Economía

Pensiones en Japón: el sistema del país más envejecido del mundo

María Liébana

Lunes 17 de agosto de 2020

4 minutos

Incentivan que, aunque tengan acceso, no empiecen a cobrar su pensión hasta los 75 años

Sistema de pensiones en Japón
María Liébana

Lunes 17 de agosto de 2020

4 minutos

Japón es el país más envejecido del planeta. Pero también su esperanza de vida es de las más altas del mundo. Lo que provoca un gran reto de natalidad: se espera que su población disminuya un tercio de aquí al 2060.

A pesar de que Japón goza con una tasa de desempleo muy baja (3,5% registrado en mayo de 2014), lo que permite que un alto porcentaje de la población en edad de trabajar se encuentre contribuyendo al sistema, el problema de la natalidad pone en riesgo la sostenibilidad de su Estado de Bienestar.

En Japón, ¿cuáles son los requisitos para acceder a la pensión?

Para acceder al sistema de jubilaciones todos los residentes del país asiático comprendidos en el intervalo de edad de 20 a 60 años, incluidos los residentes extranjeros, deberán estar inscritos en el Plan Nacional de Pensiones y abonar las cuotas pertinentes.

Actualmente, la edad legal de jubilación es de 65 años con el requisito de haber cotizado al menos 25 años. Aunque desde 2015 se paga pensión a partir de 10 años cotizados. La pensión de jubilación se cobra a partir de los 65 años, y se suma a la que se conoce como pensión base, que requiere un mínimo de un mes de cotización. Se puede cobrar una dotación por jubilación anticipada a partir de los 60 años, si bien esta edad está siendo gradualmente incrementada hasta los 65 años tanto para la pensión básica como para la pensión de empleados. La pensión máxima requiere 40 años cotizados y se realizarán ajustes para mayores y menores periodos de cotización. 

Trabajador japonés septuagenario

La edad de jubilación, cada vez más lejos

Sin embargo, hace varios años que se está ampliando la llegada de la edad de jubilación. En los últimos años, la edad media de jubilación ha pasado de 60 a 62 años. Aunque lo que pretenden es incentivar a los trabajadores a que no cobren la pensión (aunque puedan hacerlo) hasta los 70, o incluso los 75.

Lo que este sistema ofrece es que si se jubilan a los 65 años recibirán el 100% de la pensión básica, pero también les dan la opción de decidir cobrarla desde los 60 años (recibiendo desde un 70% de la misma) hasta los 70 años (recibiendo un 142% de la pensión).

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La pensión pública no es suficiente

Aun así, es un hecho indiscutible que la cuantía que reciben los japoneses del sistema de pensiones públicas ya no alcanza para vivir. Por ello los jubilados necesitan contar con unos buenos ahorros, en un momento en el que los sueldos están experimentando su mayor declive desde que estallase la burbuja económica en Japón, los trabajadores cada vez lo tienen más difícil para ahorrar. Esto a su vez explica por qué en Japón es habitual encontrarse con trabajadores de edades muy avanzadas.

¿Cuál es la cuantía de las pensiones japonesas?

La pensión máxima anual si te retiras a los 65 años y habiendo contribuido durante 40 años al sistema, será de tan solo 780.100 yenes (6381,82 euros), lo que equivale a 65.000 yenes mensuales (531,750 euros).

Según una publicación de nippon.com, en el período de un mes, una pareja de la tercera edad promedio, definida como un matrimonio en el que el hombre tiene 65 años o más y la mujer 60 años o más, recibe unos ingresos de 209.198 yenes pero gasta 263.718 yenes, lo que la deja con un déficit de 54.520 yenes. Los bienes con los que la pareja deberá contar para poder evitar esta situación, como los ingresos derivados de un plan privado de pensiones, alcanzarían los 13 millones de yenes durante 20 años, o 20 millones de yenes durante 30 años.

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España, mismo camino

En España nos enfrentamos a una evolución demográfica muy parecida a la japonesa. Estamos a la cabeza de los países del mundo en términos de esperanza de vida y al mismo tiempo que contamos con una tasa de natalidad inferior a los 1,5 hijos por mujer.

Sobre el autor:

María Liébana

María Liébana es redactora especializada en temas de economía.

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