Las pensiones pueden subir hasta un 9% en 2023 por la inflación, según los expertos

El IPC baja levemente, al 10,4% en agosto, pero sigue en niveles inauditos desde hace décadas

Escrivá: "Las pensiones subirán con el IPC, aunque la inflación sea del 8%"

Qué pasará con las pensiones en septiembre: del polémico periodo de cómputo al destope

La espiral inflacionista que vive España desde hace más de un año, con subidas de precios superiores al 10% anual desde junio pasado, está lejos de finalizar. Pese a que el Índice de Precios de Consumo (IPC) se ha moderado en cuatro décimas en agosto, hasta el 10,4% según el INE, los expertos valoran este dato como preocupante, pese a que la inflación se aleja de la cota del 11%. Y ponen de relieve el peligro que señala la elevada inflación subyacente, que sigue disparada en el 6,4%. El aumento de la tasa subyacente indica que la inflación se está haciendo estructural, es decir, no es un fenómeno temporal, y tardará meses... incluso años es bajar a niveles idóneos (según el BCE, en torno al 2%).

Una realidad que el Gobierno empieza a asumir en su discurso público. Así, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, espera que la inflación siga "en esa senda de descensos" en los próximos meses, pese a lo cual, asegura que el objetivo "de todos" debe ser contener la inflación, y vuelve a reclamar un pacto de rentas, de carácter plurianual, que contemple moderación de salarios y de beneficios empresariales, pero sin citar a las pensiones.  

Expertos y analistas asumen que la inflación en 2022 será del 8% o superior. Precisamente, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIREF) elevó en julio pasado sus previsiones de inflación, desde el 6,5% al 7,8%, tras constatar que los riesgos se están materializando, señalando que "la intensidad y la persistencia de la inflación está teniendo un impacto elevado en la capacidad de compra de los hogares, sobre todo los de menores renta".

Y con el IPC suben las pensiones, de modo que la revalorización en 2023 estará entre el 8% y puede llegar hasta el 9%, según cálculos de algunos expertos. El propio ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, aseguraba hace unos días que "las pensiones subirán con el IPC, aunque la inflación sea del 8%".

Revalorización del 8%-9% en pensiones 

Para Enrique Devesa (@DevesaCarpio), doctor en Economía e investigador del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, el dato de IPC de agosto es "muy malo, aunque algo mejor que el interanual de julio. Más preocupante aún es el de la inflación subyacente, porque sigue subiendo". Respecto a las consecuencias sobre las pensiones, este experto explica que de momento, desde diciembre de 2021 a agosto de 2022, el IPC medio interanual es el 8,7%, por lo cual, "si en los próximos tres meses se mantiene cerca del 10% actual, nos iremos por encima del 9% para revalorizar las pensiones. Eso supone unos 15.300 millones de euros de gasto solo por la revalorización. Un dato muy preocupante, porque en valor actual actuarial estamos hablando de unos 200.000 millones, el mayor gasto generado, por revalorizar en 2023 con el IPC".

El peligro de la inflación subyacente

A juicio de José Antonio Herce (@_Herce), doctor en Economía y socio fundador de LoRIS Retirement, hay que vigilar la trayectoria de la inflación subyacente que, "de haberse conformado a las previsiones, habría estado más cercana, o por debajo, del 6% (ha pasado del 6,1% de julio al 6,4% de agosto). Esta es la primera clave ahora: ¿observaremos en breve un descenso más rápido de la inflación general acompañado por el de la inflación subyacente?".

Herce afirma que lo que se espera es que "la inflación general se sitúe alrededor del 8% en diciembre, pero a lo mejor la inflación subyacente quiere seguir en el 6,5% o por encima (con probabilidad alta), lo que frustraría la expectativa de una inflación general en franco descenso en lo que queda de año".

Por su parte, el economista jefe de BBVA Research para España, Miguel Cardoso (@minesoto2003), prevé que en los próximos meses "la inflación total continúe bajando y caiga por debajo del 10%, siempre que no se repliquen los mismos incrementos en combustibles que se observaron hace un año", si bien advierte que la tasa de inflación subyacente (es decir, excluyendo combustibles y alimentos no elaborados), que ha subido al 6,4% en agosto, "marca un suelo de hasta dónde puede bajar la inflación total".

Cardoso ve probable que "la inflación subyacente, que incluye alrededor del 82% del conjunto de bienes y servicios del IPC, se situaría durante los próximos 9-12 meses entre el 5% y el 7%", todo ello dependiendo de cuál sea "el impacto de la desaceleración del consumo de los hogares; de la formación de salarios, si ese incremento en precios se traslada, y cómo, al coste laboral; y de las medidas que se tomen en Europa para desligar el precio del gas del de la electricidad".

"Tendremos inflación alta hasta 2024"

La inflación ha llegado a España para quedarse durante al menos un par de años, a tenor de la evolución de la tasa general y de la subyacente, así como de la marcha del precio del dinero. Así lo valora Pau Monserrat (@pmonserrat), economista y profesor asociado de la UIB y CEO de Futurfinances.com, para quien "tendremos un euríbor en un nivel tolerable sobre el 2% en 2024, y conseguiremos frenar la inflación a finales de ese año. Hay que tener en cuenta que los precios interanuales ya han subido más de un 10%, y aunque moderen próximamente la velocidad a la que suben, la previsión es que seguirán aumentando, por lo que tendremos que convivir con precios altos durante dos años como mínimo. Y eso no los vamos a ver reflejado en las nóminas de los trabajadores ni en los ingresos empresariales de muchos sectores".

Ante un hipotético pacto de rentas, como el que reclama el Gobierno, Monserrat se moja: "En tiempos de inflación tan alta, hay que tener cuidado con pretender que las pensiones se indexen exactamente a esa inflación, porque estaremos sumando factores de insostenibilidad a un sistema que, incluso sin la inflación disparada, ya resultaba difícil sostener".

Una mayoría de analistas vaticina que la repercusión de los altísimos precios actuales sobre el consumo tendrá su punto de inflexión a partir de septiembre. Es el caso de Patricia Suárez (@WonderWomanPSR), presidenta de la asociación de usuarios financieros ASUFIN, que estima que "la inflación bajará un poco de cara al final de año. Aunque dependerá mucho de lo crudo que sea el invierno, pero además de la bajada de combustibles hay ciertos materiales que también está descendiendo.  Además, el Banco Central Europeo este mes subirá los tipos al 1% para contener la inflación. Podemos asistir a una caída brusquísima del consumo ya desde septiembre".

La cuesta de septiembre más dura en décadas

Las consecuencias de un IPC desbocado no solo se notan en la pérdida de poder adquisitivo de las pensiones, o en el aumento del gasto del Estado para poder pagarlas, sino que supone una amenaza en todos los órdenes.

Por ejemplo, ocho de cada diez trabajadores consideran que el aumento de la inflación y la crisis energética son los aspectos que más impactarán en sus hogares y en el mercado laboral, según el II Informe sobre Actualidad e Impacto Laboral, Profesional y Personal elaborado por Infojobs. En concreto, casi el 83% de la población activa piensa que la inflación o el aumento generalizado de precios de productos y servicios influirá en el mercado laboral en España, mientras que el 79,3% cree que se reflejará en su hogar y casi el 56% que lo hará en su situación profesional.

Respecto al golpe de la inflación para las familias españoles, este septiembre arranca la cuesta más dura de las últimas décadas, según una encuesta sobre gasto doméstico realizada por la Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI). Más de 7 de cada 10 españoles temen las facturas de la luz y llenar la cesta de la compra; el 74% se muestra bastante preocupado por el incremento en su factura de la luz, mientras que el 72% siente lo mismo ante el encarecimiento de la cesta de la compra. Asimismo, un 51,6% de los consumidores dice estar en alerta por el incremento del coste del gas y un 45% por la factura del agua.