Pensiones

Ampliar a 35 años el cálculo de las pensiones: bueno para el sistema, peor para el pensionista

Pepa Montero

Foto: Europa Press

Miércoles 16 de diciembre de 2020

ACTUALIZADO : Martes 29 de diciembre de 2020 a las 17:55 H

12 minutos

Los expertos saludan la propuesta de Escrivá y los sindicatos se oponen porque rebajaría la pensión

Ampliar a 35 años el cálculo de las pensiones: bueno para el sistema, peor para el pensionista
Pepa Montero

Foto: Europa Press

Miércoles 16 de diciembre de 2020

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Escrivá estudia alargar de 25 a 35 años el periodo para calcular la pensión de jubilación

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De momento es una intención, pero la idea del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, de extender a 35 años el periodo de cómputo para calcular la pensión, ha abierto otro frente en la coalición de Gobierno, ya que Unidas Podemos se opone a esta medida. Y se topa con la oposición inicial de los sindicatos, que ven en ella otra vuelta de tuerca a la reforma de 2011, mediante la cual ya se ha ido retrasando progresivamente la edad legal de jubilación desde los 65 a los 67 años (estarán vigentes en 2027) y se ha ampliado de manera paulatina los años cotizados para determinar la cuantía de la pensión, desde los 15 anteriores a los 25 que se alcanzarán en 2022.

Aunque la propuesta de Escrivá no se ha planteado en la Mesa de Diálogo social, la posible ampliación del número de años para el cálculo de la base reguladora ya está generando controversia. Los sindicatos CCOO y UGT aseguran que se han enterado por la prensa, y recuerdan al ministro que esta medida no forma parte de las 21 recomendaciones aprobadas por el Pacto de Toledo.

 

Escrivá y Valerio (Europa Press)
El ministro Escrivá y Magdalena Valerio, presidenta del Pacto de Toledo. (Foto: Europa Press)

 

Por su parte, el consenso de los economistas consultados por 65YMás tachan la posible ampliación como "una buena noticia para el sistema de pensiones", debido a que mejoraría la contributividad y, por lo tanto, su equidad actuarial. Algunos de estos expertos, entre los que se cuentan Enrique Devesa, José Antonio Herce y José Ignacio Conde-Ruiz, consideran incluso que el periodo de cálculo debería extenderse a toda la carrera laboral para que hubiera una mayor relación entre cotizaciones y pensiones. 

"Me parece una medida positiva. Avanza en la contributividad y debería desembocar en toda la vida laboral. Y una vez se tenga en cuenta toda la vida laboral, estaríamos más cerca de convertir nuestro sistema de pensiones en uno de cuentas nocionales. Creo que un sistema de cuentas nocionales bien diseñado sería la mejor forma de hacer compatible la suficiencia y la sostenibilidad", explica José Ignacio Conde-Ruiz (@conderuiz) , doctor en Economía, subdirector de Fedea y catedrático.

Ampliar a 35 años... ¿a cambio de elegir los 25 mejores?

Para Enrique Devesa, doctor en Economía por la Universidad de Valencia e investigador asociado del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE @Ivie_news), "lo más probable es que la ampliación de 25 a 35 años produzca una disminución de la base reguladora y, por lo tanto, de la pensión inicial, ya que entrarían en el cálculo los primeros años de ingresos laborales que suelen ser de un importe inferior a los que se reciben posteriormente. Esta disminución se podría cuantificar en una bajada promedio del 5% de las nuevas pensiones de jubilación para el total de los 10 años de ampliación, con lo cual también mejoraría la sostenibilidad financiera del sistema".

Por otro lado, a juicio de Devesa, "esta buena noticia no debería verse acompañada de la posibilidad de que se eligieran, de entre esos 35 años, los 25 mejores años (como se ha comentado últimamente) y también será importante conocer cómo se van a seguir integrando las lagunas de cotización, porque entonces la medida iría en sentido contrario al de una mayor contributividad"

En el mismo sentido, el economista experto en pensiones José Antonio Herce (@_Herce), socio fundador de LoRIS (Longevity & Retirement Income Solutions), estima positiva la ampliación y le parece que "los 35 años se quedan incluso moderados; habría que abarcar toda la carrera laboral, aunque es cierto que de extenderse hasta los 35, estaríamos muy cerca de la carrera efectiva media de las personas que se van jubilando estos años. No me parece en absoluto desproporcionada".

Herce recuerda que la reforma de las pensiones (una vez que el Congreso ha aprobado las recomendaciones del Pacto de Toledo) han entrado en el proceso de negociación del acuerdo social, "y obviamente, para que los sindicatos puedan aceptar esta medida, pedirán alguna contrapartida, como por ejemplo, que se introduzca la selección de los mejores 25 años cotizados, algo que iría a favor del pensionista, pero en contra del sistema". Este experto considera que "el ruido que se está haciendo, la reacción dentro del Gobierno a la propuesta de Escrivá, apunta a un intento de colar en la Mesa Social esa nueva cláusula sindical, para aceptar 35 años cotizados, pero escogiendo los mejores 25". 

Por su parte, Rafael Doménech (@rdomenechv), responsable de Análisis Económico de BBVA Research, coincide en que aumentar de 25 a 35 años el periodo de cálculo de la pensión inicial es "una medida necesaria, no tanto para mejorar la sostenibilidad del sistema sino para mejorar su contributividad y equidad. Quien más haya cotizado debe tener derecho a pensiones mayores, independientemente de cuándo lo ha hecho o de si los últimos años tienen lagunas de cotización o aportaciones menores. De hecho, lo ideal sería tener en cuenta toda la carrera laboral, como ocurre con un sistema de reparto sobre la base de cuentas nocionales o individuales. Este aumento del número de años no debería verse neutralizado por la posibilidad de elegir los 25 mejores años de cotizaciones realizadas".

Podría ser más perjudicial para las mujeres 

Pensionista mayor (BigStock)

Foto: BigStock

 

España necesita incrementar la vida laboral de los trabajadores para promover la sostenibilidad del sistema de pensiones. Hasta la fecha, los incentivos principales para prolongar dicha vida laboral han consistido en incrementos por año cotizado a una edad superior a la legal de jubilación y en la posibilidad de compatibilizar la pensión con trabajos a tiempo parcial o concepto de pensionista activo (Real Decreto-Ley 5/2013), resalta Juan Ángel Lafuente (@JALafuent), catedrático de Finanzas y Contabilidad de la Universitat Jaume I (@UJIuniversitat), y Director de la Cátedra Ciutat de Castelló. A su juicio, la efectividad de estas medidas ha sido escasa. "Por ejemplo, a nivel agregado, la duración de la vida laboral en España (datos de Eurostat, 2019) ha pasado de 34,8 años en 2013 a 35,3 en 2019. No obstante, el efecto es desigual atendiendo al género. En el caso de los hombres ha pasado de 37,2 a 37,4 años, mientras que para las mujeres ha evolucionado desde 32,3 a 33,1 años, en dicho periodo de referencia", detalla.

Teniendo en cuenta los datos anteriores, Lafuente considera que esta medida "endurece a priori el acceso al 100% de la pensión para las mujeres, y no para los hombres. Pero es un incentivo para acabar con la dualidad de género en términos de la duración de la vida laboral a la vez que potenciar la sostenibilidad del sistema público de pensiones y el diferencial de prestaciones entre hombres y mujeres una vez alcanzada la jubilación, que en enero de 2020 se sitúa, en media, en 423,33 euros"

Reduciría la pensión y alargaría la edad de jubilación

A juicio de Pau Monserrat (@pmonserrat), economista y profesor asociado de la Universidad de las Islas Baleares (UIB) y experto de Futur Legal (@futurlegal), se trata de una medida que, "nos guste o no, va encaminada a reducir nuestras pensiones y a alargar la edad de jubilación, porque en definitiva, si se extiende el plazo para computar los años de contribuciones de cara a la pensión, se estarán abarcando 10 años más, correspondientes a los comienzos laborales, que suelen ser los años en que se obtienen menores ingresos, por tener empleos junior, por la falta de experiencia, etc.". 

Es decir, Monserrat argumenta que esa extensión hasta los 35 años de vida laboral perjudicaría al trabajador medio, que hasta hace unos años solía ganar sus mejores nóminas en los años previos a la jubilación. Ahora bien, resalta otro efecto, que tiene que ver con el giro dado por el mercado laboral y su tendencia actual a expulsar a los empleados sénior a partir de los 55 años. "Ahora ya no existe el trabajo para toda la vida, y los últimos 15 años laborales son muy peligrosos, porque si nuestra empresa quiebra, o hace un ERE, o nos despide aunque sea de modo improcedente, corremos el riesgo de no volver a trabajar, o hacerlo de modo precario. Para estas personas, el contar 35 años sí podría ser beneficioso". 

El economista Javier Santacruz (@santacruz_s_a) afirma que la posible reforma supondría calcular en la práctica con toda la vida laboral. "Es algo a lo que hay que llegar, pero previamente es necesario hacer otras reformas, entre las más urgentes, ordenar los ingresos y los gastos, dejando sólo los contributivos en la caja de la Seguridad Socia, además de reintroducir el Factor de sostenibilidad y el índice de revalorización anual". 

Santacruz también cree que la medida sería beneficiosa para el futuro del sistema, "sobre todo para las futuras pensiones; las de ahora y las de los próximos años no se verían afectadas".

Oposición de los sindicatos

Desde CCOO, Carlos Bravo Fernández (@carlosbravofdez), secretario de Políticas Públicas y Protección Social, Pensiones y Desempleo, confirma a 65Ymás que "ese tema aún no se ha llevado a la Mesa de Diálogo Social sobre las pensiones, y hasta que no haya una propuesta no vamos a pronunciarnos. No queremos hacer valoraciones sobre posibilidades".  No obstante, en sus redes sociales ha advertido de que el "supuesto propósito del Ministerio de enviar a Bruselas un anuncio de aumento del periodo de cálculo de las pensiones a 35 años no está en la agenda de trabajo del Diálogo Social" y ha recordado que "no se ha incluido en las recomendaciones aprobadas por el 75% del Congreso en las recomendaciones aprobadas en noviembre de 2020".

En su cuenta de twitter, Bravo ha insistido en que "aún no ha concluido la aplicación paulatina de la reforma de pensiones de 2011, tampoco se ha evaluado", por lo cual, "el Gobierno no debe enviar a la UE ese compromiso. En estas condiciones sería una deslealtad con el Diálogo Social".

Asimismo, desde Pensionistas de CCOO, su secretario general, Julián Gutiérrez, insiste en recordarle al ministro Escrivá que sus reivindicaciones pasan por "derogar la reforma de 2013 que hizo el PP unilateralmente, volver al año 2011, fecha del último acuerdo, y discutir las medidas en la Mesa de Diálogo Social". Para Gutiérrez, el sistema de pensiones es "un tema demasiado importante para quedarse en unos titulares periodísticos y en lanzar bulos que solo crean confusión".

Por su parte, Pepe Álvarez, secretario general de UGT (@UGT_Comunica), no oculta su malestar por la supuesta intención del ministro Escrivá. "A mí me parece absurdo que las propuestas que han de llevarse a la Mesa del Diálogo Social las conozcamos por los medios de comunicación", ha asegurado en el programa Espejo Público, recordando asimismo que en España aún no ha concluido el periodo de extensión desde los 15 a los 25 años, y avanzando que "UGT no va a la mesa de negociación con la perspectiva de aumentar los años de cotización; sería una manera de rebajar las pensiones". 

Sobre el autor:

Pepa Montero

Pepa Montero

Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).

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