En España, los hogares inactivos, donde se concentran los colectivos de personas de mayor edad, son los únicos en los cuales ha aumentado la ratio de vivienda en propiedad, al representar el 87,1% en 2022, frente al 85,6% que suponía en 2008, año de inicio de la gran crisis mundial y del colapso de la burbuja financiera e inmobiliaria. En sentido opuesto, las familias lideradas por mayores son las que presentan una menor relevancia de la vivienda en alquiler. Así lo refleja el informe El mercado del alquiler de vivienda residencial: evolución reciente, recién publicado por el Banco de España, donde constata que la probabilidad de residir en una vivienda de alquiler se encuentra relacionada con la situación laboral de los hogares.
La tradicional preferencia por la casa propia es precisamente una de las principales fortalezas económicas de los sénior en España, donde 8 de cada 10 mayores de 55 años poseen vivienda en propiedad, mayoritariamente libre de cargas, puesto que el 75% no paga ya hipoteca, ni otro tipo de préstamos (datos del IV Barómetro del Consumidor Sénior, de Fundación MAPFRE).
El informe ahora publicado por el Banco de España muestra que la residencia en viviendas de alquiler (datos de 2023) es la fórmula absolutamente predominante entre los jóvenes. "Tiene una mayor relevancia entre los trabajadores asalariados temporales (35,8 %) o entre aquellos que se encuentran en situación de desempleo (32,9 %). Esta situación es particularmente relevante entre los jóvenes", detalla el supervisor financiero, a cuyo frente se halla José Luis Escrivá.
Este estudio constata asimismo que el acceso a la propiedad de vivienda se endurece no solo para los jóvenes, sino también para el resto de los hogares activos, ya que se detecta "un progresivo incremento de la vivienda en alquiler entre los trabajadores indefinidos (23,3%, frente al 13% en 2008) y los autónomos (17,9 %, frente al 12,5 % en 2008)".
Así pues, los hogares cuya persona de referencia de la vivienda principal son mayores constituyen la única excepción en la que domina el régimen de propiedad de la casa o piso en los que residen. En el resto de colectivos por edad, tanto las condiciones laborales y salariales inestables, como el fuerte desempleo y los elevados precios de créditos y de pisos, hacen que se vean obligados a recurrir al alquiler.
Fuente: Banco España, según Encuesta de Condiciones de Vida (INE, 2024
El informe del Banco de España documenta así una tendencia sostenida en los últimos años, de decrecimiento general de la propiedad ydisparo del alquiler. Por una parte, se deteriora el dominio de la casa en propiedad, que se afianzó durante el período de expansión económica (mediados de 1990 hasta el inicio de la crisis en 2008) e hizo que el 80% de los hogares fueran propietarios de su vivienda en 2007. Y, por otra parte, crece la relevancia del régimen de alquiler, que se incrementa de manera muy significativa desde 2007.
"El porcentaje de hogares residentes en alquiler alcanzó un máximo relativo en el año 2019. La crisis originada por la pandemia del COVID-19 en 2020 contuvo esta dinámica, si bien el número de viviendas arrendadas mantuvo un crecimiento sostenido (que se intensificó a partir de 2021) hasta registrar en 2023 los niveles más elevados de viviendas arrendadas de las últimas décadas", detalla el informe del Banco de España.
Hipotecas más duras disparan el alquiler
El informe del supervisor financiero pone de relieve que la mayor prudencia de las entidades bancarias para otorgar créditos, tras las crisis inmobiliaria iniciada en 2008, habría limitado el acceso a vivienda en jóvenes, pero también a otros colectivos, lo que habría contribuido al desplazamiento de la demanda de vivienda desde el segmento de compra al alquiler en los colectivos con menores ingresos y ahorro acumulado.
Asimismo, las condiciones crediticias más restrictivas habrían impulsado a la baja el plazo medio de los nuevos préstamos hipotecarios, que se encuentra en el entorno de los 25 años de plazo de los préstamos desde 2014, lo que significa una considerable disminución con respecto a la media de 30 años en 2007.
Ambos factores dificultan la adquisición de vivienda en propiedad y dispara la tenencia en régimen de alquiler, sobre todo entre los colectivos más jóvenes.
El Banco de España asegura también que los datos provisionales sobre elnúmero total de hogares a mediados de 2024apuntan a una importante desaceleración en el ritmo de creación de hogares. Así, en el primer semestre de 2024, la generación neta de hogares se situaría en 55.000. Esta cifra supone una creación neta en términos interanuales cercana a los 155.000 hogares, frente a previsiones del Instituto Nacional de Estadística (INE) de junio de 2024, que auguraba 360.000 hogares para el conjunto del año.
Sobre el autor:
Pepa Montero
Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).