“Yo no maldigo mi suerte porque minero nací, y aunque me ronde la muerte no tengo miedo a morir; no me da envidia el dinero”. Así cantaba Antonio Molina en su inolvidable ‘Soy Minero’.
Sin embargo, los mineros del siglo XXI no utilizan ni pico ni barrena, ni bajan bajo tierra ni se tiznan de carbón. Frente a las pantallas de potentes ordenadores realizan minería. Su actividad de minado se realiza en las denominadas granjas, donde tampoco hay ganado ni cultivos. La piedra preciosa que buscan: bitcoins y otras criptomonedas.
Qué es exactamente minar bitcoins u otras criptomonedas
A diferencia de las monedas tradicionales, que los estados y bancos centrales pueden imprimir, las criptomonedas tiene un número limitado de unidades. Bitcoin cuenta con un límite de 21 millones de monedas, una cantidad que no se puede modificar que aún no están emitidas en su totalidad. Cada diez minutos se van poniendo en circulación nuevas monedas, de manera que está previsto completar la emisión en el año 2140. Las monedas se liberan como recompensa para los trabajos de los mineros.
“Si pensamos en la minería del oro, esta consiste en remover tierra con pesadas máquinas para obtener oro en cantidad suficiente para pagar los costes de explotación y obtener beneficio”, explica Bit2me. Lo mismo pasa en la minería de bitcoin, con la salvedad de que la maquinaria son equipos informáticos complejos que realizan cálculos computacionales, y como compensación reciben nuevos bitcoins que se ponen en circulación y las comisiones de las transacciones.
Los mineros, en realidad, son los supervisores del sistema
El minado de bitcoins es el proceso por el cual se validan las transacciones que se realizan con dicha moneda digital. A través del minado, se comprueba que nadie utiliza el mismo bitcoin o parte del mismo más de una vez y se facilita la transmisión de las cadenas de datos. El bockchain de Bitcoin lleva un registro de cada una de las operaciones que se realizan, una especie de megalibro de contabilidad que requiere una serie de controles para que no haya ningún fallo. Y hacer esa tarea, el minado, tiene como recomensa obtener los nuevos bitcoins que se ponen en circulación así como las comisiones de las transacciones.
Los primeros bitcoins se minaron haciendo uso de los procesadores o CPU de los equipos informáticos, debido a que había muy pocas monedas en circulación y solo un minero: el propio creador del bitcoin, Satoshi Nakamoto. Pero más tarde se fueron uniendo otros mineros al proceso. Y la dificultad iba poco a poco aumentando. Se dio el salto a las tarjetas gráficas debido a que las GPU (procesador gráfico) tienen más potencia de cálculo. Después comenzó el uso de varios procesadores en un mismo sistema.
Granjas que consumen electricidad como una ciudad de 100.000 habitantes
Generar criptomonedas en este tipo de granjas conlleva un elevadísimo gasto eléctrico. Es por eso que la mayor parte de las granjas están ubicadas en aquellos países donde la electricidad es más barata: China, Rusia, Abjasia, Irán, son algunos de ellos. En Irán llevan varios meses sufriendo recurrentes cortes de luz, y parece que las granjas de minado están detrás de los cortes de suministro, según ha confirmado el propio gobierno del país persa. El precio de la electricidad es en Irán 10 veces inferior al de la media europea. Según France24, existen en el país al menos 14 granjas de minado de criptomonedas legales, a las que podrían sumarse otras ilegales. Estas granjas consumen el equivalente al consumo eléctrico de una ciudad de más de 100.000 habitantes.
Se estima que el minado de criptomonedas ya estaría consumiendo en el mundo más electricidad que toda Bélgica. Algo que está llevando a que muchos países se planteen poner restricciones o tasas a este tipo de actividades.
Escasez de componentes informáticos
La otra consecuencia del minado de criptomonedas es la escasez de algunos componentes informáticos. Cuanta más potencia de procesamiento tenga un sistema informático, más probabilidades de obtener recompensas y más bitcoins liberará. Por eso abundan las granjas de minado formadas por cientos de máquinas con docenas de tarjetas gráficas potentes conectadas en paralelo. Ahora mismo hay escasez de tarjetas gráficas RTX, que se emplean en la industria de los videoujuegos, porque el negocio de las criptomonedas las están acaparando.