Ignacio Casanueva
Ignacio Casanueva es redactor especializado en temas de tecnología y salud.
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Miércoles 17 de agosto de 2022
ACTUALIZADO : Miércoles 17 de agosto de 2022 a las 10:24 H
3 minutos
En otros artículos os hemos hablado sobre las diferentes variedades del yoga y aquellos que nos ayudarán a bajar de peso o quemar más calorías. Y es que el yoga se trata de una práctica física y filosófica que conecta cuerpo, alma y respiración. Para ello se basa en una serie de posturas por medio de las cuales se puede realizar la meditación.
Por todos estos múltiples beneficios esta práctica se ha extendido durante los últimos años de oriente a occidente y ha generado un ejército de “yogers”. Tanto es el fervor que si durante estas vacaciones estás en la playa o dando el paseo por una de ellas, y ves que hay personas que en la toalla están haciendo estas posturas o sanas, no te extrañes, la paya es uno de los mejores sitios para hacer esta práctica. Aquí te comentamos por qué:
1- Los estímulos ambientales
Para que la práctica del yoga sea significativa, es necesario encontrarse en un lugar que emane paz y tranquilidad. Lo contario, un ambiente con ruidos y distracciones, impedirá conectar con la parte más espiritual. Por esa razón, la playa es el escenario ideal para practicar yoga. No solo porque hay pocas distracciones que puedan sacar tu mente de la rutina, sino porque el sonido de las olas proporciona una enorme sensación de relajación.
Hay que apuntar que las playas para hacer esto serán las que menos masificadas estén, o sino a primera hora del día o última de la tarde, cuando las condiciones son óptimas por personas, temperatura, etc.
2- Mejora la estabilidad y el equilibrio
Realizar ejercicio en la arena de la playa nos va a suponer un desafío. Esto se debe a la inestabilidad de este terreno, no es un suelo liso como el que estamos acostumbrados en los gimnasios o academias. Esto nos obliga a tener que realizar un esfuerzo consciente para mantener la estabilidad y el equilibrio. Aunque parezca insignificante influye mucho, al principio parecerá un sobreesfuerzo, pero con constancia se traducirá en una mejora de la propiocepción.
3- Permite estar en estrecho contacto con la naturalez
La playa es un entorno natural y, como tal, genera unas reacciones emocionales positivas. La naturaleza tiene un poder para modular el estado de ánimo; tan solo con observar paisajes naturales, el estado de ánimo se vuelve más positivo.
4- Permite encontrar un lugar para desconectar
Otro aspecto fundamental para que la práctica del yoga sea provechosa es conseguir desconectar del agobio de la rutina y de los pensamientos. Practicar yoga en la playa puede ayudar a conseguirlo, ya que cambiar el ambiente habitual permite tomar distancia de los pensamientos y sentimientos relacionados con la rutina diaria.