Los agentes sociales contradicen a Escrivá: “No hay nuevos avances” en la reforma de pensiones

Escrivá reconoce que la negociación de la 2ª pata de la reforma de pensiones es "complicada"

El empeño de Escrivá en subir a 30 años el cálculo de la pensión empantana la mesa de diálogo social

Todos contra Escrivá: falta de acuerdo para la segunda 'pata' de la reforma de las pensiones

Este jueves, el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, sorprendía con el anuncio (realizado desde Rabat, donde asistía a la XII Reunión de Alto Nivel España-Marruecos) de "poder cerrar la segunda pata de la reforma de pensiones este mismo mes de febrero". Aunque reconocía que la negociación está siendo "más complicada" porque, a petición de los agentes sociales, la reforma se está hablando "simultáneamente" tanto con ellos como con los grupos parlamentarios para garantizar su aprobación posterior, el ministro es "optimista" y cree que esta reforma "se resolverá en las próximas semanas".

Estas afirmaciones y el optimismo de Escrivá han sorprendido a los agentes sociales, que en declaraciones a 65YMÁS enfrían por completo la posibilidad de un acuerdo inminente, como ha sugerido el ministro. 

"No hay nuevos avances en la negociación de la segunda parte de la reforma, de hecho, el Ministerio no está hablando con nosotros. La última reunión extraoficial con el equipo de Escrivá fue en diciembre, y la última convocatoria oficial, ni la recuerdo", explica un miembro de la Mesa de Diálogo Social que participa en la negociación de las nuevas medidas de reforma, que deberían haberse acordado antes de finales de 2022, pero que se han postergado a 2023 por la falta de acuerdo.

Hay que recordar que los integrantes de la Mesa Social son el Gobierno, los sindicatos UGT y CCOO y la patronal CEOE-Cepyme.

"Como no estén hablando con algún partido..."

Los agentes sociales reconocen su estupor con el optimismo del ministro Escrivá, que les tiene acostumbrados a "adelantar en los medios de comunicación lo que debería conversar o anunciar antes a nosotros, en la Mesa de Diálogo", critica otro participante en las negociaciones.

"Esperamos que nos convoquen, pero por ahora no hay nada nuevo, ningún avance significativo, como para cerrar esta importante y complicada negociación", advierten.

¿Cómo se explica, entonces, el optimismo de Escrivá? "Quizá se refiere a algún acuerdo con algún partido político. Como no sea que estén hablando con algún partido... Porque a los agentes sociales no nos ha convocado a la mesa de diálogo social desde diciembre", remacha otro de sus integrantes.

Este mismo viernes, el secretario de Políticas Públicas y Protección Social de CCOO, Carlos Bravo, criticaba que el Gobierno "no está siendo resolutivo" en las negociaciones y veía difícil llegar a un acuerdo en febrero. "Ya me gustaría ser tan optimista como el ministro", ha ironizado Bravo, recordando que quedan "materias importantísimas" que se tienen que tratar en la negociación.

"El Gobierno está dando vueltas y no acaba de despejar ni de avanzar", confirma Bravo, quien asegura que la modificación del periodo de cómputo que presentó la Seguridad Social en su primera reunión "no se está abordando en la mesa" porque "no está en las recomendaciones del Pacto de Toledo" y, además, el sindicato descarta que cuente con mayoría parlamentaria suficiente. 

Empantanados en periodo de cálculo y cotizaciones

Ya desde mediados de diciembre de 2022, la negociación sobre la segunda pata de la reforma de las pensiones estaba empantanada: CEOE-Cepyme se oponen a una eventual extensión del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) y temen que el progresivo destope de las bases máximas suponga otro encarecimiento de cotizaciones para las empresas.

Por su parte, los sindicatos se niegan en redondo al empeño del ministro de modificar el periodo de cálculo de las pensiones, si ello supone un recorte de la pensión futura (el Ministerio plantea aumentarlo desde los actuales 25 años cotizados a 30 años, con posibilidad de elegir los 28 mejores). 

Y tanto patronal como sindicatos critican la falta de información por parte del Ministerio, que no les presenta informes ni proyecciones sistemáticos sobre el impacto de las medidas previstas en esta segunda fase de la reforma de las pensiones.

De entrada, CCOO ha repetido por activa y por pasiva que la propuesta lanzada por Escrivá, "ni forma parte de las recomendaciones del Pacto de Toledo, ni es necesaria en el momento actual", según Unai Sordo, secretario general de CCOO. Por parte de UGT, Pepe Álvarez matizó que se podrían abrir a tal negociación, siempre que no represente un recorte de la pensión. A su vez, fuentes oficiales de CEOE avisan de que la propuesta del ministro se sitúa "extramuros del Pacto de Toledo y supone ir contra el consenso político casi unánime allí logrado. Lo que el Pacto recomienda es analizar el impacto del cómputo en las nuevas carreras profesionales, en carreras irregulares; además de evaluar los efectos de la entrada en vigor de los 25 años de cómputo; y eso aún no lo ha hecho el Ministerio".

Hay que recordar que el plan de ampliar a 30 años el cálculo de la pensión levanta ampollas en el propio Gobierno, ya que tanto la vicepresidenta Yolanda Díaz, como el socio de coalición, Unidas Podemos, consideran que supondría endurecer el acceso a la jubilación, recortar derechos y rebajar la cuantía de las pensiones de los futuros jubilados.

Destope de bases y pensión máxima

En esta segunda fase de reforma, Gobierno, sindicatos y patronal negocian asimismo el destope de la base máxima de cotización y de la pensión máxima. En este punto, la última propuesta del ministro Escrivá es la siguiente:

- Propuesta de alza de bases máximas: el Gobierno plantea vincular la evolución de las bases máximas de cotización al criterio de revalorización de las pensiones, es decir, al IPC interanual medio, más un incremento adicional anual de 1,154 puntos entre 2025 y 2050. Más en detalle, entre 2025 y 2050, serían las leyes de Presupuestos Generales del Estado las que fijarían la subida de las bases máximas, teniendo en cuenta los parámetros anteriores (el IPC y el alza adicional de 1,154 puntos). Si la inflación promedio que se toma como referencia para subir las pensiones es negativa, solo se aplicaría el incremento adicional de 1,154 puntos.

- Plan para subir la pensión máxima: el Gobierno propone que suba también entre 2025 y 2050 con la referencia de inflación establecida para las pensiones contributivas (IPC promedio de los doce meses anteriores a diciembre), más un porcentaje adicional de 0,115 puntos; lo que significa un menor incremento que el de las bases máximas. A partir 2050, se determinaría el aumento adicional que habrá de aplicarse a la pensión máxima en el marco del diálogo social, "hasta alcanzar un incremento real acumulado del 30%".