A la pregunta de a qué edad hay que empezar a ahorrar, la respuesta unánime de todos los expertos es clara, concisa y rotunda: cuanto antes. También la ‘Guía para tu jubilación 2022’ editada por Fundación Mapfre, incide en que, “cuanto antes, mejor“.
Sabemos que necesitamos ahorrar porque el importe de la pensión pública que recibamos en el momento de la jubilación será menor que nuestro salario. Para garantizar el mismo nivel de vida y estabilidad en los ingresos con el ansiado retiro, es necesario recurrir a los sistemas de ahorro privados que complementen las diferencia entre el nivel de vida que se tenía en la vida laboral activa, y el que proporcionará la pensión pública de la Seguridad Social ya como jubilados.
Ahorrar 100 euros al mes
En muchas ocasiones, contar con un salario no demasiado alto, que no nos permita destinar mucho ahorro es motivo para no contar con un instrumento de ahorro privado de cara a la jubilación. Los expertos insisten en que no es tan importante la cantidad de ahorro que se destine, como el momento en que comience a hacerse. Y la clave no es ahorrar mucho, sino empezar pronto a hacerlo.
Empezar a ahorrar antes supondrá un menor esfuerzo y mayor rentabilidad. La ‘Guía para tu jubilación 2022’ de Fundación Mapfre lo explica muy bien, a través de un ejemplo. Una persona que tenga capacidad para ahorrar 100 euros al mes acumulará en su producto de ahorro una cantidad de dinero muy diferente de cara a su jubilación en función de cuando comience a hacer aportaciones, no solo porque al cabo del tiempo habrá hecho más aportaciones, sino porque ese dinero se irá revalorizando.
Fuente: ‘Guía para tu jubilación 2022’, Fundación Mapfre
Las circunstancias personales de cada uno varían y, por tanto, no hay un momento exacto para que una persona comience a realizar aportaciones a su plan de pensiones o producto de ahorro elegido. Sin embargo, ya hemos visto que cuanto antes lo hagamos, más ahorro podremos acumular de cara a la jubilación y otras contingencias previstas por estos productos de ahorro. Por lo tanto, una vez que accedamos al mundo laboral, debemos empezar a pensar en el ahorro.
La edad ideal para adquirir un producto de ahorro está en 35 años. Ahora bien, podemos ampliar un poco la horquilla dado que en los primeros años de carrera laboral suele haber más inestabilidad. Entre los 35 y los 40 años, una vez que se cuenta con cierta estabilidad para afrontar los gastos diarios, se debe comenzar a retirar una parte de los ingresos para el ahorro.
Factores a tener en cuenta
Existen diferentes productos de ahorro de cara a la jubilación. Planes de pensiones; planes de previsión asegurado o PPA; seguros individuales de ahorro a largo plazo (SIALP) o planes individuales de ahorro sistemático (PIAS).
A la hora de elegir un tipo de producto u otro, o incluso dentro de un producto, elegir uno u otro, hay que tener en cuenta diversos factores. Tal y como explica la guía de la Fundación Mapfre, en la “elección del producto óptimo influyen diversas variables”:
Perfil de riesgo
Fiscalidad
Necesidades de liquidez
Situación de los mercados
Perfiles de riesgo
El perfil de riesgo es, según la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la “relación que existe entre los riesgos que se está dispuesto a asumir y los rendimientos que se esperan obtener”. Y en función de esto, se suele clasificar a los inversores como conservadores, moderados o agresivos.
El inversor con perfil conservador no quiere sobresaltos y sus productos de ahorro e inversión son a largo plazo. Sus productos están invertidos en renta fija y los productos mixtos, con una composición en renta variable que no supera el 20%.
El perfil moderado trata obtener una mayor rentabilidad, pero también sin correr demasiados riesgos. Sus productos de inversión y ahorro tienen muy bien equilibrada su composición de renta variable y renta fija.
Finalmente, el inversor agresivo es el más decidido y osado. Buscan rendimientos a corto plazo y la renta variable domina sus carteras hasta en un 80%.
A lo largo de nuestra vida, y pensando específicamente en productos de ahorro como los planes de pensiones, el perfil de inversión puede y debe ir cambiando. Al contratar esos productos, con 35 o 40 años, el perfil puede ser más arriesgado. Y a medida que cumplimos años, comienza a ser interesante asegurar la pensión, y por tanto, ser más conservador.
Sobre el autor:
Beatriz Torija
Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.