¿Es obligatorio enseñar el DNI al pagar con tarjeta?
Las tarjetas actuales disponen de sistemas de seguridad cada vez más sofisticados
¿Cuántas veces podemos usar cada día nuestra tarjeta bancaria para pagar? En supermercados, bares, tiendas, al recargar los billetes en el transporte público… El pitido característico de ‘operación aceptada’ es un sonido más que habitual en nuestra rutina.
Sin embargo, no siempre hemos pagado de la misma manera. Es cierto que las tarjetas llevan ya varias décadas en nuestra cartera, pero su uso ha cambiado notablemente en estos años.
Por ejemplo, desde hace un tiempo ya no es necesario insertarla en ninguna ranura. La tecnología contactless nos permite pagar con un simple acercamiento del rectángulo de plástico al datáfono, algo que ha sido más que útil durante las restricciones al contacto en la pandemia. Además, ahora incluso podemos prescindir de la propia tarjeta: el móvil o un reloj inteligente bastan para hacer el pago.
Pero, ¿qué ha pasado con algunas comprobaciones que se hacían antes, como pedir una firma o el DNI para poder pagar? Estos gestos han quedado atrás en el tiempo, pues los nuevos sistemas de seguridad, como las claves personales, hacen que ya no sea necesario.
Ya no hay obligación
El portal Cliente Bancario, asociado al Banco de España, ha dado su propia respuesta a esta pregunta. No es obligatorio que nos pidan el DNI para pagar con tarjeta, ya que ninguna ley ni norma lo exige. Pese a ello, cada establecimiento comercial puede tomar una decisión distinta y pedirlo si lo considera necesario.
El motivo por el que se pedía hasta ahora, al igual que por el que se firmaba el resguardo impreso del datáfono, era evitar el fraude y que una persona gastase nuestro dinero usurpando nuestra identidad. Por eso, comprobar que el DNI coincidía con el titular de la tarjeta era la manera de luchar contra estos delitos.
Ahora, los métodos de pago han incorporado otros sistemas de seguridad, lo que ha hecho que esta práctica se extinga, aunque un establecimiento puede no autorizar un pago si un cliente no puede acreditar la titularidad de la tarjeta, bien con el DNI, bien con otra tarjeta de identificación como el carné de conducir. Esto, aunque ralentiza la operación de pagar, es una garantía más de la seguridad a la hora de gastar nuestro dinero.
