupadas ha crecido un 21%, frente al 18% de los hombres, según los estudios consultados por Fundación Adecco.
Sobre el autor:
Pepa Montero
Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).