Desmontando las mentiras de las pensiones: no son un gasto, son un derecho

Las pensiones pueden subir hasta un 2,5% en 2022, según el dato de la inflación media de este año

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Los Presupuestos Generales del Estado para 2022 destinan 171.165 millones de euros para el pago de las pensiones (un aumento del 4,8% sobre el año precedente), lo que significa que las pensiones representan el 37,3% del total del gasto del Presupuesto consolidado. En términos globales, la dotación al sistema de pensiones se ha incrementado en 7.868 millones de euros frente a 2021, y en este incremento se incluye la previsión de inflación, así como el aumento de las pensiones del régimen de clases pasivas (929 millones más respecto a 2021) y las prestaciones derivadas de la guerra civil. Con este presupuesto se abonarán las pagas a 10,5 millones de beneficiarios: 9,86 millones de la Seguridad Social y 657.490 de clases pasivas, de acuerdo con el Libro Amarillo de los PGE 2022, presentado este miércoles en el Congreso de los Diputados por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

Ante estas cifras macroeconómicas, cabe preguntarse: ¿estos 171.165 millones de euros son una cifra muy elevada, elevada, moderada o baja? ¿Ponen en peligro la sostenibilidad de la Seguridad Social? Según la comparativa con otros países, no, España no tiene un problema de gasto en relación al Producto Interior Bruto (PIB). Nuestro país dedica a las pensiones bastantes menos recursos que Francia, Grecia o Portugal. El propio ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, estima que el gasto en pensiones español se sitúa en el 12% del Producto Interior Bruto (PIB) entre el último trimestre de 2020 y el tercero de 2021, de acuerdo con los datos de las nóminas de 2021 (la última es la correspondiente a 1 de septiembre). Esta cifra es inferior al 12,4% del PIB que gastamos en 2020 (condicionado por el impacto de la pandemia sobre el PIB) y solo supera el 10,9% de porcentaje empleado en 2019. 

Según el propio Gobierno detalla en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, enviado a Bruselas en junio pasado, el gasto en pensiones en países como Italia, Francia o Austria ronda el 14% del PIB. Y la media de los países de la eurozona es del 13,2%.

En este sentido, el Informe sobre el envejecimiento 2021: proyecciones económicas y presupuestarias para los Estados miembros de la UE (2019-2070), de la Comisión Europea, constata cómo el desembolso español en pensiones está por debajo del efectuado por importantes países de nuestro entorno, y prevé que continuará siendo inferior incluso en los años 2025 y 2030, cuando se halle en marcha la jubilación masiva de la generación del baby boom.

Fuente: Informe 2021 sobre el envejecimiento de la CE

España tampoco tiene un problema de gasto desaforado en pensiones en relación a sus propias posibilidades, según los sindicatos. Tal como Pepe Álvarez (@SG_UGT), secretario general de UGT, declaraba en una entrevista con 65Ymás, "el problema de fondo del sistema de pensiones en nuestro país no es el gasto, en realidad, somos un país que gasta poco en pensiones, y estamos muy por detrás de Alemania, Francia, Italia o Grecia. El problema es que España recauda poco y además la Seguridad Social paga aquí cosas que no paga en Alemania, por ejemplo, los costes estructurales o las subvenciones a las empresas a la contratación".

El déficit como excusa para crear alarma

Los análisis más alarmistas aluden al importante déficit acumulado por la Seguridad Social (próximo a 90.000 millones, la mitad del gasto en pensiones de un año), pero, tal y como argumenta Fernando Ónega, periodista y presidente del Comité Editorial de 65Ymás, "el sistema no acumula déficit. Lo que se acumula es haber hecho mal las cuentas y los que el ministro Escrivá llama “gastos impropios”. Un Estado de Bienestar tiene que asumir los 171.000 millones sin vender cada mañana el favor a los pensionistas, como si no hubieran cotizado. Si hay unas cuentas que revisar, no son las de pensiones. Son las de ministerios cuya utilidad se desconoce y aumentan su presupuesto de forma espectacular".

En el debate de las pensiones hay otro factor clave a ponderar. Como señala el secretario general de CCOO, Unai Sordo (@UnaiSordo), "garantizar el bienestar de las futuras generaciones de pensionistas es un factor de equidad social muy importante y uno de los grandes factores de estabilidad macroeconómica que tiene un país. ¿Qué hubiera pasado en España sin la garantía de los ingresos de los pensionistas que han sostenido a hijos y nietos en la crisis de 2008 y del año 2010?”, se preguntaba en su reciente entrevista con este diario.

Pensionistas: no al 'mantra' de la insostenibilidad

En el mismo sentido, las principales plataformas de pensionistas, como Coespe (@CoespeOficial) y Asjubi40 (@asjubi40), defienden que el gasto en pensiones no es ni mucho menos un gasto excesivo o caprichoso, en puridad, no debería llamarse gasto, sino un derecho que se han ganado y por el que han pagado mediante cotizaciones durante toda su vida laboral. 

Para los pensionistas, el alarmismo en torno al gasto en pensiones que cunde en los medios de comunicación, entre expertos y algunos partidos políticos, "es un mantra que repiten asiduamente ("las pensiones no son sostenibles"), para introducir su sistema de pensiones privadas de empleo, que sería el fin del sistema público de pensiones existente actualmente", según manifiesta Alfonso Rivas, portavoz de Coorpen Madrid-COOSPE (@Coorpenmadrid).

"Hablan de que el gasto en pensiones es muy elevado y que no son sostenibles, en cambio, no hablan de que el mayor ingreso de todo el Estado son las cotizaciones a la Seguridad Social de las/os trabajadoras/es y del colectivo pensionista. Tampoco hablan de lo que ha advertido el Tribunal de Cuentas: "El Estado debe reintegrar 103.000 millones de euros por gastos impropios a la Seguridad Social", recuerda Alfonso Rivas. Frente a los agoreros de la insostenibilidad y en defensa de unas pensiones dignas y garantizadas, "hemos convocado para el 16 de octubre una gran manifestación de pensionistas, porque no estamos de acuerdo con la reforma que quiere imponer el ministro Escrivá, y porque exigimos una auditoría pública de las cuentas de la Seguridad Social, queremos saber dónde están nuestras cotizaciones después de tantos años de trabajo", explica el portavoz de Coorpen Madrid-COESPE. 

Asimismo, Santiago Menchero (@PARLALAGUNA), portavoz de Asjubi40, recalca que el gasto en pensiones está por debajo de la media europea y de otros países como Grecia, Italia, Portugal, Luxemburgo, Francia, y que además no pone en peligro en absoluto la SS, al revés, tenemos margen suficiente en España, por el PIB que destina, para mejorar las pensiones en todos los sentidos. No se puede decir que las pensiones en España son las mejores, ni mucho eos. Con estos PGE hay que modificarlos al alza, mejoras en paericular los coeficientes con largas carreras 40 años o más no tiene sentido que nos sigan penalizando para toda la vida".

No es un gasto, es un derecho adquirido

“Hay que poner un montón de comillas a la palabra gasto, porque de lo que estamos hablando es de un derecho adquirido. Con el sistema de pensiones público que rige en España, estamos invirtiendo, a lo largo de toda nuestra vida, cada mes que cotizamos, y por tanto, el llamarlo gasto es una manera de hacer parecer que no hay contraparte", asegura Juan Martín, director del Centro Internacional sobre el Envejecimiento, CENIE (@cenie_es), para quien las pensiones no son un gasto, "no son un desembolso efímero, sino el fruto de la inversión de los trabajadores a lo largo de toda su carrera laboral. Y son un contrato que se firma, según el cual, el Estado se compromete a entregar a la persona, a una edad determinada, un ingreso que es su derecho".

Para Martín, existe un segundo aspecto a considerar: "Este derecho en ningún momento conlleva un deber. ¿Dónde está escrito que yo no puedo seguir trabajando, una vez que empiezo a recibir el ingreso pactado?"

Inflación = lo comido, por lo servido

El incremento de la partida del gasto en pensiones en los Presupuestos Generales del Estado para 2022 se debe en parte a la revalorización de las pagas, de acuerdo con el IPC medio de 2021. Aun así, las plataformas de pensionistas argumentan que ese mayor gasto de los PGE, en realidad no va a suponer una mejoría real en el bolsillo del pensionista, por culpa del fuerte aumento de la factura de la luz, del gas, de la gasolina y de la alimentación, que según ellos, va más allá de lo que reflejan las estadísticas oficiales del IPC.

Asimismo, las asociaciones de jubilados recuerdan que, pese al incremento de casi un 5% en el gasto en pensiones en 2022, la pensión media del sistema apenas supera los mil euros (1.036,69 euros mensuales el pasado septiembre), un importe solo levemente superior al Salario Mínimo Interprofesional (SMI).