Martín (CENIE): ¿Por qué se cuestiona pagar la pensión, y no a los funcionarios o la universidad?

Los séniors tienen el poder... adquisitivo: poseen el 66% de la riqueza neta en España

Los mayores NO son una carga y podemos demostrarlo: 10 cifras que lo corroboran

"Los mayores no son un lastre, sino todo lo contrario, lo que sucede es que, culturalmente, la sociedad se ha aproximado al tema de los mayores con muchos prejuicios y, en la mayoría de los casos, con estereotipos falsos. El concepto tradicional de mayor no se corresponde con la fotografía actual de la sociedad española, donde los mayores de 50 años tienen un alto poder adquisitivo y estimulan la actividad económica a través de numerosos sectores", asegura Juan Martín, coordinador del Centro Internacional sobre el Envejecimiento (CENIE @cenie_es), que recientemente ha presentado el estudio La economía de la longevidad en España, realizado por la firma de análisis Oxford Economics en colaboración con la Universidad de Salamanca.

Según los pronósticos, "23,3 millones de españoles tendrán una edad superior a 50 años en 2050, lo que representa a la mitad de la población del país", recuerda Martín en su entrevista con 65Ymás, donde insta a no desaprovechar talento sénior y defiende que cobrar la pensión de jubilación no solo es un derecho, sino que además debería ser plenamente compatible con trabajar y recibir otros ingresos.

"España tiene una enorme oportunidad de liderar la economía de la longevidad, aquella derivada del aumento de la esperanza de vida. Se calcula que este sector generó un impacto directo, indirecto e inducido en nuestro país de 325.303 millones de euros de valor añadido en el PIB español en 2019, lo que equivale al 26% del PIB", detalla el coordinador del CENIE.

"Los mayores de 50 años son la principal fuerza productiva, económica y financiera"

P.- España es el segundo país más longevo del mundo, por detrás de Japón. ¿Esto tiene más ventajas o inconvenientes?

R.- Es una ventaja, no solo por el hecho de que las personas vivan más años, y muchos de esos años, con buena calidad de vida, sino porque una sociedad más longeva tiene ciclos vitales y recorridos mucho más amplios. Los mayores se convierten en la principal fuerza productiva, económica y financiera, y así lo refleja el Estudio de la economía de la longevidad en España, que acabamos de publicar. En el año 2019, los 18,6 millones de residentes españoles mayores de 50 años gastaron unos 334 942 millones de euros, lo que equivale a unos 17.960 euros por persona. En cambio, los 16,4 millones de residentes entre 25 y 49 años gastaron un promedio de 13.970 euros por persona.

"España está a la cola en aprovechamiento del talento sénior en las empresas"

P.- La economía de la longevidad, ¿puede ser un motor económico?

R.- Por supuesto. Es necesario identificar y promover la economía de la longevidad como un sector económico clave para la generación de riqueza. Para esto también hay que romper prejuicios y desterrar el edadismo. ¿Por qué no se duda de la importancia de la automoción, un sector en el que ni una sola de las decisiones finales se toman en España ya que aquí lo único que hacemos es producir vehículos para marcas que no tienen sede en nuestro país? España no es ni puede ser líder en automoción, pero sí puede liderar el sector de la economía de la longevidad, por nuestra longevidad acreditada y por la enorme capacidad de atracción turística que ejercemos en todo el mundo. Además, en torno a este sector se ponen en marcha otras industrias que siempre acompañan el crecimiento económico: la construcción, el sector financiero, la oferta de servicios y productos de consumo, el sector de salud, de atención, residencial, turístico, etc.

"En España, menos del 5% de personas entre 70 y 74 años sigue trabajando, frente al 20% en EEUU o el 9% en Europa"

P.- El desperdicio de talento sénior en las empresas es una lacra de España...

R.- Las cifras son contundentes. Más del 30% de los japoneses entre 70 y 74 años sigue trabajando, en Estados Unidos ese porcentaje supera el 20%, en el Reino Unido son algo más del 10% y la media europea ronda el 9%. En España no llega al 5%, es decir, estamos a la cola en cuanto a aprovechamiento del talento sénior en las empresas, considerando que somos una sociedad más longeva que el resto con excepción de Japón. Aquí nos desprendemos mucho antes del talento sénior, y prescindimos de él durante más años ya que somos más longevos.

P.- ¿Hay que reformar el sistema de jubilación? Son numerosas las voces que claman por hacer cambios en las pensiones para hacerlas sostenibles, precisamente por la mayor longevidad.

R.- Hoy en día, tenemos distintas etapas laborales, ya no existe el trabajo para toda la vida y nos tenemos que reinventar en muchas ocasiones. La jubilación hay que situarla en su contexto, que es el de un contrato que firmamos trabajadores, empresas y Seguridad Social, según el cual, nosotros pagamos una cantidad, como la pagan las empresas que nos emplean, y ese contrato nos da derecho a cobrar una pensión. Eso es lo que dice el contrato. No sé por qué el gobierno de turno tiene que estar cambiando las normas y tener a jubilados y trabajadores con la incertidumbre de si la otra parte, es decir, el Estado, va a cumplir su parte del trato.

"En pensiones, no es de recibo que el gobierno de turno ande siempre cambiando las normas" 

P.- El Gobierno, la patronal y los expertos avisan de que el fuerte gasto en pensiones compromete la sostenibilidad del sistema.

R.- Las pensiones no son un gasto, son un derecho adquirido en virtud del contrato que le decía antes. Son una inversión que el trabajador realiza todos los meses que cotiza, y por tanto, llamarlo gasto no deja de ser una manera de que parezca que no hay contraparte.  Además, este derecho a cobrar pensión en ningún momento conlleva un deber, es decir, el cotizante tiene derecho, a una determinada edad, a obtener un determinado ingreso económico. Pero, ¿dónde está escrito que solo se pueda cobrar la pensión, por qué no se permite la plena compatibilidad de la pensión, ganada a pulso, con otros ingresos? Habrá personas que teniendo derecho a la misma pensión tengan unas necesidades financieras diferentes, y deben poder seguir trabajando si lo desean. Cada gobierno tiene que pagar a los pensionistas, igual que paga a los funcionarios o paga las universidades. Entonces, ¿por qué en el caso de las pensiones hay una columna del debe y otra del haber? ¿Por qué se dice que tenemos estos gastos y estos ingresos por pensiones? ¿Por qué no se dice lo mismo de la universidad, donde todo son gastos y no hay ingresos, ya que no se podría sostener con lo que abonan los estudiantes? Las pensiones, insisto, no son un gasto, sino un derecho. Tampoco tiene sentido que hayamos establecido las universidades para un grupo de personas de 18 a 25 años. La universidad tiene que dejar de ser una institución en exclusiva para un modelo de sociedad que ya no existe. Todas las personas de todas las edades requieren formación, no solo los jóvenes.

P.- La jubilación tampoco es hoy como hace 20 o 30 años...

R.- No lo es en cuanto a perspectivas de longevidad, motivación y poderío económico, pero sigue siendo cierto que, hasta el día antes de jubilarnos, tenemos atribuidos un montón de reconocimientos y capacidades, pero al día  siguiente de jubilarnos ya nos ven y nos tratan como a un número, con todo lo que eso significa de pérdida de talento y de productividad para la sociedad.

"La economía de los cuidados es un sector clave, pero faltan planificación y profesionales"

P.- Para impulsar la economía de la longevidad, ¿hacen falta mayores inversiones, más profesionales?

R.- En los próximos años va a aumentar la demanda de cuidados para los mayores, la denominada economía de los cuidados, un sector clave. Para que España lo lidere, necesitamos políticas de planificación a medio y largo plazo. Hacen falta profesionales que comprendan la longevidad, y arquitectos que sepan construir casas para personas con un proceso vital que puede reducir sus capacidades. Necesitamos ingenieros que usen el Internet de las cosas para diseñar soluciones que proporcionen mayor autonomía a las personas sin que pierdan calidad de vida.

P.- El sector de la salud es un campo enorme por explorar…

R.- La calidad de vida de las personas mayores incluye tres grandes bloques: la capacidad cognitiva, la física y la financiera. Con la pandemia se ha puesto en boga el potenciar la atención primaria y hospitalaria, pero es asimismo prioritario el invertir en prevención, porque un envejecimiento saludable no empieza a los 70 o a los 80 años, sino muchísimo antes. Hay que hacer una redistribución del gasto sanitario para dedicarle mayor atención a la prevención de enfermedades en orden a tener un envejecimiento saludable.