La tasa de ahorro de los hogares españoles es muy elevada. Ha venido creciendo en los últimos años. En concreto, en la recta final del 2024 era un 11,5% superior a la del año anterior, y un 7,3% superior al promedio histórico.
Esta fortaleza del ahorro se debe a factores coyunturales como los tipos de interés, que cuando han estado en máximos estimulaban el ahorro financiero al ser más rentables los productos. También el ahorro para amortizar la hipoteca u otras deudas. Incluso hemos ahorrado más por los sustos recientes que hemos vivido: la pandemia, la crisis de la energía por conflictos bélicos o el encarecimiento de los alimentos. Pero hay otro factor, más estructural, que está impulsando el ahorro: el envejecimiento de la población.
Que los hogares con mayor renta tengan más capacidad de ahorro no parece sorprendente. Pero sí sorprende más que la edad sea un factor de primer orden para ahorrar. Los datos son elocuentes y no dejan lugar a dudas: desde la pandemia, los sénior son quienes más ahorran, y con diferencia. Concretamente, los mayores ahorran un 32% más.
Las generaciones de entre 65 y 74 años son las que más han aumentado su tasa de ahorro entre julio de 2023 y junio de 2024 con respecto a 2019, antes de la pandemia del Covid, mientras que el repunte de los hogares en edad de trabajar es menor al promedio. Y de estos últimos, el ahorro es algo mayor para autónomos que para trabajadores por cuenta ajena.
En concreto, el repunte en la tasa de ahorro para las cohortes de entre 65 y 74 años es un 32% mayor del promedio de todos los demás, que es de un 4,6%; mientras que para los hogares de mayor edad es de más de un 6%.
Esta es una de las principales conclusiones de un informe publicado por CaixaBank Research en el que los expertos analizan el repunte del ahorro, su magnitud, distribución e importancia de la demografía.
La tasa de ahorro de los hogares ha experimentado un fuerte incremento en el año 2023 y a comienzos de 2024, situándose en niveles no observados desde la pandemia y superiores al promedio histórico.
“Se aprecia una elevada heterogeneidad en el comportamiento de la tasa de ahorro por edades y niveles de renta”, asegura el ‘Infomre de Ejecución Presupuestaria 2024’ de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, Airef (@AIReF_es), que también aborda el aumento del ahorro de las familias.
“En particular, de acuerdo con la información procedente de las encuestas de la Comisión Europea, serían los hogares más envejecidos, junto a aquellos que pertenecen a la parte alta de distribución de la renta, los que han experimentado un mayor incremento del ahorro en comparación con el periodo prepandémico”, coincide el informe de la Airef. El grupo de edad de entre 50 y 64 años ha aumentado su ahorro un 4,6%, porcentaje que se eleva al 6,4% para los mayores de 65 años.
Entre los factores estructurales que sostienen la fortaleza del ahorro en 2024, el que más se ha destacado en el debate público desde un punto de vista teórico ha sido el envejecimiento de la población. Según el análisis de CaixaBank Research, “esto se podría deber al hecho de que, al haber aumentado la longevidad, estos hogares consideran que, actualmente, tienen que ahorrar más de cara a los gastos sanitarios de los próximos años”.
"Esto apunta a que los factores estructurales podrían estar jugando un papel relevante a la hora de explicar el aumento del ahorro, de tal forma que posiblemente contribuirán a suavizar la velocidad a la que se reducirá la tasa de ahorro de los hogares españoles a nivel agregado", apuntan desde el servicio de estudios de CaixaBank.
Habitualmente se recurre a la hipótesis del ciclo vital para explicar los patrones de consumo y ahorro individual. Según esta hipótesis, a partir de la edad de jubilación la renta de los individuos disminuye, mientras que su patrón de consumo se mantiene constante. Así, “según esta hipótesis cabría esperar cierto desahorro en las cohortes a partir de 65 años”, señala AIReF.
Sin embargo, los datos de ahorro por edades de los hogares de distintas economías avanzadas muestran que, desde la pandemia, las tasas de ahorro de los hogares de mayor edad han aumentado. Este también sería el caso de España, donde el incremento de ahorro podría estar concentrándose en hogares de mayor edad.
Los sénior gozan de una economía saneada, tienen capacidad para ayudar a su entorno familiar, ahorran, atesoran riqueza, vivienda en propiedad y poder de gasto.
El 60% del gasto en consumo en España lo realizan ya los mayores de 55 años y el peso de este colectivo es especialmente relevante para sectores como el turismo, la alimentación, la farmacia, la banca y los seguros. Un estudio de Oxford Economics sitúa su capacidad adquisitiva un 28% por encima de los menores de 50 años.
Buena parte de esta mayor capacidad de ahorro se explica porque los españoles mayores de 55 años, a medida que cumplen años, se van liberando del pago de hipotecas y otros préstamos, aumentando la cantidad de ingresos que no se destinan cada mes al consumo.
También los hábitos de consumo van cambiando a medida que cumplimos años. Los hogares de mayor edad dedican una mayor parte de su renta al consumo de alimentos y una menor proporción a la restauración y la utilización y adquisición de vehículos.
No solo es que los sénior representen el grupo de edad que más ahorra, sino que, cada año, ahorran más. Los últimos datos del Centro de Investigación Ageingnomics, de Fundación Mapfre coinciden al observar este aumento del ahorro de los sénior. Según el V Barómetro del Consumidor Sénior algo más de la mitad de la población sénior española consigue ahorrar a final de mes. Concretamente, un 51%, lo que supone el mayor porcentaje de los últimos tres años (en 2021 un 48% de los sénior lograba ahorrar a final de mes, en 2022 un 43%, y en 2023 un 49%).
En general, el motivo para ahorrar es la tranquilidad ante posibles imprevistos, para poder hacer frente a futuras situaciones de enfermedad o dependencia, así como para ayudar a familiares.
Los sénior menores de 65 años ahorran pensando en contar con un colchón con el que complementar la pensión. Y cuando llega la jubilación, los sénior buscan cómo optimizar sus recursos y sacar rendimiento de su patrimonio. Según el estudio de Ageingnomics, elaborado en colaboración con Google, los mayores se informan más y buscan fórmulas para aprovechar su ahorro, tanto en bienes inmuebles como en activos financieros.
La Comisión Nacional del Mercado de valores (CNMV) (@CNMV_MEDIOS) coincide en que en lo relativo a la tenencia de productos financieros, la edad incrementa la probabilidad de poseer una cuenta de ahorro y de participar en los mercados financieros, ya sea a través de un fondo de inversión, un plan de pensiones o mediante la compra de acciones y activos de renta fija pública o privada.
