
Cae la 'generosidad' de las pensiones para jubilados anticipados y trabajadores con carreras cortas
La 'reforma Escrivá' y el retraso del retiro ordinario bajan la tasa de sustitución, según expertos

Elma Saiz: "Las pensiones no están en peligro por la jubilación del 'baby boom'"
Los actuarios cuestionan la sostenibilidad del sistema público de pensiones
Las últimas reformas de pensiones, y especialmente las realizadas en 2021 y 2023, por el entonces ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, han mejorado la equidad del sistema mediante dos factores: el aumento de la edad ordinaria de jubilación (cada año se incrementa en 2 meses, hasta llegar a los 67 que regirán en 2027) y el hecho de que las trayectorias laborales cortas han empeorado su tratamiento.
Asimismo, en comparación con lo que sucedía en 2020, la reforma Escrivá ha reducido la generosidad de las pensiones en algunos casos, especialmente en trabajadores con carreras laborales cortas y entre quienes se acogen a la jubilación anticipada. Así lo constata el Instituto de Actuarios Españoles en su último informe, Actualización del Factor de Equidad actuarial (FdEA) del sistema contributivo de pensiones de jubilación.
En concreto, los actuarios subrayan que, como consecuencia de los cambios legislativos en los coeficientes reductores por jubilación anticipada, en los porcentajes adicionales por jubilación demorada, en la asignación del porcentaje por años cotizados y en la edad de jubilación ordinaria, "la tasa de sustitución a aplicar a la base reguladora para calcular la pensión inicial de los individuos tipo ha cambiado para gran parte de los casos".

Más en detalle, si se compara la tabla que recoge las tasas de sustitución a aplicar a las nuevas jubilaciones en 2025, con las que regían en 2020, el informe de los actuarios constata "el endurecimiento de condiciones de jubilación en la mayoría de los casos, especialmente en carreras más cortas y en edades inferiores a la ordinaria, destacando el descenso de 16,46 puntos porcentuales en una persona que se jubile a los 64 años con 36 años cotizados; mientras que si lo hace a la misma edad, pero con un año más de cotización, el FdEA aumenta en 0,73 puntos porcentuales".

No obstante, pese a estos perjuicios para algunos recientes y nuevos jubilados (que suponen ganancias para la Seguridad Social) y a los leves avances en la equidad desde 2020, los actuarios alertan de que las reformas efectuadas no aseguran la sostenibilidad del sistema de pensiones, que califican de "cuestionable".
Actuarios: "De media, se cobra un 62% más de lo aportado"
Según el director del Observatorio Actuarial de Previsión Social, Gregorio Gil de Rozas, aunque existe un "loable" intento por reequilibrar el Factor de Equidad Actuarial (FdEA) en los últimos cinco años a través de reformas, los resultados han sido "claramente insuficientes".
Como ejemplo de las dificultades actuales y futuras del sistema de pensiones, los actuarios señalan el "cada vez mayor desequilibrio" entre el dinero que una persona cobra por pensión a lo largo de su jubilación, y el valor de las cotizaciones que realizó durante su vida laboral. En concreto, aducen que el Factor de Equidad Actuarial (en caso de ser mayor que 1, muestra un modelo de jubilación generoso) "no ha dejado de empeorar" en los últimos cinco años, pasando de un promedio ponderado de 1,55 en 2020 a 1,62 en 2025.
Esto significa que "se cobra un 62% más de pensión que lo aportado", según estos expertos. Y este desequilibrio, a favor del jubilado y en contra de la salud financiera del sistema, seguirá incrementándose, lo que hace augurar unas consecuencias "devastadoras" a futuro para el indicador de sostenibilidad actuarial, alcanzando el 2,14 en 2045 y el 2,20 en 2065.
Otra conclusión del Instituto de Actuarios Españoles es que las pensiones futuras no estarán suficientemente respaldadas por las cotizaciones, generando presiones sobre las finanzas públicas o la necesidad de hacer "importantes reformas estructurales".
Devesa: "Faltan mecanismos de ajuste automáticos"
Enrique Devesa (@DevesaCarpio), coordinador técnico del Observatorio Actuarial de Previsión Social, alerta de que el aumento del desfase entre el importe de la pensión y la cantidad aportada como cotizaciones refleja un "problema estructural" del sistema público español.
A su juicio, para que una nueva reforma del sistema de pensiones fuera efectiva en términos de sostenibilidad y equidad debería incluir "mecanismos de ajuste automáticos ante cambios en el crecimiento económico a largo plazo y en la esperanza de vida, como han hecho en otros países de nuestro entorno".
En este mismo sentido, Robert Meneu, también coordinador técnico del Observatorio Actuarial, pronostica que, “en ausencia de mecanismos de ajuste automáticos, el sistema de pensiones seguirá necesitando cada vez mayores transferencias del Estado para mantener un nivel de generosidad creciente con los años”.