El número de afiliados a la Seguridad Social por pensionista es uno de los grandes indicadores para evaluar la sostenibilidad del sistema de pensiones público, ya que en España las cotizaciones de los trabajadores en activo son las que financian las prestaciones de ese momento, incluidas las pagas de los jubilados. Según los últimos datos oficiales, en nuestro país hay 20.098.119 cotizantes en alta en todos los regímenes (al cierre de abril de 2022), en comparación con los 9.929.502 pensiones contributivascontabilizadas, y los 9.001.585 pensionistas en esa misma fecha (ver tabla inferior). Hay que recordar que el número de pensiones y pensionistas no coincide nunca, ya que existen personas que cobran más de una paga, normalmente, la de jubilación y la de viudedad.
Las estadísticas constatan, por tanto, que hay 2,23 trabajadores en activo por cada pensionista, pero si la relación se halla con la cifra real de nóminas que se pagan cada mes, la ratio es mucho menor, en detrimento de la Seguridad Social, ya que existen tan solo 2,02 afiliados para financiar cada una de las pensiones a cargo del sistema público.
NÚMERO DE PENSIONISTAS Y DE PENSIONES (2012-2022)
Fuente: Seguridad Social
La ratio afiliados/pensionista se encuentra en una tasa baja y preocupante, sobre todo porque en unos pocos años España afrontará la jubilación masiva de la generación del baby boom, que empeorará aún más la situación. De hecho, la mayor proporción de trabajadores respecto a jubilados se registró en el año 2007 (ver gráfico inferior), cuando se contabilizaban 2,71 cotizantes por pensionista, mientras que el nivel más bajo se produjo en 1996, con únicamente 2,06 afiliados por pensionista, de acuerdo con los datos aportados por el Gobierno en los Presupuestos Generales del Estado para 2022.
Fuente: PGE Seguridad Social 2022
Mejoría en 2021, aunque insuficiente
Según el último informe 'Pensiómetro', realizado por el Instituto Santalucía y correspondiente al primer trimestre de 2022, "el año 2021 fue positivo para la ratio cotizantes/pensionista, ya que el ejercicio se cerró con una tasa de 2,21, frente a los 2,14 existentes en 2020. Se trata de un dato positivo, pero todavía está lejos de los aproximadamente 2,6 afiliados que serían necesarios para que desapareciera el déficit contributivo de la Seguridad Social”, advierten los autores de este estudio.
De hecho, pese a esta leve mejoría experimentada a finales de 2021, el número de cotizantes por pensionista es idéntico al existente en junio de 2019 (dos años y medio antes, antes del estallido de la pandemia), con lo cual, parece tratarse de una situación de estancamiento más que de crecimiento en firme.
La ligera recuperación de la ratio cotizantes/pensionista durante el año pasado se debe a la positiva evolución que tuvo la afiliación a la Seguridad Social y también a “la superación progresiva de la crisis de la COVID-19”, según explican los expertos del Instituto Santalucía, quienes resaltan además que estamos en mejor situación que hace diez años, pero eso no significa que la mejoría sea tan notable, debido a que “en el año 2012 la economía estaba en el punto más bajo del ciclo económico tras la crisis que se inició en 2008”, por lo cual, la comparación es lógico que salga en signo positivo.
Además de ser insuficiente para acabar con el déficit contributivo de la Seguridad Social, la cifra de afiliados por pensionista no basta para afrontar la inminente jubilación del baby boom, que reducirá considerablemente la relación actual. Una vez comiencen a jubilarse los trabajadores nacidos desde finales de 1950 hasta mediados de 1970, las previsiones apuntan a que la tasa caerá hasta situarse cerca de la paridad: casi un cotizante por pensionista. De acuerdo con las proyecciones de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), la jubilación de los baby-boomers incrementará la cifra de pensionistas hasta los 15 millones en 2048.
José Luis Escrivá, ministro de Seguridad Social.
La avalancha de nuevos pensionistas someterá a una mayor presión las finanzas de la Seguridad Social, con impacto tanto en los ingresos como en los gastos. En la actualidad, los ingresos por cotizaciones sociales tan solo representan el 75,3% de los ingresos de la Seguridad Social, según reflejan los Presupuestos Generales del Estado para 2022 (ver gráfico inferior). Es decir, lo que se recauda por las contribuciones de los trabajadores en activo (y la parte correspondiente a las empresas por esos empleados) únicamente representa 75 de cada 100 euros ingresados, mientras que el Estado debe aportar el 20%.
Fuente: PGE Seguridad Social 2022
Indicadores de sostenibilidad de las pensiones
La tasa de afiliación se ha incrementado casi tres puntos en el último año (diez puntos desde 2012), de acuerdo con las estadísticas recogidas en el último Pensiómetro del Instituto Santalucía. Este es un indicador que muestra una mejoría en la sostenibilidad del sistema público.
Asimismo, la edad efectiva de jubilación continúa creciendo, "aunque menos de lo que se esperaría en teoría por el aumento en dos meses de la edad legal de jubilación hasta los 66 años en 2021 frente a los 65 y 10 meses en 2020. En concreto, subió de 64,51 en diciembre de 2020 a 64,55 en diciembre de 2021. La tendencia observada a medio plazo es similar, resultando un aumento inferior en la edad efectiva (de 64,03 años en diciembre de 2012 a 64,55 en diciembre de 2021, antes de la entrada en vigor de la Ley 27/2011) que en la edad legal (de 65 a 66 años en ese mismo intervalo)", destacan los expertos del Instituto Santalucía.
Por su parte, el indicador de solidaridad muestra una tendencia decreciente, bajando el peso de los complementos a mínimos en la nómina de pensiones al 4,7% (frente al 4,9% un año antes). Esto es un síntoma de que los derechos por pensiones son cada vez mayores y se necesitan menos recursos para garantizar la pensión mínima. "En 2022 esta tendencia puede interrumpirse por la revalorización del 3% de las pensiones mínimas frente al 2,5% del resto", sugiere el último informe Pensiómetro.
Sobre el autor:
Pepa Montero
Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).