Compatibilizar pensión y empleo: tres fórmulas que lo permiten en 2024 y sus diferencias

 Saiz ampliará la compatibilidad de pensión y empleo mediante la jubilación parcial

Pensiones 2024: subida del 3,8%, con jubilación más tardía y obligación de cotizar más

En estos momentos, existen en España tres fórmulas para compatibilizar pensión y empleo: la jubilación parcial, la flexible y la activa. Esta última modalidad legal, reformada durante el mandato del anterior ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, sigue siendo muy poco utilizada por los asalariados, ya que necesita el acuerdo de la empresa. Los autónomos son prácticamente los únicos que acceden a la jubilación activa.

Por lo que se refiere a la jubilación flexible, es una gran desconocida: es el sistema que permite al ya jubilado trabajar a tiempo parcial, cobrando una parte de la pensión, siempre que el empleo que realice no sea de jornada completa. No pueden solicitarla los trabajadores autónomos.

En cuanto a la jubilación parcial, va a ser ampliada este mismo año, de hecho, la actual ministra de Seguridad Social, Elma Saiz, ya negocia con los agentes sociales su reforma y extensión. El objetivo es fijar una normativa homogénea para todos los sectores de actividad, puesto que, desde 2018, existen condiciones más ventajosas para quienes accedan a esta figura, pero únicamente para la industria manufacturera (ventajas prorrogadas hasta 2025). Los autónomos sí pueden acceder a ella.

¿Hacia la plena compatibilidad de pensión y trabajo?

Gobierno, sindicatos y patronal están de acuerdo en avanzar en las fórmulas legales que permitan una salida más gradual de los sénior hacia la jubilación, mediante incentivos para trabajadores y empresas, sobre todo con vistas al retiro de la generación del baby boom, que se prevé masivo a partir de 2025 y la década de los 30.

En este contexto, numerosos expertos piden que se fomente la compatibilidad entre pensión y seguir trabajando, incluso, llegando a cobrar el 100% de la pensión. La Fundación Activos de Gran Experiencia lanzó recientemente una iniciativa para promover un cambio legislativo hacia la plena compatibilidad entre la prestación por jubilación y el trabajo, tal como expone en el Manifiesto por una jubilación compatible y la plena compatibilidad entre la prestación por jubilación y los ingresos laborales, firmado por diez reconocidos expertos en economía, derecho, pensiones y previsión social complementaria.

Tal como defiende uno de los patronos de la Fundación AGE, José Antonio Herce (@_Herce), doctor en Economía y socio fundador de LoRIS Retirement, "la jubilación no es una obligación, es un derecho. Nadie puede obligarnos a tomar esa decisión, pero se viene haciendo y se intensifica en algunos casos, como cuando un trabajador está cargado de trienios y resulta muy oneroso para su empresa, y se le empuja, u obliga, a jubilarse. En estos casos, sería muy útil disponer de contrato de compatibilidad entre pensión y salario, sin trienios, sin indemnización, pero que se incentivase la continuidad del talento senior".

Así funciona el retiro parcial, hasta que se reforme

En 2024, y hasta que Gobierno y agentes sociales acuerden la nueva regulación, que ya negocian en la Mesa de Diálogo Social sobre Pensiones, los trabajadores que quieran y la empresa les permita la jubilación parcial, sin contrato de relevo, ven aumentado el requisito de edad, pues esta modalidad tiene un mínimo para acceder, la ordinaria de jubilación. Y hay que recordar que la edad ordinaria en 2024 es dos meses más elevada que en 2023 (66 años y 6 meses, aunque según lo cotizado, se permite a los 65).

Si el trabajador se acoge a ella y la empresa hace un contrato de relevo para sustituir a la persona que se jubila parcialmente, la edad mínima de acceso, desde el 1 de enero de 2024, es de 62 años y 6 meses (si se tienen cotizados al menos 36 años), o de 64 años (en el caso de que se tengan 33 o más años cotizados). (Ver gráfico inferior).

LA JUBILACIÓN PARCIAL CON CONTRATO DE RELEVO

Cuando existe contrato de relevo, en teoría, existen excepciones que posibilitarían acceder desde los 60 años, pero en la práctica es casi imposible. Los beneficiarios de jubilación parcial deberán aceptar una reducción de jornada del 25%-50% (si el contrato de relevo es a jornada completa e indefinido, puede llegar al 75%).

Sin contrato de relevo, la reducción de la jornada laboral del jubilado-trabajador será del 25% como mínimo, y del 50% como máximo. 

La jubilación activa, más dura en 2024

Con la llegada de 2024, también se ha endurecido la jubilación activa, puesto que la Ley de reforma de las pensiones de 2021 introdujo restricciones de edad, cotización y base reguladora, y para solicitarla debe haber transcurrido un año desde la edad ordinaria de jubilación (en 2024, son 66 años y 6 meses, para quienes tengan cotizados menos de 38 años; y 65 años para quienes superen los 38 de contribuciones sociales).

Otro requisito para cogerse a la modalidad de la jubilación activa en 2024 es que la persona debe tener derecho al 100% de la base reguladora de la pensión. 

En cuanto al porcentaje de pensión a cobrar, será del 50% en el caso de los trabajadores por cuenta ajena, mientras que la ley permite que los autónomos cobren el 100% de la pensión, pero solo aquellos que tengan contratado al menos a un asalariado.

La cotización del jubilado activo será por incapacidad temporal y contingencias profesionales, y además tendrá que realizar una cotización especial del 8% en concepto de solidaridad.

Jubilación flexible: cuando el jubilado vuelve a trabajar

La jubilación flexible es una modalidad de retiro que hace posible cobrar una parte de la pensión y trabajar al mismo tiempo, siempre que el empleo no sea de jornada completa. Es decir, permite compatibilizar la pensión de jubilación con un contrato a tiempo parcial, dentro de los límites de jornada que define el Estatuto de los Trabajadores. Otra particularidad es que, quienes se acogen a este sistema, deben aceptar una rebaja del importe de la pensión que venían cobrando desde que se jubilaron.

Tal como detallan los expertos en jubilación y pensiones de WTW (@WTWcorporate Willis Towers Watson), desde 2013, la reducción de jornada bajo la modalidad de jubilación flexible se limita a un mínimo del 25% y un máximo del 50%. Es decir, el jubilado debe tener una jornada laboral de entre el 75% y el 50% del tiempo de lo que en su empresa o sector se considere un trabajo a tiempo completo.

En cuanto a los requisitos, en primer lugar, es preciso haber accedido a la jubilación y haber cotizado un mínimo de 33 años. Es decir, el solicitante debe estar en una situación pasiva para pasar a una parcialmente activa.

Asimismo, el pensionista debe empezar a trabajar con un contrato parcial con una reducción de jornada de entre un 25% y un 50%. "Se podrán llevar a cabo varios trabajos, siempre que el total de la jornada laboral no exceda el 50%. Durante el tiempo que dure el contrato a tiempo parcial, se cotizará bajo las mismas reglas que aplican al resto de trabajadores", detallan los expertos de WTW.

¿Cómo funciona la jubilación flexible? Una vez que la Administración comprueba que el jubilado que quiere volver a trabajar cumple los requerimientos, le recalcula la cuantía de la pensión: el importe se reduce en proporción inversa a la reducción aplicable a la jornada de trabajo del pensionista. Esto significa que, si la persona beneficiaria trabaja media jornada (con relación a un trabajador a tiempo completo), su pensión se recortará a la mitad. "Si la disminución de jornada es del 25%, la pensión bajará un 75%", especifican desde WTW.

Ahora bien, ¿qué sucede cuando el titular de la jubilación flexible deja de trabajar? Lógicamente, se le restablecerá el cobro íntegro de la pensión. Además, como ha seguido cotizando durante el tiempo en que ha compatibilizado jubilación y empleo, la Seguridad Social le volverá a calcular la base reguladora de la pensión, por lo cual, la cuantía final de la misma será mayor que antes de la compatibilidad.