Ignacio Casanueva
Ignacio Casanueva es redactor especializado en temas de tecnología y salud.
… saber más sobre el autorLa declaración de la renta es un reflejo de la variedad de personas que componemos la sociedad española. En ella se puede ver que no todas las personas cobran igual, no todas tienen las mismas obligaciones y que a algunas de ellas el Estado las ayuda a superar el año fiscal debido a su situación personal. Entre estas últimas encontramos a las que tienen una discapacidad.
Y es que las situaciones de minusvalía o discapacidad permiten desgravar tanto en la parte estatal, como en la que corresponde a la autonómica. A su vez, la declaración de la Renta incluye una deducción en el IRPF de carácter general para las personas con discapacidad, pero adicionalmente hay más deducciones para los contribuyentes que presenten una discapacidad superior al 33% o al 65%.
Otras deducciones que podemos encontrar son los rendimientos de trabajo en especie que se corresponden a las cuotas de la empresa a las entidades aseguradoras que han cubierto la enfermedad. Y es que esta deducción por discapacidad se aplica al seguro del trabajador, el cónyuge y los descendientes. Hay que apuntar que el precio del seguro no puede superar los 1.500 euros para personas con discapacidad.
En actividades económicas de estimación directa se pueden deducir hasta 1.500euros por las primas de los seguros de enfermedad, así como desgravar los seguros del cónyuge e hijos menores de 25 años que convivan con la persona que tenga reconocida esta minusvalía.
Como hemos mencionado la familia que rodea a la persona se ve también incluida en este radar para beneficiarla de alguna forma en la declaración. En la renta de este año por ejemplo existe una deducción específica para las familias que algún miembro tenga discapacidad. Esta deducción forma parte del grupo en el que entran la deducción por maternidad y familia numerosa. En total, la cuantía de la deducción alcanza los 1.200 euros por cada familiar.
Estas deducciones minoran directamente la cuota diferencial, es decir, se reducen de lo que tendríamos que pagar en el IRPF como ocurre con la deducción por maternidad. La deducción general por discapacidad se aplica en los siguientes supuestos