La deuda de la Seguridad Social crece tres veces más que la del Estado y roza los 100.000 millones

La Seguridad Social tiene ya un 'agujero' de 99.187 millones de euros

La Seguridad Social dice que "no existe un problema de ingresos ni de gastos"

Gastos impropios: la Seguridad Social cargó con 103.690 millones entre 1989 y 2018

Así se ha vaciado la 'hucha de las pensiones

La AIREF y el Banco de España han lanzado recientemente varias alertas sobre la preocupante senda alcista del gasto en pensiones, agravada este año por la espiral inflacionista (en abril el IPC registra una subida del 8,4% internanual) y su efecto rebote en la nómina de las pensiones, puesto que la revalorización de las pagas se tiene que realizar en función del IPC medio del año medido entre noviembre de 2022 y diciembre de 2021. 

Este fuerte incremento del gasto para pagar las pensiones no es el único problema a corto y medio plazo para el departamento del ministro José Luis Escrivá, que ha visto cómo en un solo año la deuda de la Seguridad Social se ha disparado el 16,2% y está a punto de alcanzar la cifra insólita de 100.000 millones de euros, un umbral impensable hace unos años. Más en detalle, las últimas estadísticas del Banco de España constatan que en marzo de 2022, los números rojos suman 99.187 millones de euros (un millón más que en febrero), y sorprende asimismo la velocidad a la que crece esta deuda: tres veces más rápido de lo que aumenta por ejemplo la del Estado (el 5,3% en los útimos 12 meses), y casi cuatro veces más de lo que sube el endeudamiento conjunto de las Administraciones Públicas (repunte del 4,4% en un año).

La factura de deuda del COVID 

El crecimiento desorbitado del endeudamiento de la Seguridad Social es un fenómeno relativamente reciente, concentrado en los últimos cinco años, pues al cierre de 2016 la deuda del sistema público que paga las pensiones se situaba en 17.173 millones. Desde esa fecha, el volumen ha ido engordando año tras año, hasta cerrar 2021 con la cifra inédita de 97.185 millones, según constatan las estadísticas del Banco de España (ver tabla inferior).

Los datos publicados por la autoridad monetaria no dejan lugar a dudas sobre la magnitud del problema: tan solo entre los años 2020 y 2021, los de la pandemia del COVID-19, el sistema ha amasado 42.161 millones de deuda fresca. Desde el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social señalan que los gastos derivados de la pandemia son la clave del fuerte incremento del endeudamiento. Las prestaciones, las ayudas y los menores ingresos por cotizaciones debido a la emergencia sanitaria han desbocado los números rojos del sistema, pero lo cierto es que ya antes del coronavirus las cifras aumentaban a gran ritmo, fundamentalmente por el incremento del gasto en pensiones.

DEUDA SEGÚN EL PROTOCOLO DE DÉFICIT EXCESIVO (PDE)

 

Ante un endeudamiento de esta magnitud y con un ritmo de incremento tan disparado, ¿peligran las pensiones? No, tanto el Gobierno como los analistas, el Banco de España o la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIREF) coinciden en que el pago de las pensiones está garantizado, ya que desde el punto de vista agregado de las Administraciones Públicas, es prácticamente indiferente en qué organismo (Administración central, autonomías, Seguridad Social...) esté concentrada la deuda.

Aunque, sin duda, mete presión al Gobierno para que elabore un plan de reducción del agujero a medio plazo que sea fiable y factible, que es lo que le han reclamado en varias ocasiones el Banco de España y la AIREF (de la que el propio Escrivá era presidente antes de ser nombrado ministro).

Tal y como advierte José Antonio Herce (@_Herce), economista y socio fundador de LoRIS (Longevity & Retirement Income Solutions), la situación es preocupante. "La deuda del conjunto de las administraciones españolas es muy elevada, la prima de riesgo está subiendo, los tipos van a subir, el BCE va a dejar de comprar activos masivamente, la Comisión Europea y puede que el Consejo revisarán los criterios de deuda y déficit (ya hay reclamaciones de Estados miembros para que se acabe la barra libre fiscal). Tenemos un riesgo serio de que la deuda empiece a preocupar en los mercados y de que muchos Estados soberanos tengan que asumir costes de financiación más elevados".

A juicio de Herce, los cuadros macroeconómicos de los próximos años, y desde luego los de 2023, tendrán que recoger el impacto de los tipos y de la inflación más altos y el estancamiento o menor crecimiento económico. "Si el PIB crece menos, la ratio de deuda se deteriora y el déficit estructural en España es muy alto, del 4%-4,5%. Bruselas se empieza a preocupar por la deuda, todo lo mira con la duda de la deuda, y empezamos de nuevo el baile de las pensiones, de la sostenibilidad, porque la Comisión Europea sabe que el sistema no es sostenible y ya le está pidiendo al ministro que se lo aclare. Seguimos haciendo cambios que comprometen las pensiones, en un momento tan complicado en que la deuda se manifiesta con esos índices tan graves", advierte José Antonio Herce.

El déficit baja traspasando gastos, pero queda la deuda

En 2021, la Seguridad Social consiguió rebajar su volumen de déficit, situándolo en el 1% del PIB, y las previsiones del Gobierno apuntan a que seguirá reduciéndose hasta llegar al 0,5% a finales de 2022. El elemento que más influye en el borrado del déficit de la Seguridad Social es el traspaso de gastos impropios al Estado: desde el Ministerio se trasvasaron 13.800 millones de euros en 2021 y se hará lo mismo con 18.300 millones en 2022.

Es decir, mediante esta operación de traslado de ciertos gastos que hasta ahora pagaba la Seguridad Social (y no le correspondían), el Estado absorberá el 80% de los gastos impropios del sistema; una cifra que alcanzará el 100% en 2023. Según el ministro Escrivá, cuando culmine el proceso de separación de fuentes, a final de legislatura, la Seguridad Social habrá eliminado su déficit y recuperado el equilibrio presupuestario. 

Sin embargo, como reflejan las estadísticas del Banco de España, aunque se logre disminuir o incluso acabar con el déficit, la deuda no desaparece si no se paga, así que el sistema seguirá soportando cerca de los 100.000 millones de euros de deuda, como una pesada mochila sobre el sistema de las pensiones, salvo que el Ejecutivo tome las riendas y elabore un adecuado plan fiscal. Lo advierte claramente el supervisor en su Informe Anual de 2021 cuando afirma: "El incremento de las transferencias del Estado a la Seguridad Social, aprobado recientemente, implica una considerable mejora del saldo presupuestario de esta última, si bien tiene un efecto nulo en el agregado de las Administraciones Públicas".

Peligroso 'agujero' de las Administraciones Públicas

No solo la Seguridad Social arrastra una bola de deuda. De hecho, el saldo conjunto de la deuda de las Administraciones Públicas (AAPP) según el Protocolo de Déficit Excesivo (PDE) se ha disparado hasta un nuevo récord de 1,45 billones de euros en marzo de 2022, con una tasa de crecimiento del 4,4% en términos interanuales, según ponen de relieve las últimas estadísticas publicadas por el Banco de España. Esto significa que el agujero total de España por este concepto alcanza el 117,7% del Producto Interior Bruto (PIB) al cierre del primer trimestre de 2022.

Desglosado por administraciones, la inmensa mayoría de esa deuda la ha amasado el Estado, cuyos números rojos se han encaramado a la histórica cifra de 1,27 billones de euros, con un incremento interanual del 5,3%.

Respecto a la deuda de las comunidades autónomas, han elevado ligerísimamente su agujero frente al mes de febrero, hasta los 309.811 millones de euros (apenas ocho millones de euros más), aunque en tasa interanual supone un repunte del 0,7%.

Por su parte, el endeudamiento de las corporaciones locales se sitúa en marzo en 22.471 millones de euros, lo que significa que han agrandado su endeudamiento el 1,6% en los últimos 12 meses (en tan solo un mes registran un incremento del 1,2%).