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La inteligencia artificial (IA) está en todas partes y, sin lugar a dudas, va a seguir siendo una de las principales tendencias tecnológicas de cara al próximo año. Por ello, ejecutivos y expertos de la compañía SAS han analizado las oportunidades y desafíos que se presentan para las empresas a la hora de integrar esta tecnología en las herramientas que usan día a día en sus negocios.
De esta manera, frente a la preocupación general sobre la pérdida de empleos a manos de las máquinas, Udo Sglavo, vicepresidente de Análisis Avanzado en SAS, afirma que "la conversación en 2024 se centrará en los empleos que creará la IA".
En este sentido, asegura que esta tecnología va a ayudar a trabajadores "de todos los niveles y roles" a ser "más eficientes". Por ello, pese a que a corto plazo la integración de estas herramientas pueda causar "algunas perturbaciones en el mercado laboral", se generarán "muchos empleos y nuevas funciones que ayudarán a impulsar el crecimiento económico".
Otro de los temas que está en boca de todos es el de la IA generativa, sobre todo desde la irrupción de herramientas como ChatGPT.
En este sentido, desde SAS advierten de que "la tecnología de IA generativa hace muchas cosas, pero no puede hacerlo todo" y vaticinan que durante el próximo año se dejará de ver como una tecnología independiente para estar integrada "como un complemento a las estrategias de IA específicas de las diferentes industrias".
En definitiva, defienden que la IA generativa "no reemplazará a una estrategia integral de IA".
"Así, por ejemplo, en la banca los datos simulados para pruebas de estrés y análisis de escenarios ayudarán a predecir riesgos y prevenir pérdidas; en el ámbito de la salud significará la generación de planes de tratamiento individualizados; o en los procesos de fabricación, la IA generativa podrá simular la producción para identificar mejoras en la calidad, la eficiencia energética y el rendimiento, entre otros factores", añaden desde SAS, empresa líder en análisis de datos, que este 2023 anunciaba una inversión de mil millones de dólares para el desarrollo de soluciones industriales impulsadas por IA.
Los gemelos digitales y el desafío de la ciberseguridad
Entre las predicciones para el 2024 también destaca una "aceleración" en la adopción de gemelos digitales, gracias al impulso de la IA y el Internet de las cosas (IoT).
Los expertos explican que los gemelos digitales analizan datos operativos y de sensores en tiempo real, creando "duplicados de sistemas complejos como fábricas, ciudades inteligentes y redes energéticas".
"De esta forma, las organizaciones pueden optimizar las operaciones, mejorar la calidad del producto, mejorar la seguridad y reducir las emisiones", detalla Jason Mann, vicepresidente de IoT en SAS.
En este contexto, jugará un papel especial todo lo relacionado con la ciberseguridad. "La IA generativa y la tecnología deepfake están ayudando a los estafadores a perfeccionar su oficio multimillonario. Los mensajes de phishing están más pulidos y los sitios web de imitación parecen sorprendentemente legítimos.
Además, un delincuente es capaz de clonar una voz con unos segundos de audio utilizando sencillas herramientas online. Estamos entrando en la "Era Oscura del Fraude", alertan desde SAS, incidiendo en que las empresas, principalmente financieras, van a tener que asumir "mayor responsabilidad" a partir del año que viene, forzadas en parte por una serie de cambios a nivel regulatorio.
Los CIOs (responsables de Tecnología de las empresas) también tendrán un papel importante en este sentido. El avance de la IA generativa hace que cada vez más empleados la usen en su día a día para aumentar la productividad, a pesar de que estas herramientas no hayan sido aprobadas o supervisadas por los equipos técnicos de la compañía.
El reto para estos profesionales será el de ir introduciendo estas soluciones en la empresa, al tiempo que se enfrentan a amenazas de seguridad por el uso que algunos empleados puedan hacer de herramientas de IA externas.
Impacto en la administración y en la sanidad
Por otra parte, SAS vaticina un incremento de los esfuerzos de los gobiernos por integrar la IA en la administración pública. "Al igual que las empresas, los gobiernos también recurrirán cada vez más a la Inteligencia Artificial y la analítica para aumentar la productividad, automatizar tareas menores y mitigar la escasez de talento en tecnologías punteras", asegura.
El sector sanitario también se aprovechará en 2024 de la evolución de la IA generativa para avanzar hacia "una medicina más personalizada", como la creación de avatares específicos de pacientes para su uso en ensayos clínicos y la generación de planes de tratamiento individualizados.
"Además, veremos el surgimiento de sistemas generativos basados en IA para el apoyo a las decisiones clínicas, que brindarán orientación en tiempo real", apostilla Steve Kearney, director del área dedicada a Salud en SAS.
Lo mismo ocurrirá en los sistemas de salud públicos: "Veremos un aumento en el número de investigadores académicos que llevarán a cabo modelos y pronósticos basados en IA.
Después de la COVID-19, está claro que la protección de la población requerirá tecnología y colaboración excepcionales (entre el mundo académico y la administración)", añade la doctora Meghan Schaeffer, asesora de Salud Pública y Epidemióloga en SAS.
La IA multimodal, siguiente frontera a explorar
Siguiendo con las predicciones, desde SAS señalan que la integración de texto, imágenes y audio en un único modelo es "la próxima frontera de la IA generativa".
Conocida como IA multimodal, permite obtener aplicaciones más conscientes del contexto para una toma de decisiones eficaz. Un ejemplo de ello será la generación de objetos en 3D, lo que tendrá aplicaciones en realidad aumentada [AR], realidad virtual [VR] y simulación de sistemas físicos complejos como los ya citados gemelos digitales.
Por último, los expertos de SAS advierten de posibles sesgos que se infiltran en la IA y 2024 será un año clave para identificarlos y eliminarlos.
Una de las áreas donde esto afectará directamente es en la publicidad y, por ello, la directora de Marketing de SAS, Jennifer Chase, afirma que "si bien la IA ofrece la promesa de mejores programas de marketing y publicidad, los datos y modelos sesgados engendran resultados sesgados", de manera que los profesionales "deben validar que sus algoritmos sean efectivos y justos". Algo que se hará extensible a otros muchos sectores.