Malos tiempos para ser autónomo en el comercio

Uno de los sectores que más fuertemente se ha visto afectado por la pandemia y el consiguiente estado de alarma es el del comercio. Un sector que lo integran 450.000 autónomos y que, los que han podido seguir con su actividad están facturando entre un 65% y un 70% menos de los habitual, según la Confederación Española de Comercio (CEC).

Así, no es de extrañar que finamente mucho tengan que tirar la toalla y así se refleja en los datos facilitados por la Seguridad Social: uno de cada tres autónomos que ha dejado de cotizar entre enero y abril al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) es del sector comercio.

Todos los sectores han sufrido un revés en el número de autónomos cotizantes, excepto agricultura, que ha tenido un tímido crecimiento del 0,13% en lo que llevamos de año. La otra cara de la moneda es el comercio, con casi 21.000 autónomos menos que los que había a 31 de diciembre de 2019.

La hostelería también está viviendo un auténtico drama, ya que al número de empleados en ERTE se suman la pérdida de 7.673 autónomos entre enero y abril. Si unimos comercio y hostelería suman una de cada dos bajas de autónomos en España.

La situación es tan grave y compleja que, ante la insistencia de diferentes asociaciones de autónomos, el Gobierno estudio que la nueva prestación por cese de actividad se mantendrá hasta el 30 de junio, e incluso podría haber nuevas prórrogas en determinados sectores más afectados, como es el caso del comercio.

Lo que se ha denominado el ‘paro de los autónomos’, al que ya están acogidos más de 1,3 millones de personas, está de momento vigente hasta el último día del mes en el que termine el estado de alarma. Actualmente, según un informe de la asociación de autónomos ATA, cuatro de cada diez autónomos aún sigue con su actividad paralizada. La agricultura es el sector con un mayor nivel de actividad (88,9%), mientras que en el lado contrario se sitúan la educación (13,5%), la hostelería (22,5%) o las actividades artísticas (24,2%).

A corto plazo, según la Confederación Española de Comercio, hasta un 40% de los pequeños comercios podrían tener “pocas posibilidades” de continuar, y por tanto su única salida sería el cierre.