El proceso de envejecimiento en España, irremediable a corto y medio plazo, plantea desafíos considerables en todos los órdenes de la economía y la sociedad. Uno de ellos es la importante caída de la tasa de actividad, estimado en 2,8 puntos porcentuales adicionales hasta 2030 con respecto a su nivel actual, hasta alcanzar el 55% respecto a su valor actual. Así lo prevé un artículo del Banco de España, publicado este jueves, donde además alerta del empeoramiento de latasa de dependencia (población de 65 años o más sobre la de 15- 64 años), debido al mayor peso que tendrán las cohortes de población de edades avanzadas.
Más en detalle, el estudio, cuyos autores son Pilar Cuadrado, Alejandro Fernández Cerezo, José Manuel Montero y Francisco José Rodríguez, también revela que el envejecimiento poblacional experimentado durante la última década ha tenido un impacto negativo de unos 3,4 puntos porcentuales sobre el nivel de la tasa de actividad en 2022 en España, pasando del 62,1% al 58,7%. Un efecto heterogéneo por regiones, con mayor intensidad en las comunidades del Cantábrico y menor en Islas Baleares, Castilla-La Mancha y Extremadura.
Los autores argumentan que la participación laboral de los grupos de edad más jóvenes (los que tienen entre 16 y 24 años), y las personas mayores de 55 años explica esta caída en la tasa de actividad.
Fuente: Banco de España
Así, a medida que las cohortes de población más numerosas, las pertenecientes al baby boom, se acercan a la jubilación, la tasa de actividad agregada se recorta por un mero efecto composición. Además, y de cara a los próximos años, se prevé un incremento continuado de la tasa de dependencia (peso de la población de 65 o más años sobre la de 15-64 años) hasta situarse en 2030 en el 35,1%, lo que supone un aumento de casi 5 puntos más que en 2022.
Los extranjeros contrarrestan el envejecimiento
El colectivo extranjero habría contrarrestrado, en parte, el impacto del envejecimiento sobre la actividad en España, dado que el grupo poblacional foráneo es más joven y con mayores tasas de participación laboral, según indica la institución. En concreto, la evolución de la participación laboral de la población extranjera habría contribuido a mitigar el impacto del envejecimiento sobre la tasa agregada de actividad en unos 0,8 puntos porcentuales desde 2012.
El mayor efecto contractivo del envejecimiento sobre la participación laboral se observa en Asturias, Cantabria y País Vasco, con efectos en el entorno de los 5 puntos porcentuales, dado el mayor peso de la población más de 65 años en estas regiones, de acuerdo a los resultados publicados por el Banco de España (teniendo en cuenta a la población extranjera y la nacional).
En el lado contrario, entre las comunidades autónomas con menores caídas destacarían Islas Baleares, Castilla la Mancha y Extremadura, que han registrado un menor incremento del peso de la población más envejecida.
Si se considera solo la población nacional en cada comunidad autónoma, la inmigración habría permitido amortiguar el impacto del envejecimiento observado en la última década sobre la tasa de actividad en todas las comunidades autónomas, salvo Andalucía. Este efecto amortiguador de la inmigración beneficia de manera más notable a Madrid, Cataluña e Islas Baleares, territorios que han registrado en la última década las mayores entradas de inmigrantes en proporción a su población.
Hacen falta más inmigrantes
El artículo, publicado este jueves por el Banco de España, asegura que, de cara a los próximos años, con el continuo envejecimiento de la población autóctona, se prevé un fuerte reemplazo de nacidos en España por extranjeros, que se producirá en los tramos de edades de entre 25 y 54 años o el tramo conocido como prime age, que se caracteriza por ser el de mayor participación laboral relativa.
Advierte asimismo de que, si se produjeran unos flujos nulos de entrada y salida de inmigrantes a partir de 2023, la tasa de actividad caería 4,4 puntos porcentuales hasta 2030, por lo que el efecto positivo de los flujos migratorios proyectados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) se podría cuantificar en 1,6 puntos porcentuales.
Sobre el autor:
Pepa Montero
Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).