Cómo cobrar una herencia sin perder la pensión no contributiva en 2023
Si se supera el límite de renta anual, se deben realizar dos trámites para no perder la pensión
Las pensiones no contributivas tienen por objetivo proporcionar los recursos necesarios a las personas que carecen de ellos, pese a no contar con el periodo mínimo cotizado. Sin embargo, existen algunos motivos por los que se pueden perder.
El Estado asume la obligación de garantizar unas condiciones de vida mínimas para las personas mayores o con una incapacidad reconocida. Por eso, existe la posibilidad de beneficiarse de este tipo de prestaciones, las cuales dependen de los ingresos anuales de cada ciudadano. Así, el cobro de una herencia puede alterar esta variable, por lo que la pensión podría peligrar.
Existen cuatro casos, según el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), por los que una pensión no contributiva puede ser suspendida. Por ejemplo, si no se declaran los ingresos por unidad de convivencia, no se notifican las modificaciones de las diferentes situaciones personales o se cambia de oficio, se dejaría de cobrar.
El cuarto caso es el más habitual: si se supera el límite de ingresos marcado por la Seguridad Social, se suspendería el cobro de la pensión. Dado que el objetivo de esta prestación es proteger a las personas sin recursos, un aumento en los ingresos anuales supondría el fin de la ayuda.
No obstante, ingresos puntuales como el cobro de una herencia, aunque implican el aumento de los recursos, no supone necesariamente la pérdida de la pensión, sino que existen algunos casos en los que se puede conservar.
Un mes para comunicarlo a la Seguridad Social
La Seguridad Social es la institución encargada de marcar la frontera de ingresos personales para el año. Según este umbral, el requisito para poder ser beneficiario de una pensión no contributiva es que los ingresos anuales no superen los 6.784,54 euros.
No obstante, si se convive con otros familiares, la cifra puede variar. En el caso de unidades familiares compuestas por dos personas, asciende hasta los 11.533,72 euros anuales. Si son tres personas, llega a los 16.282,90 euros; si son cuatro, hasta los 21.032,08 euros.
Otro factor a tener en cuenta es el grado de consanguinidad de los convivientes. Si dentro de la unidad figuran los hijos o padres, estos límites aumentan de la siguiente forma: 28.834,30 euros para dos convivientes; 40.707,25 euros para tres y 52.580,20 euros para cuatro convivientes.
Si se recibe una herencia, no se podrá superar el límite de rentas anuales que corresponda según la circunstancia concreta. Además, habrá que realizar dos trámites más para poder mantenerla.
En primer lugar, es necesario comunicar en el plazo de 30 días a la Seguridad Social el cambio en las condiciones económicas. A esto se añade la necesidad de comunicar en los tres primeros meses del año una declaración de los ingresos totales de la unidad de convivencia de la que forma parte el beneficiario. Si no se cumplen ambos trámites, el pago de la pensión quedará suspendido.
