Las nuevas tecnologías han llegado para quedarse, y poco a poco adoptan un papel cada vez más relevante en nuestra vida diaria. Traen consigo un amplio abanico de oportunidades y herramientas que resultan de gran ayuda en diferentes ámbitos, como el laboral. Pero, para ello, conviene conocer todas esas herramientas y conceptos, para sacarles el máximo partido y obtener los resultados que buscamos.
En este sentido, la marca digital es de "gran relevancia", ya que básicamente representa nuestra marca personal en Internet. "Antes no teníamos que tener cuidado o mimar esta identidad digital", explica la experta en talento sénior, Cèlia Hil (@CeliaHil). "Nuestro abuelos, por ejemplo, no tenían por qué hacerlo, pero ahora nosotros sí porque cada vez somos más investigados en Google o cualquier navegador para realizar un proyecto, para ver si nuestra candidatura resultaría útil, o simplemente para ver si ofrecemos la confianza necesaria para que un cliente contrate nuestros servicios o productos".
Cómo construir nuestra marca digital
Esa identidad digital cobra cada vez más relevancia, de ahí la importancia de gestionarla y saber hacerlo correctamente. Pero, ¿por dónde empezar? Cèlia explica que lo primero que hay que hacer es determinar qué se quiere conseguir, "porque esa gestión implica un tiempo, un esfuerzo y una metodología, y todo eso tiene que tener un para qué".
"Marcar el objetivo es clave, cómo quiero ser percibido y reconocido, así podre ser elegido por ese cliente, ese reclutador, ese inversor o ese posible socio", señala.
Una vez definido el objetivo, pasaremos a una fase de análisis, para determinar cuáles son nuestras fortalezas y nuestras áreas de mejora, tanto a nivel interno como externo, es decir, teniendo en cuenta también todo lo que no depende de nosotros, las amenazas y oportunidades que se encuentran en el entorno actual y que ayudarán o dificultarán llegar a nuestro objetivo.
"Ahora, por ejemplo, estamos en un contexto de pandemia, de crisis económica y sanitaria y en plena inestabilidad con Rusia, todo eso afecta a la creación de nuestra marca personal y digital, y hay que tenerlo en cuenta, porque son amenazas externas. La transformación digital, en cambio, es una oportunidad, ya que la cantidad de móviles que hay hoy en día permite que desde cualquier punto del planeta, desde cualquier móvil, puedan llegar a ti y contratarte a ti o a tus servicios o productos", explica Cèlia.
Una vez que tenemos los objetivos y hemos realizado este análisis, "pasamos a convertir las debilidades que hemos detectado en fortalezas, es decir, trabajar y aprender todo lo que nos haga falta, de cualquier ámbito, ya sean redes, comunicación o herramientas", añade Cèlia. Y recuerda que también es importante conocer qué KPIs debemos medir para detectar si está dando resultado el tiempo que dedicamos y la estrategia que estamos siguiendo, "para saber si estamos obteniendo un retorno y no perdiendo el tiempo, o detectar si no estamos siendo competitivos frente a otras propuestas de valor de otras personas que podrían ser competencia nuestra. Todo eso hay que analizarlo y rediseñarlo si fuese necesario".
Por último, cuando ya tenemos una propuesta de valor fuerte y contrastamos con la sociedad que necesita esa propuesta de valor que nosotros ofrecemos ("porque si no hay necesidad, difícilmente servirá para nada"), pasaremos a diseñar un plan de acción, que puede incluir diferentes acciones como abrir un blog donde publicar artículos, unirse a foros en LinkedIn, intentar ir a medios, acudir a ferias, trata de participar en alguna ponencia o charla, etc. Y es importante "tanto a nivel digital como offline", indica la experta.
"Así, trabajando de esta forma y con coherencia en toda tu huella digital y offline, es como vas posicionándote, hasta que al final acabas siendo un referente en tu sector, consiguiendo que el retorno llegue a ti, que es el objetivo final de gestionar la marca personal y digital, el no tener que buscar clientes o empleo, sino que el cliente y el empleo venga a buscarte a ti".
Los fallos más comunes del sénior a la hora de crear la marca digital
"El sénior ha heredado una cultura de no compartir, de no decir, de no explicar su conocimiento, el cual le ha costado dinero y tiempo a través de formación y experiencia a lo largo de los años, porque parece que así te haces imprescindible, y además si lo dices te pueden copiar". Este es el principal problema que Cèlia detecta en el sénior, y que le dificultan que esa marca digital le proporcione los resultados que busca.
Y la única solución es "cambiar esa mentalidad que hemos heredado a la de ahora, que es justo lo contrario", explica. "Antes eras lo que sabías, ahora eres lo que compartes".
Por tanto, el sénior debe trabajar para pasar a compartir su conocimiento, su Know How, su expertise, a través de diferentes canales, como puede ser un podcast, en post de LinkedIn, artículos, comentarios en comunidades... "De esta forma, su conocimiento queda reflejado a nivel digital. Se trata de romper ese prejuicio para ir creando su identidad digital, su huella, y ser reconocido por esa propuesta de valor".
Cèlia admite que a un sénior puede costarle dar este paso, "pero si lo hace poco a poco y empieza a compartir, primero con opinión y luego con contenido propio, verá que surge un retorno, que va posicionándose, que van surgiendo sinergias y colaboraciones, oportunidades de negocio y de proyectos".
Qué hacer si nuestra marca digital no está resultando útil
Construir la marca digital requiere tiempo y constancia. La experta en talento sénior explicaba los pasos a seguir para crearla de forma satisfactoria, sin embargo, ¿qué ocurre si, aún así, vemos que no obtenemos resultados?
Cèlia Hil explica que lo primero que hay que hacer para resolver esta situación es "medir". "Hay personas que entienden el concepto de gestionar su marca personal y digital pero no tienen un objetivo claro, no tienen una estrategia, no tienen una planificación y no miden KPIs u indicadores. Entonces, si no haces esto a nivel profesional, si solo vas improvisando, sin medir ni controlando que eso va teniendo un alcance y un retorno, no será estratégico y no funcionará, y acabarás cansándote", advierte.
"La forma de mejorar es medir y rediseñando. Si, por ejemplo, ves que en un foro no te va tan bien porque estás dedicando tiempo a compartir, a opinar, a generar contenido y no te reporta nada, como lo mides, como mides esa estrategia, puedes decidir cambiar a otro distinto, o incluso otro formato". La experta explica que, en función de las edades del target, estos formatos irán cambiando. "Si tu target es más sénior, puede funcionarte LinkedIn, formatos quizá más extensos y escritos. Pero para saber todo eso, en qué día, qué hora, en qué formato, en qué redes..., tienes que ir midiendo y rediseñando".
La impaciencia es otro de los problemas que se dan. "Hay que tener claro que la marca personal es algo que necesita su tiempo. Uno de los errores que cometen las personas es que se precipitan, quieren resultados inmediatos. La marca personal es muy potente pero es un trabajo de hormiga, de ir haciendo poco a poco, siendo constante, rediseñando, ir mejorando y estando muy perceptivo, escuchando mucho al mercado y los cambios, que van todos muy rápido. Y al cabo de un año, más o menos, de hacer las cosas bien, entonces es cuando empiezan a venir los retornos".
Cómo la marca digital puede ayudar al sénior
La marca digital nos permite además mantenernos conectados, también al sénior, señala Cèlia, para que siga conectado a nivel digital con profesionales de todo el mundo. "Esa conexión, el seguir gestionando sus contactos que ha hecho durante toda su carrera profesional, y los que puede hacer, es una ventana al mundo y es un escaparate de él/ella, en redes como por ejemplo LinkedIn".
"Lo importante es que no se desconecte, porque hay muchas personas que han perdido el empleo, por diferentes razones, y se encierran y se sienten solos. En cambio, es muy interesante el hecho de tener un ordenador que te sigue conectando digitalmente con todo el mundo, que con solo entrar en LinkedIn, ver qué actualidades hay, qué foros, qué congresos, charlas, seminarios, herramientas, vídeos, seguir opinando, entrando en proyectos de voluntariado… Esa conectividad hace que el sénior no se quede apagado en su casa cuando se jubila o cuando pierde el trabajo", finaliza la experta.
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.