En 2024, las pensiones no contributivas (de jubilación e invalidez), las que cobran quienes no han cotizado los 15 años mínimos que exige la Seguridad Social, tienen un importe anual de 7.250,60 euros íntegros, que se abonan en 12 mensualidades, más dos pagas extraordinarias (en junio y noviembre). Tras la revalorización anual, desde el 1 de enero han subido el 6,9%, hasta suponer unos 526 euros mensuales (las de jubilación) y 579 euros al mes (las de invalidez), con datos del Imserso correspondientes al pasado mes de julio.
En total, hay 455.111 pensionistas no contributivos en todo el país, y al tratarse de prestaciones asistenciales, su importe es muy bajo, y su revalorización anual depende de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), que el Gobierno empezará a negociar con los grupos políticos en septiembre, para intentar tenerlos aprobados antes de que acabe el año.
A pesar de la incógnita de los próximos PGE, la reforma de pensiones de 2023 ha establecido un calendario de subida de estas pensiones asistenciales, según el cual, se incrementarán cada año más que el IPC, es decir, su importe aumentará más de lo que lo hagan las pensiones de la Seguridad Social.
La razón es que el calendario previsto por el Gobierno en su reforma establece que, en 2027, las pensiones no contributivas deberán suponer el 75% del umbral de pobreza para un hogar unipersonal, que se define como el 60% de la mediana de ingresos anuales por unidad de consumo.
Aunque la subida real, efectiva, depende de unos Presupuestos Generales que aún no se han aprobado, las proyecciones del Ministerio de Seguridad Social apuntan a que experimentarán entre 2024 y 2027 un incremento del 22%, con lo cual, pasarán desde los alrededor de 6.800 euros al año que suponían en 2023 (al aprobarse la reforma Escrivá), dejarán atrás los 7.250,60 euros que aportan en 2024, y alcanzarían los 8.300 euros en 2027.
De cumplirse el calendario previsto por la Ley de reforma, y aprobarse en los Presupuestos Generales, la pensión no contributiva de jubilación debería subir a un ritmo del 5,5% anual, con lo cual, llegaría a unos 543 euros mensuales en 2025, o alrededor de 7.600 euros en cómputo anual. Por supuesto, el Gobierno puede decidir revalorizarlas en mayor medida, y los grupos políticos, que deben dar su voto afirmativo a los PGE, también podrían reclamar una mayor subida en 2025 o cualquiera de los años hasta 2027.
De hecho, en 2024, las pensiones de viudedad han aumentado hasta un 14%, gracias al acuerdo alcanzado por EH Bildu en la última reforma de las pensiones. Y, con anterioridad, el Gobierno hubo de subir el 15% las pensiones no contributivas, en función del acuerdo con Bildu en los PGE de 2022.
Pagas ínfimas, pese a subir más en 2023 y 2024
Tanto en 2023 como en 2024, las pensiones no contributivas han experimentado revalorizaciones extra, por encima de la media del resto, precisamente debido a su baja cuantía y al disparo de la inflación.
En el mes de julio de 2024, el importe medio mensual abonado a cada pensionista ha sido, para la prestación de jubilación no contributiva, 526,11 euros al mes, que supone la mayor cuantía media alcanzada en todo 2024, después de los 522,98 euros en que se había situado en marzo pasado. Aun así, a pesar de la ligera subida del séptimo mes del año, lo cierto es que los jubilados no contributivos siguen sin cobrar ni la mitad del salario mínimo profesional (SMI), que en estos momentos es de 1.134 euros mensuales.
IMPORTE DE LA PENSIÓN DE JUBILACIÓN NO CONTRIBUTIVA
Fuente: Imserso
En cuanto a las pensiones de invalidez no contributivas, sus titulares han ingresado de media 579,36 euros en julio pasado; una cifra ligeramente superior a la percibida por los jubilados. Este mayor importe se debe, entre otras razones, a que 34.771 beneficiarios de invalidez reciben el complemento del 50% por necesidad de otra persona, según detalla el Imserso.
La subida urgente de las pensiones asistenciales es una reivindicación de los movimientos y plataformas de pensionistas de todo el país, que reclaman desde hace años un incremento de las cuantías básicas, "para que sus perceptores no caigan en un nivel de vida que raya en la pobreza", según un reciente comunicado de Unidad de Acción del Movimiento Pensionista, donde se incluyen la coordinadora estatal Coespe, Asjubi40 y movimientos de toda España.
Sobre el autor:
Pepa Montero
Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).