¿Compensa que una gestoría haga la declaración de la renta?

En estos días nos hemos vuelto locos intentando comprobar nuestros impuestos durante el año anterior, así como de todos aquellos gastos que tenemos que podemos deducirlos. Un laberinto entre números que seguramente nos haga pensar en si alguien se puede encargar de estas gestiones. Hay una figura para ello: la gestoría.

Una gestoría se encarga de poner en orden todos los datos de una empresa, pyme o autónomo para que la declaración de la renta sea lo más beneficiosa posible.

Si fuéramos una persona con gastos sencillos y sin muchas facturas, puede que no necesitamos de estos servicios, pero si entramos en alguno de los tres ejemplos anteriores una gestoría puede suponer un ahorro importante, incluso a veces mejorará el resultado cambiando de tener que ingresar a devolver. Sobre todo cuando somos autónomos en cuyo caso la declaración es más compleja y hay que incluir partidas de ingresos muy diferentes y tener en cuenta impuestos como el IVA.

Y es que calcular impuestos de forma correcta y a la primera, como por ejemplo el IRPF, requiere que se tenga que hacer un análisis detalladamente a cada pertida económica y todas las posibilidades que podemos tener para desgravar algo de dinero. Realizar todo este tipo de consultas requiere tiempo. Un tiempo que si no tenemos nos lo puede ahorrar una gestoría.

Y es que estos servicios están compuestos por profesionales que se conocen de primera mano los procedimientos y los cambios que se realizan cada pocos años en el panorama fiscal y que afectan a la declaración.
Otro de los puntos fuertes que defienden la contratación de una gestoría es que en sus manos nos evitamos las posibles sanciones o recargos si la declaración de la renta no estuviera confeccionada de manera correcta.

Frente a estos puntos positivos encontramos uno que puede echar para atrás a algunas personas o pequeñas empresas: el coste. Contratar a una gestoría sale de media entre 50€y 150€ por declaración. Una decisión que debe realizarse mirando la economía propia y comprobando si ese desembolso será rentable.