El 5% de las personas que viven de alquiler tiene más de 65 años. Una cifra que en 2040 se habrá multiplicado por 2,7, según los datos de un informe de EY y Asprima. Y es que la tasa de esfuerzo para pagar la renta de este sector de la población es del 103,1% en el caso de la jubilación, y 163% si hablamos de pensión de viudedad.
"Este sistema de sobresfuerzo es relativamente sostenible en la actualidad puesto que tan sólo el 5% de las personas mayores de 65 años vive de alquiler a precios de mercado, pero a largo plazo esta circunstancia se acentuará dado el envejecimiento de la población y una mayor propensión al alquiler de los jóvenes, a los que les resulta muy complicado (y en muchas ocasiones imposible) ahorrar para poder dar el salto a una vivienda en propiedad", explica el informe.
De esta forma, los pensionistas irán ganando terreno en el mercado del alquiler, y en 2040 su presencia se habrá multiplicado por 2,7, mientras que su esfuerzo medio superará la barrera del 100%. A día de hoy reciben una paga media de 784 euros más de lo que deberían por vivir en una casa alquilada.
En otros países con mayor tendencia al alquiler como Alemania, los institutos de análisis están empezando a pensar en nuevas medidas como el cambio de domicilio de los pensionistas a pisos más pequeños y un complemento a las pensiones.
Recuperar los estímulos destinados a facilitar la compra de viviendas
Si hablamos de jóvenes, su propensión al alquiler ha pasado del 25% en 2006 al 45% en 2020. Esta situación no mejorará con el tiempo, y muchos de ellos seguirán de alquiler al no tener ahorros.
Para frenar esta situación, el estudio recomienda establecer una serie de medidas que aumenten el parque de viviendas disponibles y facilitar su acceso. Destacan entre otras: la recuperación de los estímulos destinados a facilitar la compra de viviendas, el fomento de modelos alternativos al alquiler tradicional como el build to rent y la colaboración público-privada para aumentar la oferta de vivienda tanto libre como asequible.
Los incentivos destinados a fomentar la construcción de viviendas como los créditos fiscales por construcción, estimulan la construcción y disminuyen su precio. Estas medidas, si se combinan con la agilización de los plazos para la obtención de licencias, y planes destinados a incrementar la oferta de suelo disponible, como el Plan Vive de la Comunidad de Madrid, repercuten en un menor precio y en un aumento de la oferta de viviendas.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.